viernes, 5 de junio de 2009

Quinta entrega

¿POSIBILIDAD DE INNOVACIÓN EN EDUCACIÓN?

Por: Marco Antonio Figueroa Quinto
(Escritores por la Educación, A.C.)


Cada año que pasa en la operatividad de la educación de nuestro país, la historia registra que muchos se conforman con repetir cotidianamente lo mismo, y sin cambiar esos hábitos, van forjando a las nuevas generaciones, sin posibilidad de aprender nada nuevo ni actual; conducta que se refuerza con la aprobación de las autoridades superiores, que medrosas, timoratas y temerosas de lo nuevo, continúan con actitudes obsoletas, reforzando a los tradicionalistas y reprimiendo a los innovadores; aquellos que se atreven a evolucionar, modernizarse e innovar, pero que al final, son ignorados y rechazados en sus logros y méritos. En Veracruz desde hace unos años, la Secretaría de Educación ha implementado estímulos para docentes que propongan estrategias, técnicas, procedimientos o métodos que conlleven acciones de innovación pedagógica. Últimamente, han agregado un premio económico para incentivar y motivar a los profesionales de la educación a que registren nuevas acciones, las que seguramente han contribuido en la mejora de las nuevas generaciones en su aprendizaje y hábitos. ¿Pero cuántos de estos modelos han sido tomados en cuenta? ¿Sabrán las altas autoridades los retos que enfrentan quienes desafían el quieticismo e inmovilidad? Respuestas que nadie dará, ya que después de ser premiados, dichos modelos se archivan y olvidan.

Igualmente quienes tenemos la energía para enfrentar al sistema establecido -de no hacer más de lo medianamente posible-, seguramente para alcanzar el éxito de ser tomados en cuenta, deberemos de transitar en los espinosos caminos de la censura y crítica mal sana de compañeros, directivos y autoridades, que vía de padres mal informados, harán llegar sus inconformidades, ya que aleccionados por malos maestros querrán que nada cambie. Aunque todo parece señalar que la innovación es el tema de hoy y el desafío del futuro, claramente vemos que México (con altos niveles de desigualdades y pobreza extrema) no es un país en el que la cultura del emprendimiento y la innovación estén arraigadas entre la población. La experiencia de otros países que han demostrado alta productividad pedagógica, evidencian que quien no innova pierde competitividad y está poniendo en riesgo su subsistencia futura.

Como consecuencia de ello, en México el mundo público y privado ha coincidido en sus discursos políticos para hacer frente a esta realidad. ¿Quién no habla hoy de innovación y emprendimiento como lo fundamental? El punto es cuánto de lo que se dice se está haciendo. ¿Cuáles son las innovaciones en educación que estamos emprendiendo? Lo primero es propiciar mejoras en el sistema educativo que nos permitan que nuestro país se desarrolle y gracias a ello elevemos nuestro estándar de vida. ¿Existen textos educativos en emprendimiento y/o innovación a nivel escolar? ¿Qué propuestas metodológicas se han desarrollado para fomentar el espíritu emprendedor en los investigadores, profesionistas y docentes con ideas renovadoras? ¿Qué gama de recursos para el aprendizaje hay disponibles en educación para el emprendimiento? ¿Disponen los colegios de capacitación dedicadas al tema? ¿Quiénes trabajan por desarrollar la cultura del emprendimiento y la innovación entre nuestros profesionales y educadores? ¿Cuáles son los indicadores con los que se puede medir este tipo de cosas? ¿Cuánto es lo que el país destina de su presupuesto en investigación y desarrollo a la educación? Si no tenemos respuestas satisfactorias a estas interrogantes, hay que ser críticos y aceptar que no hemos hecho lo que debemos y los resultados nos delatan la negligencia.

Estamos perdiendo la oportunidad de hacer de nuestro entorno un mejor lugar para vivir. Si el conocimiento en la humanidad se duplica aproximadamente cada 5 años, ¿qué sentido tiene que los textos educativos sigan siendo gruesos libros con contenidos “inmóviles” e “inmunes” a las nuevas tendencias de la sociedad del conocimiento? ¿No resulta lógico disponer de una educación más ágil y dinámica? Esto implica revertir paradigmas enormes, pues el rol del colegio y del docente debe replantearse por completo. Dejan de ser transmisores de conocimientos y se convierten en facilitadores de experiencias e impulsores del desarrollo de las competencias y capacidades individuales de cada joven. En este sentido, contar con metodologías y recursos para el aprendizaje innovadores resulta una condición mínima y absolutamente necesaria.

Otro problema que observamos viene dado por los medios de comunicación, que por lo general se desvinculan de su rol formativo porque los estímulos que poseen –desde un punto de vista comercial- les impiden ser sustentables de otra forma que no sea el reemplazo de la cultura por farándula. Si deseamos medios distintos, hay que estar dispuestos a pagar lo que ello implica. Así que se necesita docentes valientes y preparados para plasmar sus proyectos de innovación, perfeccionarlos en la práctica educativa -sin descuidar los programas institucionales- y dar a conocer sus resultados después de una evaluación imparcial. Padres de familia conscientes de la problemática educativa por la que se atraviesa, y los retos que enfrentarán sus hijos, no dejándose manipular -ni inferir- por aquellos que piensan que todo lo pasado es mejor, que no vale la pena arriesgarse en cosas nuevas, así como solicitar a directivos y autoridades que si no apoyan, no obstaculicen lo que desconocen, y en este caso específico, estar enterado, que lo único permanente es el cambio. ¿Fácil no? Así están las cosas en este renglón, lo que puede cambiar con buena voluntad y profesionalismo. Email: maestrosescritores@hotmail.com