viernes, 28 de mayo de 2010

COMPETENCIAS EN DEBATE

COMPETENCIAS EN DEBATE


Por Javier Tolentino García
(Escritores por la Educación, AC)


En México el ámbito educativo está impregnado por el debate referente a las competencias, el cual gira en torno a cuatro grandes campos fundamentales, aunque con mucha rapidez vienen identificándose otros susceptibles de ser considerados como emergentes:



El filosófico, referente a la concepción de las competencias en su correspondencia con la naturaleza de la escuela, es decir, se argumenta que la escuela tiene determinadas finalidades, como por ejemplo, la formación de un ciudadano, las cuales no son compatibles con la formación de competencias que está orientada las necesidades del mercado en un mundo globalizado.



El de la definición, donde diversos autores se han dado a la tarea de establecer las pautas conceptuales acerca de lo que se debe entender por competencias. Incluso hay organismos nacionales e internacionales que han asumido dicha tarea, sólo por mencionar algunos de los más influyentes: el Parlamento Europeo, la OCDE y la UNESCO.



El de la tipología, igualmente, hay diversas propuestas sobre las competencias para cada uno de los niveles educativos, por ejemplo, las de la educación básica o las de la educación superior. En este rubro, una de las clasificaciones más difundidas es la de competencias genéricas y transversales. También, es necesario mencionar que actualmente hay tipologías para docentes y para estudiantes, así como tipologías por áreas, como las competencias sociales o las competencias digitales.



El de la evaluación, la acreditación o la certificación, referido a la necesidad de validar la presencia o ausencia, así como el grado de dominio de determinada competencia. Al respecto, existen organismos certificadores, sobre todo para el mundo laboral, como el CONOCER (www.conocer.gob.mx).



Como se podrá deducir, el apartado anterior no toma ningún posicionamiento, ni se inclina por una postura filosófica, alguna definición, tipología o tendencia sobre su evaluación, acreditación o certificación. Sólo pretende mostrar, de manera general, el marco en el que se está desarrollando el debate actual en torno a las competencias, desde el nivel institucional y el de los docentes, es decir, sin considerar lo concerniente al estudiante.



Por lo tanto, el debate desde esos cuatro campos, cobra relevancia porque cada nivel educativo, las instituciones, sus directivos y docentes, seguramente tienen diversos grados de desarrollo. La temática de las competencias, los procesos de formación, es algo ineludible en la búsqueda y aseguramiento de la calidad; y por supuesto, de la innovación educativa. En concreto, al interior de las instituciones se debe responder la pregunta, cuál es el grado de consolidación del debate acerca de las competencias. Sin duda, concluir que hay una ausencia del debate, significa reconocer la parálisis o el retroceso en términos de la discusión actual en la educación.



Entre los campos emergentes, es factible considerar en este espacio dos de ellos: El relativo a las competencias para las tecnologías de la información y la comunicación, también conocidas como competencias digitales, donde la práctica docente más común es la del uso del PowerPoint en las clases. Antes se anotaba la información del libro en el pizarrón, ahora se pone a través de la pantalla.



Y el otro campo, en una perspectiva más amplia que el anterior, es el de la formación de los docentes, donde la pregunta eje es, independientemente de la tipología que se asuma; cuál es el proceso de desarrollo de las competencias docentes, seguido por cada sujeto, considerando las necesidades siempre cambiantes del currículum.



En fin, no es presuntuoso señalar que ante el tema de la educación y las competencias, actualmente, lo complejo es su condición de normalidad. Pero, la premisa de la escuela como una organización que aprende, es cada día más vigente. www.escritoresporlaeducacion.blogspot.com