viernes, 28 de mayo de 2010

Los profesores también reímos y lloramos

Los profesores también reímos y lloramos



René Sánchez García.

(Escritores por la Educación, A.C.)

La docencia en general y las didácticas en particular, han sido cuestiones bastante trabajadas por los especialistas de la Pedagogía, desde Comenio hasta Díaz Barriga; pero aun siguen siendo pocos los estudios serios que nos ofrezcan análisis sobre la relación profesor-alumno y sus efectos emotivos de placer o sufrimiento, dentro del aula escolar o la escuela.



El trabajo de investigación que presenta Claudine Blanchard-Laville, quien actualmente es profesora e investigadora en la Universidad de Nanterre París X, en su más reciente libro titulado Los docentes, entre placer y sufrimiento, editado en el año de 2009 por la Universidad Autónoma Metropolitana (UX) y la Universidad Veracruzana, bajo un enfoque de tipo psicoanalítico y dentro del área de las matemáticas.



Aquí se plantea, reiteradamente, la necesidad de tener en cuenta “el ámbito psíquico de la transmisión didáctica, mediante un dispositivo de investigación de carácter co-disciplinario, articulando varios enfoques: clínico, psicosociológico y didáctico en la complejidad del proceso enseñanza-aprendizaje”. Para lograr lo anterior, teoriza conceptos fundamentales como: inconsciente, transferencia y realidad psíquica.



Más que matemática y filósofa, Claudine Blanchard-Laville parece etnógrafa de profesión. Su trabajo se constituye en un verdadero y rico análisis de su propia vida como escolar, pues nos narra los miedos y temores vividos y sentidos como estudiante o alumna (desde la primaria hasta la universidad), que le impidieron en muchos casos sentir gusto y placer por el aprendizaje. “A partir del enfoque utilizado observa y estudia las fuerzas que destruyen vínculos. Vínculos sin los cuales el acto de transmisión de saberes en el aula se vuelve prácticamente imposible”.



Este acto riesgoso de decirse para decir algo de los otros, con la ayuda de la teoría de Freud, le permite a la autora, no solo descifrar bloqueos, inhibiciones, pasiones (eso siempre oculto en los profesores y alumnos), sino “escribir párrafos teóricos luminosos y proponer sentido y significación a palabras, actitudes, actos”. Los docentes, entre placer y sufrimiento, es un acercarse lo más posible a la complejidad de la personalidad de estos dos importantes sujetos del acto docente; o bien, “lo que descubre en los otros es también su propia realidad y la de todos nosotros”.



La importancia de este libro radica en que no es un estudio de “casos”, sino el análisis de variados y ricos momentos de vida en situación pedagógica, singularmente personal. No debe causarnos temor que la autora haya ligado su investigación a casos de la enseñanza de las matemáticas, debe entenderse como situaciones de enseñanza con vínculos didácticos, pero sobretodo, ligados a la práctica docente. Finalmente y con respecto al psicoanálisis, la autora afirma: “el psicoanálisis nos inspira ante todo un método de trabajo, un método de trabajo costoso en tiempo y energía psíquica, un método de trabajo que exige que se realice constantemente una vuelta sobre sí mismo. Por ello, mi propia historia de alumna, de docente y de investigadora constituirá el hilo esencial de este trabajo. Las situaciones estudiadas son a menudo opacas y resistentes a la comprensión: a lo sumo conseguiremos quizás iluminar algunas zonas de sombra”.



Finalmente, aprovecho este espacio para enviar, a nombre de todos quienes conformamos el equipo de trabajo de Escritores por la Educación, una cordial felicitación a todos los profesores y profesoras veracruzanos en su día, deseándoles aparte de una muy buena salud, redoblar los esfuerzos para que sean cada vez mejores en el aula, para poder así trascender por siempre.

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