Estimular la curiosidad y la creatividad en el proceso
educativo.
Por
Lisardo Enríquez L.
(Escritores por la Educación, A.C.)
Una
de las acepciones de la palabra educar viene del latín educare que se compone
de ex fuera y ducere sacar, extraer, desarrollar, desenvolver. Por lo tanto, incidir
en la formación de los individuos implica estimular o incitar las facultades y
las capacidades que potencialmente tienen todos los seres humanos desde
pequeños, pero que requieren de descubrimiento y ejercicio. Es en este sentido
en el que seguiré insistiendo que los mexicanos tenemos una filosofía muy clara
y correcta, a la cual sólo falta darle cabal cumplimiento en los hechos. Me
refiero a los postulados del Artículo Tercero Constitucional que a la letra
dicen en lo esencial: “La educación que imparta el Estado tenderá a desarrollar
armónicamente todas las facultades del ser humano. . .”
Pues
bien, el físico experimental, ambientalista y educador Albert V. Báez, nacido
en México y educado en los Estados Unidos de Norteamérica, nos dejó ideas muy concretas
al respecto. Dijo: “He llegado a la conclusión que mejorar la calidad de vida,
la educación en general-y la educación científica en particular-debería generar
cuatro cualidades importantes en el estudiante: Estas son curiosidad, creatividad,
competencia y compasión”. En este pequeño texto se abordarán únicamente las
dos primeras.
La
curiosidad tiene que ver con la necesidad, deseo o motivación para averiguar
algo, para saber algo, para buscar experiencias nuevas que suponen retos, para
interrogar y buscar explicaciones, para dudar y seguir buscando, para
cuestionarnos todas las cosas. La curiosidad nos lleva a saber y a comprender. Pero
como dice Pablo Latapí, “La curiosidad, una facultad extraordinariamente
poderosa en todo niño o niña y en todo joven, y desafortunadamente olvidada en
la pedagogía instruccional predominante”.
La creatividad por lo general tiene su origen
en la curiosidad y conduce a la invención de cosas y de procedimientos que no
se conocían antes. Las personas creativas tienen entre sus características ser
imaginativas, críticas, tenaces y con una amplia capacidad de decisión, entre
otras cualidades. El Dr. Báez nos habla de los niveles en que se ponen de
manifiesto estas cualidades, de la manera siguiente: “Se ha dicho que la ciencia
explora lo que es y la tecnología crea aquello que no ha existido nunca antes.
La creatividad es, por lo tanto, la característica de la tecnología del mismo
modo en que la curiosidad es la característica de la ciencia. No se puede
generar ciencia sin ser curioso y no se puede generar tecnología sin ser
creativo”.
Ya
Piaget decía que “Las funciones esenciales de la inteligencia consisten en
comprender e inventar”, lo cual nos hace ver la importancia que tiene en la
educación estimular la curiosidad y la creatividad. Por supuesto que es
fundamental preparar a los maestros con las herramientas necesarias para lograr estos propósitos y darles el lugar que les
corresponde en la actividad educativa.