lunes, 17 de septiembre de 2012



Las buenas políticas educativas 
para México
Por Luis Gerardo Martínez García


La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) cuenta con 34 países miembros, socios clave y otros 100 países más. El 11 de septiembre de 2012 presentó en México el documento México, Mejores Políticas Para un Desarrollo Incluyente (Septiembre 2012). Ángel Gurría, secretario general de la OCDE entregó a Peña Nieto el libro impreso en el que afirma “A diferencia de muchos otros países, México arrancará una nueva Administración con finanzas públicas sanas, inflación controlada, un crecimiento que duplica el promedio de la OCDE, un sistema bancario bien capitalizado, una red de acuerdos comerciales con 44 países y mejoras regulatorias que favorecen el ambiente para los negocios.” Previamente Ángel Gurría habla de que la economía mundial atraviesa port el quinto año de crisis, padeciendo efectos perversos de “La gran recesión”, lo que represente, según el secretario de la OCDE, un nicho de oportunidades para México.

Valora la economía de este país por encima de las economías emergentes que sufren desaceleración: Brasil, China, India y Rusia. En consecuencia, el documento señala que México tiene que enfrentar desafíos estructurales y elevar su productividad, “… implementando reformas económicas en áreas estratégicas.” También hace énfasis en construir (entre otros) un sistema educativo de vanguardia, equitativo, con maestros y escuelas de excelencia.

Específicamente, al tema educativo le dedican un capítulo (apartado ocho). Desde mi punto de vista, evalúa con calificación aprobatoria a las instituciones oficiales de educación y reprueba a los sujetos: “El avance de México en la ampliación de la cobertura educativa es muy evidente. Hoy en día, prácticamente todos los niños de entre 5 y 14 años van a la escuela, y se trabaja para aumentar el número de quienes terminan la enseñanza media y superior. Sin embargo, los estudiantes mexicanos siguen teniendo un desempeño bajo.” Afirmaciones bastante arriesgadas de la OCDE, organismo internacional que representa a un bloque de países con diversidad de intereses, culturas y políticas; la responsabilidad de sus afirmaciones tendría que ser más seria.

Aunque ya muchos investigadores universitarios han insistido que usar el término “nini” es discriminatorio, la OCDE refiere a esa parte de la población: “Un problema adicional es que la cuarta parte de los jóvenes de entre 15 y 29 años no estudian ni trabajan.” Pero es cierto, más bien se refiere a ellos como “noni”. Por otra parte, señala que en el transcurso de los próximos 20 años el presupuesto destinado a educación bien podría aumentar en México, pero se detiene a hacer la aclaración de que Brasil y Polonia, que tienen un PIB per cápita similar al de México, mostraron avances considerables en la prueba PISA durante los últimos 10 años.”

Resalta los retos que tiene México: Mejorar el liderazgo escolar y la calidad de los docentes también es clave para el progreso de los estudiantes; fortalecer la educación y formación profesional, así como la educación superior; aprovechar mejor la información sobre el desempeño de los estudiantes; y, reformar el financiamiento de la educación superior. Como documento político que es, en cuatro cuartillas sintetiza sus argumentos y fundamentos sobre el contexto actual y el posible de la educación en México.

Afirma finalmente que este documento de 74 cuartillas es  el “preámbulo de un ejercicio más amplio en el que la OCDE trabajará con los equipos de transición de la nueva Administración para producir un documento de propuestas sobre ´Los Desafíos de las Políticas Públicas en México´. Dicho documento se nutrirá del trabajo de la OCDE con México y otros países y, a su vez, servirá de base para la celebración de un foro de políticas públicas con expertos nacionales e internacionales que tendrá lugar en la Ciudad de México en enero de 2013. Todo ello pretende servir como insumo para la preparación del plan de gobierno para los próximos seis años y para identificar sus fuentes de financiamiento.” Señala Gurría.  

Bien valdría hacer una lectura concienzuda de este documento, pero por lo pronto yo me quedo con la idea de que este análisis sobre valora un gobierno saliente y tiende los puentes para poner a disposición del gobierno entrante, los servicios de la OCDE, como si esta fuese una agencia de servicios múltiples. Y eso de las buenas políticas, espero que para ese nuevo documento, no sean tan implícitas.

sinrecreo@hotmail.com