Justo Sierra y la educación como un todo unitario
Por Lisardo Enríquez L.
Uno de los grandes valores
mexicanos por su contribución a la educación y a la cultura, por su pensamiento
visionario de la historia de México, a quien le tocó participar en la época en
que gobernaba el Gral. Porfirio Díaz, realizando una labor trascendente que lo mantuvo
en una posición que estaba por encima de las delicadas circunstancias de
aquellos años, fue Don Justo Sierra Méndez.Nació en la Ciudad de Campeche el 26
de enero de 1848 y falleció en Madrid, España el 13 de septiembre de 1912, es
decir, se cumplen cien años de su muerte.
El maestro Justo Sierra fue
poeta, crítico, periodista, maestro e historiador. Se graduó de abogado en
1871, como su padre Justo Sierra O’Reilly. Fue diputado en varias ocasiones, y
en la tribuna se distinguió siempre como brillante orador, fue ministro de la
suprema corte de Justicia, Subsecretario de Justicia e Instrucción Pública (encargado especialmente del ramo educativo),
y Secretario de Instrucción Pública y Bellas Artes de 1905 a 1911, después de
la iniciativa de ley que él mismo formuló para reformar esta dependencia. En su
gestión como funcionario de educación dio un fuerte impulso a los Jardines de
Niños. A él se debe también la iniciativa para crear la Universidad Nacional en
1881, institución a la que, decía, “corresponderá la máxima de las tareas: la
de señalar, perfilar, la nacionalidad mexicana”. Pensaba que la tarea de la
educación era “crear el alma nacional”.
El maestro Sierra inició en
1880 la reforma constitucional sobre enseñanza obligatoria y gratuita, pero es durante el Primer Congreso
Nacional de Instrucción Pública celebrado entre 1889 y 1890 (en el cual es
electo presidente del mismo), donde da la batalla más importante para
“uniformar en lo posible la instrucción nacional, empezando por la uniformidad
de la enseñanza primaria, sobre su triple base de obligatoria, gratuita y
laica”. Don Justo Sierra buscó darle un sentido nacional a la educación
mediante un plan unitario que abarcaba desde la educación infantil hasta la
universidad.
Escribió libros como
Historia patria, para las escuelas primarias, e Historia general, para la
escuela preparatoria, así como Evolución política del pueblo mexicano y Juárez,
su obra y su tiempo. Este último contiene lo que todo mexicano necesita saber
sobre el movimiento social de Reforma.
Termino esta breve nota
citando unas certeras palabras de Don Justo Sierra. Dijo:
“el maestro. . . debe aprovechar incesantemente las oportunidades para ejercer
sobre el niño una influencia moral, más bien que para darle lecciones o para
enseñarle máximas que el niño debe inferir de su propia conducta; así con el
carácter se va desenvolviendo la conciencia”.