En LA MAYOR de las armonías, LA MENOR indiferencia.
Por Luis Gerardo Martínez García
(Escritores por la Educación AC)
A mi amigo Ariel López
¿Puedes ver la música? Imagen fija que mueve. Cual musa, la creación del escribano; testigos sacros el árbol, la bicicleta, la casa… De ese sutil ritmo amorfo de la calle que confunde el ruido de la ciudad pero le da vida y sonido al compás de la moneda. ¿Puedes sentir la foto? Ahí, en LA MAYOR de las armonías, cohibida por la sinrazón del mazo y el violín, en provocación arrítmica besan la frescura del inesperado, pariendo LA MENOR indiferencia, la inesperada sencillez de la vida en cuadraturas escritas por sus vidas impares, ajenas, mundanas y rutinarias.
En DO, RE, MI o Sol que brilla, sonriendo porque, ella y él, están y no se ven; armonizan sin ton ni son. En FA, LA o SI MENOR, sin miedo, acorde con el latir de sus miradas, el violín acompasa, calla, grita, llora; el mazo acompaña, duele, para, estremece, sorprende. Y el fotógrafo… roba. Comparte, momifica y dinamiza la vida de los otros que se convierte en propia.
La estrofa, el destino y la batuta los puso en ese lugar para salir de la foto sin salirse de la cuadratura… en esa foto en que coexisten studium y el punctum. Ya lo decía Roland Barthes, la fotografía debe ser silenciosa “[…] no se trata de una cuestión de ´discreción´, sino de música […] (cerrar los ojos es hacer hablar la imagen en el silencio).” Es pues en la foto en donde el silencio musical, como en las fotografías de Manuel Álvarez Bravo, nos invita a la reflexión, a la interpretación, a la imaginación, a la recreación; toda esa elocuencia es a partir del encuadre adecuado, irónico e interpretativo… fugaz.
¿Puedes oler la mañana en esa fotografía especial? El momento de reencuentro, tal vez de tres: ella con mechón rojo, pupilente verde y violín en mano, volteando hacia la cámara fotográfica sin verla; él, con mazo rítmico que rompe el concreto para construir la paradoja más sonriente; éste, con la sensatez del que capta la imagen y se convierte en ellos, aquellos y nosotros a través de sus ojos.
¿Escuchas su respiración transpirar encanto? Como examen de música y construcción, sagrado y pagano enseñan su existencia al que, sin oír, escucha la retina del fotógrafo vivaz en el pavimento que recubre la ciudad, aunque la vida anda sobre ese asolado devenir día a día. Promesa de volver a la mañana siguiente. Ninguno tiene certeza; aunque tal vez si, el reencuentro se dé pero ya serán otros; el violín, el mazo, la fotografía y la rapidez del segundo serán en esa posibilidad de espacio, tiempo y ritmo… otros.
Quizá el sonido ya no despierte. Ellos si; ella con el mazo clavará la puerta y él con el violín caminará sin rumbo al lado de esa soledad que hoy lo ve del otro lado de la acera. El fotógrafo con certeza no estará; si, pero no. Mañana será el que regale su foto al amigo poeta, escritor de modesta poesía que no es modesta, pero sí poesía.
Termina la tarde, el día. La sinfonía y el dúo que nunca existió, y que él, el fotógrafo quiso ver y retratar para escuchar con el amigo que, inspirado se convierte en cómplice de la sinfonía al escribir en verso y diálogo ese sonido cotidiano, relatando la historia que nos quiere contar, provocador de LA MAYOR de las armonías, aplaudido en LA MAYOR de las indiferencias.
lunes, 12 de julio de 2010
miércoles, 23 de junio de 2010
LA EDUCACION PÚBLICA: ENTRE SUS CRISIS Y SUS CRITICOS/ La actualización de los docentes de educación básica.
LA EDUCACION PÚBLICA: ENTRE SUS CRISIS Y SUS CRITICOS
Por: Avelino Reyes Pech
Escritores por la Educación, A.C.
El Subsecretario de Educación Media en el Estado se quejó recientemente de las declaraciones del Director del Área Académica de Humanidades de la Universidad Veracruzana, por criticar la situación educativa de Veracruz y le recomendó “abstenerse de declarar acerca de lo que no conoce” ; lo acusó de “no ser un investigador serio” (porque para serlo) “debe señalar la fuente en la que se basa para sustentar un estudio o crítica para no correr el riesgo de evidenciarse como advenedizo e investigador furtivo” Si se concede la razón al funcionario, semejante juicio habría que aplicar a un investigador del Instituto de Investigaciones en Educación de la misma Universidad por afirmar en un periódico local sobre el mal uso del “presupuesto educativo del país por prestaciones sindicales y miles de comisionados”. Como en el caso anterior, tampoco hubo cita de las fuentes que sirvan de sustento a las aseveraciones. Tampoco quedaría exento del mismo criterio, un intelectual que se autocalifica como pedagogo, Doctor Honoris Causa de la citada máxima casa de estudios; ex subsecretario de educación federal; ex asesor de un Secretario de Educación Pública del país, miembro del Consejo de Especialistas en la Educación de la citada Secretaría, quien en ocasión de recibir la condecoración calificó –según nota de prensa- al sistema educativo de catástrofe nacional por “las concesiones de los gobiernos del PAN a la cúpula sindical; la corrupción, mediocridad y tradicionalismo pedagógico; el uso de maestros para fines políticos y la complicidad de algunos profesores, así como la alianza del presidente Calderón y Elba Esther Gordillo” (que dijo), “sacrifica (sólo ella) el destino de los niños”. Como en los casos anteriores, en la nota publicada tampoco hay mención de las fuentes que sustenten importantes juicios.
Dados estos calificativos y descalificados, es pertinente aludir al problema de la declaracionitis que Héctor Aguilar Camín, también Doctor Honoris Causa de nuestra máxima casa de estudios veracruzana, categoriza en uno de sus artículos recientes como uno de “los graves obstáculos que los periodistas mexicanos deben superar para salir del estado de incredulidad en que se encuentran la prensa y periodistas”. Se ha olvidado, dice el autor, que “el trabajo del periodista no es repetir, sino informar: no copiar dichos, sino investigar hechos”. Las preguntas fundamentales qué, quién, dónde, cuándo, cómo y por qué sucedieron o suceden la cosas y quién da fe de ellas fueron sustituidas por las declaraciones, la grabadora, las palabras interesadas del declarante, dice Aguilar Camín.
Al margen de las definiciones personales de valores que se atribuyen a este exitoso periodista y escritor, su texto en comento es oportuno a la luz de las críticas que recientemente han menudeado en muchos medios impresos y electrónicos contra la educación pública. Muchas de ellas ocultan fines que están muy alejadas de la misión que deben tener prensa y periodistas. Parece que el fin no es hacer más inteligente a la sociedad en un problema fundamental para la vida de la nación; el afán es “masajear, alborotar y enardecer” a los lectores o a la audiencia según el caso. Y eso no es, a mi entender, lo que mejor urge para abrir las escuelas a la participación de la sociedad como afirman no pocos comentaristas y periodistas cuando abordan el tema de la educación.
Estamos frente a una campaña de descalificación indiscriminada de un proceso social como los hay muchos, si bien en el caso se trata del más importante y a la vez más complejo. Pero en este contexto, se soslayan o no se mencionan con el mismo énfasis las responsabilidades del Estado en la materia, de los administradores del sistema, del caos económico que afecta instalaciones y equipos educativos, de las omisiones de funcionarios, de las ocurrencias inexpertas de técnicos educativos y de diseñadores de planes y programas, de padres y familias que deseducan, de las campañas enajenantes de duopolios televisivos etc. Más bien parece que se trata del uso y abuso del ad hominen (en este caso contra una mujer) para ocultar el enfoque simplista y tendencioso que lleva a conclusiones alejadas del problema real. Un asunto es denunciar o contribuir a los graves problemas educativos, que los hay y muchos, y otra poco constructiva es manipular declaraciones y hechos ocultando o dejando de mencionar los demás factores que inciden en ellos; distorsionar la dimensión del problema insistiendo en que el sindicalismo (sindicalismos en el caso particular del Estado de Veracruz) por sí es causante del problema. Hay un aparente afán de exacerbar los ánimos de la sociedad contra la representación de los trabajadores de la educación.
Bienvenidas las opiniones que proponen y analizan, pero hay que des-velar el interés oculto de descalificar la escuela pública y querer someter a los maestros al papel de simples operarios de planes y programas aislándolos de su materia profesional. La defensa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación la deberán hacer quienes por obligación e identidad organizacional están obligados a ello y pero las generalizaciones no contribuyen a la solución de los asuntos sobre los que se dice tener interés. Vale la pena recordar que subestimar o sobreestimar actores y factores no sirve a la sociedad. La vigencia de la educación pública como instancia de equidad debe estar por encima de intereses particulares. Su defensa es obligación de los mexicanos sin distingos. Entretanto, la educación tiene que seguir caminando entre críticas y sus críticos, con el optimismo pedagógico que anima a quienes han encontrado en las aulas una manera relevante de servir a su patria.
www.escritorespor la educación.blogspot.com
La actualización de los docentes de educación básica. Factor decisivo para la calidad educativa.
Por: Margarita Moreno Azamar
En nuestra entidad un gran número de profesores en servicio nos formamos bajo el enfoque de la escuela tradicional, por lo que resulta necesario que en la actualidad, estemos abiertos a las nuevas propuestas de actualización docente para poder integrarnos de manera activa a los procesos de cambio que se están dando en el Sistema Educativo Nacional.
Actualmente con la Reforma Integral en la Educación Básica se busca que el docente sea capaz de desarrollar competencias para experimentar una nueva forma de trabajar los contenidos y vincularlos a los problemas reales que enfrentan los alumnos y esto, obviamente, implica un cambio en las prácticas pedagógicas cotidianas, pero también en la percepción y en las actitudes de todos los involucrados en la tarea.
La escuela y lo positivo que en ella debe ocurrir será posible solamente a través de un cambio progresivo apoyado por las autoridades educativas y toda la estructura administrativa del sistema educativo: jefes de sector, supervisores escolares, directivos y docentes que desempeñan la función de apoyo técnico-pedagógico, para que el profesor y la profesora frente a grupo, que son quienes finalmente hacen efectivas las nuevas propuestas, se sientan estimulados a trabajar de manera comprometida y no perciban como ajena la que, al final de cuentas, es tarea de todos.
Ante estos retos, resulta necesario ofrecer a los docentes, de manera oportuna en sus respectivos ámbitos de trabajo, oportunidades de actualización que sirvan de base ya no sólo para el conocimiento y la aplicación de la Reforma, sino para la apropiación de ésta por parte de cada maestro de grupo. Sin embargo, para lograr que cada profesor y profesora encuentre en su propia escuela la posibilidad de acceder a oportunidades de actualización, implica la realización de acciones que hasta el momento son ajenas a las posibilidades de directivos y profesores de educación básica.
Resulta entonces indispensable la intervención de quienes toman las decisiones en materia educativa, para que se generen estrategias que ofrezcan oportunidades de formación docente que sean factibles, tomando en cuenta aspectos económicos como el traslado y el tiempo disponible con que cuentan los docentes en servicio.
Una opción para la actualización docente ha sido el uso de las tecnologías de la información, y si bien es cierto que en Veracruz la Secretaría de Educación ha logrado actualizar a maestros de educación básica a través de la educación a distancia en línea, todavía hay mucho por hacer. Gran parte de las escuelas de nuestra entidad carecen del equipo necesario y del servicio de internet y si a esto sumamos la falta de espacios físicos para que los profesores asistan a consultar información y a utilizar los recursos tecnológicos indispensables para su actualización, la opción que mencionamos aunque buena, no ha tenido el impacto esperado.
Las condiciones de infraestructura y operación de las escuelas veracruzanas representan un gran reto, ya que ante sus necesidades es difícil establecer prioridades de actualización docente, sobre todo cuando el entorno de los centros educativos tiene tantas limitaciones y carencias en lo básico: ventanas, mobiliario, baños, electricidad, agua potable, por citar algunas de las más comunes.
La pregunta que surge entonces sería la siguiente: ¿Es válido apostarle a la actualización docente frente a este panorama de necesidades?
La respuesta debe ser positiva, ya que, aun con limitaciones, los profesores y profesoras comprometidos con su actualización y con la implementación de los cambios que requiere una Reforma, pueden lograr que sus alumnos se apropien de las competencias necesarias para incorporarse con éxito a la sociedad del conocimiento, sobre todo si estos docentes, reciben el estímulo y la retroalimentación constante de los compañeros de su escuela y de sus directivos.
Es necesario también mejorar los espacios colectivos de actualización docente como lo son los Centros Regionales de Actualización Magisterial (CRAM). Por algo es necesario empezar si no es posible hacerlo con todos los planteles de educación básica en la entidad, que sabemos son un número considerable (más de 11,500 en primaria y secundaria). Sin duda no es tarea fácil, pero si queremos mejorar la calidad educativa resulta imprescindible apostar a la actualización docente. Veracruz ha sido pionero en este tópico, no dudamos pueda continuar en ese camino.
Por: Avelino Reyes Pech
Escritores por la Educación, A.C.
El Subsecretario de Educación Media en el Estado se quejó recientemente de las declaraciones del Director del Área Académica de Humanidades de la Universidad Veracruzana, por criticar la situación educativa de Veracruz y le recomendó “abstenerse de declarar acerca de lo que no conoce” ; lo acusó de “no ser un investigador serio” (porque para serlo) “debe señalar la fuente en la que se basa para sustentar un estudio o crítica para no correr el riesgo de evidenciarse como advenedizo e investigador furtivo” Si se concede la razón al funcionario, semejante juicio habría que aplicar a un investigador del Instituto de Investigaciones en Educación de la misma Universidad por afirmar en un periódico local sobre el mal uso del “presupuesto educativo del país por prestaciones sindicales y miles de comisionados”. Como en el caso anterior, tampoco hubo cita de las fuentes que sirvan de sustento a las aseveraciones. Tampoco quedaría exento del mismo criterio, un intelectual que se autocalifica como pedagogo, Doctor Honoris Causa de la citada máxima casa de estudios; ex subsecretario de educación federal; ex asesor de un Secretario de Educación Pública del país, miembro del Consejo de Especialistas en la Educación de la citada Secretaría, quien en ocasión de recibir la condecoración calificó –según nota de prensa- al sistema educativo de catástrofe nacional por “las concesiones de los gobiernos del PAN a la cúpula sindical; la corrupción, mediocridad y tradicionalismo pedagógico; el uso de maestros para fines políticos y la complicidad de algunos profesores, así como la alianza del presidente Calderón y Elba Esther Gordillo” (que dijo), “sacrifica (sólo ella) el destino de los niños”. Como en los casos anteriores, en la nota publicada tampoco hay mención de las fuentes que sustenten importantes juicios.
Dados estos calificativos y descalificados, es pertinente aludir al problema de la declaracionitis que Héctor Aguilar Camín, también Doctor Honoris Causa de nuestra máxima casa de estudios veracruzana, categoriza en uno de sus artículos recientes como uno de “los graves obstáculos que los periodistas mexicanos deben superar para salir del estado de incredulidad en que se encuentran la prensa y periodistas”. Se ha olvidado, dice el autor, que “el trabajo del periodista no es repetir, sino informar: no copiar dichos, sino investigar hechos”. Las preguntas fundamentales qué, quién, dónde, cuándo, cómo y por qué sucedieron o suceden la cosas y quién da fe de ellas fueron sustituidas por las declaraciones, la grabadora, las palabras interesadas del declarante, dice Aguilar Camín.
Al margen de las definiciones personales de valores que se atribuyen a este exitoso periodista y escritor, su texto en comento es oportuno a la luz de las críticas que recientemente han menudeado en muchos medios impresos y electrónicos contra la educación pública. Muchas de ellas ocultan fines que están muy alejadas de la misión que deben tener prensa y periodistas. Parece que el fin no es hacer más inteligente a la sociedad en un problema fundamental para la vida de la nación; el afán es “masajear, alborotar y enardecer” a los lectores o a la audiencia según el caso. Y eso no es, a mi entender, lo que mejor urge para abrir las escuelas a la participación de la sociedad como afirman no pocos comentaristas y periodistas cuando abordan el tema de la educación.
Estamos frente a una campaña de descalificación indiscriminada de un proceso social como los hay muchos, si bien en el caso se trata del más importante y a la vez más complejo. Pero en este contexto, se soslayan o no se mencionan con el mismo énfasis las responsabilidades del Estado en la materia, de los administradores del sistema, del caos económico que afecta instalaciones y equipos educativos, de las omisiones de funcionarios, de las ocurrencias inexpertas de técnicos educativos y de diseñadores de planes y programas, de padres y familias que deseducan, de las campañas enajenantes de duopolios televisivos etc. Más bien parece que se trata del uso y abuso del ad hominen (en este caso contra una mujer) para ocultar el enfoque simplista y tendencioso que lleva a conclusiones alejadas del problema real. Un asunto es denunciar o contribuir a los graves problemas educativos, que los hay y muchos, y otra poco constructiva es manipular declaraciones y hechos ocultando o dejando de mencionar los demás factores que inciden en ellos; distorsionar la dimensión del problema insistiendo en que el sindicalismo (sindicalismos en el caso particular del Estado de Veracruz) por sí es causante del problema. Hay un aparente afán de exacerbar los ánimos de la sociedad contra la representación de los trabajadores de la educación.
Bienvenidas las opiniones que proponen y analizan, pero hay que des-velar el interés oculto de descalificar la escuela pública y querer someter a los maestros al papel de simples operarios de planes y programas aislándolos de su materia profesional. La defensa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación la deberán hacer quienes por obligación e identidad organizacional están obligados a ello y pero las generalizaciones no contribuyen a la solución de los asuntos sobre los que se dice tener interés. Vale la pena recordar que subestimar o sobreestimar actores y factores no sirve a la sociedad. La vigencia de la educación pública como instancia de equidad debe estar por encima de intereses particulares. Su defensa es obligación de los mexicanos sin distingos. Entretanto, la educación tiene que seguir caminando entre críticas y sus críticos, con el optimismo pedagógico que anima a quienes han encontrado en las aulas una manera relevante de servir a su patria.
www.escritorespor la educación.blogspot.com
La actualización de los docentes de educación básica. Factor decisivo para la calidad educativa.
Por: Margarita Moreno Azamar
En nuestra entidad un gran número de profesores en servicio nos formamos bajo el enfoque de la escuela tradicional, por lo que resulta necesario que en la actualidad, estemos abiertos a las nuevas propuestas de actualización docente para poder integrarnos de manera activa a los procesos de cambio que se están dando en el Sistema Educativo Nacional.
Actualmente con la Reforma Integral en la Educación Básica se busca que el docente sea capaz de desarrollar competencias para experimentar una nueva forma de trabajar los contenidos y vincularlos a los problemas reales que enfrentan los alumnos y esto, obviamente, implica un cambio en las prácticas pedagógicas cotidianas, pero también en la percepción y en las actitudes de todos los involucrados en la tarea.
La escuela y lo positivo que en ella debe ocurrir será posible solamente a través de un cambio progresivo apoyado por las autoridades educativas y toda la estructura administrativa del sistema educativo: jefes de sector, supervisores escolares, directivos y docentes que desempeñan la función de apoyo técnico-pedagógico, para que el profesor y la profesora frente a grupo, que son quienes finalmente hacen efectivas las nuevas propuestas, se sientan estimulados a trabajar de manera comprometida y no perciban como ajena la que, al final de cuentas, es tarea de todos.
Ante estos retos, resulta necesario ofrecer a los docentes, de manera oportuna en sus respectivos ámbitos de trabajo, oportunidades de actualización que sirvan de base ya no sólo para el conocimiento y la aplicación de la Reforma, sino para la apropiación de ésta por parte de cada maestro de grupo. Sin embargo, para lograr que cada profesor y profesora encuentre en su propia escuela la posibilidad de acceder a oportunidades de actualización, implica la realización de acciones que hasta el momento son ajenas a las posibilidades de directivos y profesores de educación básica.
Resulta entonces indispensable la intervención de quienes toman las decisiones en materia educativa, para que se generen estrategias que ofrezcan oportunidades de formación docente que sean factibles, tomando en cuenta aspectos económicos como el traslado y el tiempo disponible con que cuentan los docentes en servicio.
Una opción para la actualización docente ha sido el uso de las tecnologías de la información, y si bien es cierto que en Veracruz la Secretaría de Educación ha logrado actualizar a maestros de educación básica a través de la educación a distancia en línea, todavía hay mucho por hacer. Gran parte de las escuelas de nuestra entidad carecen del equipo necesario y del servicio de internet y si a esto sumamos la falta de espacios físicos para que los profesores asistan a consultar información y a utilizar los recursos tecnológicos indispensables para su actualización, la opción que mencionamos aunque buena, no ha tenido el impacto esperado.
Las condiciones de infraestructura y operación de las escuelas veracruzanas representan un gran reto, ya que ante sus necesidades es difícil establecer prioridades de actualización docente, sobre todo cuando el entorno de los centros educativos tiene tantas limitaciones y carencias en lo básico: ventanas, mobiliario, baños, electricidad, agua potable, por citar algunas de las más comunes.
La pregunta que surge entonces sería la siguiente: ¿Es válido apostarle a la actualización docente frente a este panorama de necesidades?
La respuesta debe ser positiva, ya que, aun con limitaciones, los profesores y profesoras comprometidos con su actualización y con la implementación de los cambios que requiere una Reforma, pueden lograr que sus alumnos se apropien de las competencias necesarias para incorporarse con éxito a la sociedad del conocimiento, sobre todo si estos docentes, reciben el estímulo y la retroalimentación constante de los compañeros de su escuela y de sus directivos.
Es necesario también mejorar los espacios colectivos de actualización docente como lo son los Centros Regionales de Actualización Magisterial (CRAM). Por algo es necesario empezar si no es posible hacerlo con todos los planteles de educación básica en la entidad, que sabemos son un número considerable (más de 11,500 en primaria y secundaria). Sin duda no es tarea fácil, pero si queremos mejorar la calidad educativa resulta imprescindible apostar a la actualización docente. Veracruz ha sido pionero en este tópico, no dudamos pueda continuar en ese camino.
viernes, 28 de mayo de 2010
Carta a Luis Ángel
Carta a Luis Ángel
Por Luis Gerardo Martínez García
Querido hijo:
Sé que estás ahora en casa, y si no me equivoco estás revisando algunas tareas escolares. Si me permites, quiero hacer unas reflexiones junto a ti y a tu lectura.
Este México del siglo XXI es casi el mismo de hace doscientos años. Aunque es de aclarar que ese México que has estado leyendo por casi cuatro años en la escuela primaria ha sido rebasado en muchos sentidos; esa ciencia, esa historia, esa política y esa geografía que hoy quieren que memorices para aprobar los exámenes cada dos meses son otras, ya muy distintas.
Tal vez se deba a que las autoridades educativas están más ocupadas en resolver lo urgente que lo prioritario. Quizás el sistema esté pensado para que cada uno de ellos pierda de vista la realidad educativa, política y cultural de las regiones en donde viven los niños y niñas como tú. Mucho de ello ha definido el rumbo torcido del país al grado del secuestro.
Hijo, es cierto: México está secuestrado. El problema es que nadie se adjudica el plagio, y mucho menos le ponen precio al rescate; porque para muchos es mejor mantener a nuestro país en cautiverio, sufriendo hambre, padeciendo sed; encadenado de manos y pies en la oscuridad (sólo viendo televisión), sin acceso a los conocimientos científicos y tecnológicos, sin derecho a una llamada porque no hay teléfono; entreviendo al país secuestrado, abatido, que ríe y llora con su música y su cultura… que duerme con la zozobra, con la incertidumbre y con la inseguridad en la puerta de su casa.
Este México secuestrado, vendado para no reconocer al plagiario. País con rescatistas camuflajeados, manteniendo en vilo la esperanza y la desesperanza que les garantice vivir del presupuesto. Se sospechan entre ellos; se culpan unos a otros; de algunos se dice que llegaron después de la revolución con sus tigres y sus cachorros. De otros se menciona que planearon todo para llegar 70 años después, ofreciendo pan ante el hambre. Unos grandes y otros chiquitos, dicen los testigos; afirman que vestían de azul, rojo, amarillo, verde y naranja, todos en complicidad.
Si México continúa secuestrado en el oscurantismo y en el cambio disfrazado, los niños seguirán aprendiendo las tablas de multiplicar sin resolver problemas; memorizando los planetas, creyendo que siguen siendo nueve; leyendo sin comprender. Si México continúa secuestrado, la libertad, la democracia, los derechos humanos, la igualdad de género y la distribución de la riqueza seguirán siendo tabúes; con discursos ininteligibles en tanto genuinos e ingenuos abogan por otro México.
México secuestrado que reniega del norte pero sueña con migrar mojado y sin papeles; México que reniega del sur pero conserva sus vínculos prehispánicos, religiosos y amorosos al calor del arpa, la marimba, la guitarra y el acordeón; al son del son, de la zamba, del tango y del danzón. El México de hoy que aguanta ensangrentado en la cotidianidad por los muertos que se cuentan sin asombro ya, como se cuentan los pobres, los desempleados y los huérfanos.
México sin rostro que mira la cara del niño que ya no va a la escuela, del maestro que no puede aspirar a más, del campesino sin tierras, del obrero sin derechos, del periodista sin pluma… Hijo, hoy México es un país víctima del secuestro, de la desolación, del sinrumbo; nación que palidece con ataduras en una América que no tuvo sus orígenes en el “descubrimiento” de 1492; hoy día lo vivimos como el país más complicado de la historia en la era del nuevo milenio; como dice el refrán sefardita: «La noche mas eskura es para esklarezer». Xalapa, Ver., a 8 de marzo de 2010 www.escritoresporlaeducacion.blogspot.com
Por Luis Gerardo Martínez García
Querido hijo:
Sé que estás ahora en casa, y si no me equivoco estás revisando algunas tareas escolares. Si me permites, quiero hacer unas reflexiones junto a ti y a tu lectura.
Este México del siglo XXI es casi el mismo de hace doscientos años. Aunque es de aclarar que ese México que has estado leyendo por casi cuatro años en la escuela primaria ha sido rebasado en muchos sentidos; esa ciencia, esa historia, esa política y esa geografía que hoy quieren que memorices para aprobar los exámenes cada dos meses son otras, ya muy distintas.
Tal vez se deba a que las autoridades educativas están más ocupadas en resolver lo urgente que lo prioritario. Quizás el sistema esté pensado para que cada uno de ellos pierda de vista la realidad educativa, política y cultural de las regiones en donde viven los niños y niñas como tú. Mucho de ello ha definido el rumbo torcido del país al grado del secuestro.
Hijo, es cierto: México está secuestrado. El problema es que nadie se adjudica el plagio, y mucho menos le ponen precio al rescate; porque para muchos es mejor mantener a nuestro país en cautiverio, sufriendo hambre, padeciendo sed; encadenado de manos y pies en la oscuridad (sólo viendo televisión), sin acceso a los conocimientos científicos y tecnológicos, sin derecho a una llamada porque no hay teléfono; entreviendo al país secuestrado, abatido, que ríe y llora con su música y su cultura… que duerme con la zozobra, con la incertidumbre y con la inseguridad en la puerta de su casa.
Este México secuestrado, vendado para no reconocer al plagiario. País con rescatistas camuflajeados, manteniendo en vilo la esperanza y la desesperanza que les garantice vivir del presupuesto. Se sospechan entre ellos; se culpan unos a otros; de algunos se dice que llegaron después de la revolución con sus tigres y sus cachorros. De otros se menciona que planearon todo para llegar 70 años después, ofreciendo pan ante el hambre. Unos grandes y otros chiquitos, dicen los testigos; afirman que vestían de azul, rojo, amarillo, verde y naranja, todos en complicidad.
Si México continúa secuestrado en el oscurantismo y en el cambio disfrazado, los niños seguirán aprendiendo las tablas de multiplicar sin resolver problemas; memorizando los planetas, creyendo que siguen siendo nueve; leyendo sin comprender. Si México continúa secuestrado, la libertad, la democracia, los derechos humanos, la igualdad de género y la distribución de la riqueza seguirán siendo tabúes; con discursos ininteligibles en tanto genuinos e ingenuos abogan por otro México.
México secuestrado que reniega del norte pero sueña con migrar mojado y sin papeles; México que reniega del sur pero conserva sus vínculos prehispánicos, religiosos y amorosos al calor del arpa, la marimba, la guitarra y el acordeón; al son del son, de la zamba, del tango y del danzón. El México de hoy que aguanta ensangrentado en la cotidianidad por los muertos que se cuentan sin asombro ya, como se cuentan los pobres, los desempleados y los huérfanos.
México sin rostro que mira la cara del niño que ya no va a la escuela, del maestro que no puede aspirar a más, del campesino sin tierras, del obrero sin derechos, del periodista sin pluma… Hijo, hoy México es un país víctima del secuestro, de la desolación, del sinrumbo; nación que palidece con ataduras en una América que no tuvo sus orígenes en el “descubrimiento” de 1492; hoy día lo vivimos como el país más complicado de la historia en la era del nuevo milenio; como dice el refrán sefardita: «La noche mas eskura es para esklarezer». Xalapa, Ver., a 8 de marzo de 2010 www.escritoresporlaeducacion.blogspot.com
COMPETENCIAS EN DEBATE
COMPETENCIAS EN DEBATE
Por Javier Tolentino García
(Escritores por la Educación, AC)
En México el ámbito educativo está impregnado por el debate referente a las competencias, el cual gira en torno a cuatro grandes campos fundamentales, aunque con mucha rapidez vienen identificándose otros susceptibles de ser considerados como emergentes:
El filosófico, referente a la concepción de las competencias en su correspondencia con la naturaleza de la escuela, es decir, se argumenta que la escuela tiene determinadas finalidades, como por ejemplo, la formación de un ciudadano, las cuales no son compatibles con la formación de competencias que está orientada las necesidades del mercado en un mundo globalizado.
El de la definición, donde diversos autores se han dado a la tarea de establecer las pautas conceptuales acerca de lo que se debe entender por competencias. Incluso hay organismos nacionales e internacionales que han asumido dicha tarea, sólo por mencionar algunos de los más influyentes: el Parlamento Europeo, la OCDE y la UNESCO.
El de la tipología, igualmente, hay diversas propuestas sobre las competencias para cada uno de los niveles educativos, por ejemplo, las de la educación básica o las de la educación superior. En este rubro, una de las clasificaciones más difundidas es la de competencias genéricas y transversales. También, es necesario mencionar que actualmente hay tipologías para docentes y para estudiantes, así como tipologías por áreas, como las competencias sociales o las competencias digitales.
El de la evaluación, la acreditación o la certificación, referido a la necesidad de validar la presencia o ausencia, así como el grado de dominio de determinada competencia. Al respecto, existen organismos certificadores, sobre todo para el mundo laboral, como el CONOCER (www.conocer.gob.mx).
Como se podrá deducir, el apartado anterior no toma ningún posicionamiento, ni se inclina por una postura filosófica, alguna definición, tipología o tendencia sobre su evaluación, acreditación o certificación. Sólo pretende mostrar, de manera general, el marco en el que se está desarrollando el debate actual en torno a las competencias, desde el nivel institucional y el de los docentes, es decir, sin considerar lo concerniente al estudiante.
Por lo tanto, el debate desde esos cuatro campos, cobra relevancia porque cada nivel educativo, las instituciones, sus directivos y docentes, seguramente tienen diversos grados de desarrollo. La temática de las competencias, los procesos de formación, es algo ineludible en la búsqueda y aseguramiento de la calidad; y por supuesto, de la innovación educativa. En concreto, al interior de las instituciones se debe responder la pregunta, cuál es el grado de consolidación del debate acerca de las competencias. Sin duda, concluir que hay una ausencia del debate, significa reconocer la parálisis o el retroceso en términos de la discusión actual en la educación.
Entre los campos emergentes, es factible considerar en este espacio dos de ellos: El relativo a las competencias para las tecnologías de la información y la comunicación, también conocidas como competencias digitales, donde la práctica docente más común es la del uso del PowerPoint en las clases. Antes se anotaba la información del libro en el pizarrón, ahora se pone a través de la pantalla.
Y el otro campo, en una perspectiva más amplia que el anterior, es el de la formación de los docentes, donde la pregunta eje es, independientemente de la tipología que se asuma; cuál es el proceso de desarrollo de las competencias docentes, seguido por cada sujeto, considerando las necesidades siempre cambiantes del currículum.
En fin, no es presuntuoso señalar que ante el tema de la educación y las competencias, actualmente, lo complejo es su condición de normalidad. Pero, la premisa de la escuela como una organización que aprende, es cada día más vigente. www.escritoresporlaeducacion.blogspot.com
Por Javier Tolentino García
(Escritores por la Educación, AC)
En México el ámbito educativo está impregnado por el debate referente a las competencias, el cual gira en torno a cuatro grandes campos fundamentales, aunque con mucha rapidez vienen identificándose otros susceptibles de ser considerados como emergentes:
El filosófico, referente a la concepción de las competencias en su correspondencia con la naturaleza de la escuela, es decir, se argumenta que la escuela tiene determinadas finalidades, como por ejemplo, la formación de un ciudadano, las cuales no son compatibles con la formación de competencias que está orientada las necesidades del mercado en un mundo globalizado.
El de la definición, donde diversos autores se han dado a la tarea de establecer las pautas conceptuales acerca de lo que se debe entender por competencias. Incluso hay organismos nacionales e internacionales que han asumido dicha tarea, sólo por mencionar algunos de los más influyentes: el Parlamento Europeo, la OCDE y la UNESCO.
El de la tipología, igualmente, hay diversas propuestas sobre las competencias para cada uno de los niveles educativos, por ejemplo, las de la educación básica o las de la educación superior. En este rubro, una de las clasificaciones más difundidas es la de competencias genéricas y transversales. También, es necesario mencionar que actualmente hay tipologías para docentes y para estudiantes, así como tipologías por áreas, como las competencias sociales o las competencias digitales.
El de la evaluación, la acreditación o la certificación, referido a la necesidad de validar la presencia o ausencia, así como el grado de dominio de determinada competencia. Al respecto, existen organismos certificadores, sobre todo para el mundo laboral, como el CONOCER (www.conocer.gob.mx).
Como se podrá deducir, el apartado anterior no toma ningún posicionamiento, ni se inclina por una postura filosófica, alguna definición, tipología o tendencia sobre su evaluación, acreditación o certificación. Sólo pretende mostrar, de manera general, el marco en el que se está desarrollando el debate actual en torno a las competencias, desde el nivel institucional y el de los docentes, es decir, sin considerar lo concerniente al estudiante.
Por lo tanto, el debate desde esos cuatro campos, cobra relevancia porque cada nivel educativo, las instituciones, sus directivos y docentes, seguramente tienen diversos grados de desarrollo. La temática de las competencias, los procesos de formación, es algo ineludible en la búsqueda y aseguramiento de la calidad; y por supuesto, de la innovación educativa. En concreto, al interior de las instituciones se debe responder la pregunta, cuál es el grado de consolidación del debate acerca de las competencias. Sin duda, concluir que hay una ausencia del debate, significa reconocer la parálisis o el retroceso en términos de la discusión actual en la educación.
Entre los campos emergentes, es factible considerar en este espacio dos de ellos: El relativo a las competencias para las tecnologías de la información y la comunicación, también conocidas como competencias digitales, donde la práctica docente más común es la del uso del PowerPoint en las clases. Antes se anotaba la información del libro en el pizarrón, ahora se pone a través de la pantalla.
Y el otro campo, en una perspectiva más amplia que el anterior, es el de la formación de los docentes, donde la pregunta eje es, independientemente de la tipología que se asuma; cuál es el proceso de desarrollo de las competencias docentes, seguido por cada sujeto, considerando las necesidades siempre cambiantes del currículum.
En fin, no es presuntuoso señalar que ante el tema de la educación y las competencias, actualmente, lo complejo es su condición de normalidad. Pero, la premisa de la escuela como una organización que aprende, es cada día más vigente. www.escritoresporlaeducacion.blogspot.com
DECISIONES DECISIVAS: LA UPV
DECISIONES DECISIVAS: LA UPV
Por AVELINO REYES PECH
Escritores por la Educación, A.C.
Cuando en el año 2004 la Universidad Pedagógica Veracruzana (UPV) cumplía un cuarto de siglo de su fundación, escribí que la institución estaba entrampada en una red de intereses gubernamentales, sindicales, personales y grupales cuyo efecto es la inmovilidad académica e institucional. De entonces a la fecha, su problemática no ha cambiado en lo sustancial.
La acción sorpresiva como sigilosa de sustituir al Dr. Marco Wilfredo Salas Martínez en el cargo de Rector, deja hasta ahora en el misterio del “sospechosismo” las intenciones reales que dieron lugar al cambio del funcionario y por tanto alimenta una serie de interrogantes, pues como buen dice la expresión, “el vacío que deja la falta de información lo llena la especulación”.
Ese contexto, nutre el ánimo de aventurar algunas interrogantes que no por especulativas dejan de ser importantes: ¿cuáles han sido las razones del Gobernador del Estado - quien ha dicho que la educación es asunto prioritario- para autorizar el relevo? El funcionario recién nombrado rector ¿sabe de su nombramiento como tal y “hasta nuevo aviso” o conoce y acepta de antemano que cubre tiempos electorales mientras llega el titular? ¿Detrás del rector formal subsiste un rector real en la vida universitaria? ¿Habrá libertad y determinación para enfrentar los cambios necesarios o el relevo es un recurso seguir igual? ¿En su caso, desde qué perspectivas se piensa realizar los cambios que con urgencia reclama la institución y cuáles serán los mecanismos a utilizar? ¿Tendrán en estas tomas de decisiones participación alguna los académicos de la UPV?
Ciertamente, las renovaciones en las dependencias, independiente del área en que suceden, no han sido escasos, pero para quienes por razones profesionales o ciudadanos seguimos con interés los sucesos en la Universidad Pedagógica cobran especial interés porque siempre hemos deseado para esta noble institución una vida más universitaria y más pedagógica, sin las anclas burocráticas y personalistas que suelen sujetar a muchos centros educativos, sobre todo aquellos que como en este caso, se concibieron como instancias de excelencia para la formación de maestros desde los procesos iniciales hasta los de actualización y superación
Para nadie es un secreto que la actual administración educativa estatal no ha puesto su mayor interés en el desarrollo de la UPV. Un botón de muestra es el hecho de atar la UPV al Instituto Consorcio Clavijero, que desde cualquier aspecto, es una instancia improvisada para ser sustento aliada de una Universidad que durante tres décadas ha estado inserta en el el escenario de las instituciones formadoras de docentes y cuya pertinencia nunca ha sido evaluada, aunque sí ha sido espacio donde con alguna periodicidad se sustituyen o adicionan planes, proyectos o actividades que modifican términos, conceptos o aislados neologismos al parecer más bien para dar la imagen de innovación sin que hasta la fecha se expongan testimonios convincentes en su organización y en sus egresados por más que se abunden en el supuesto éxito de sus programas
Es deseable que la decisión del relevo de Rector no obedezca sólo a motivos de simple autoritarismo, conveniencia política individual reducida a la figura de personas por encima de la trascendencia de proyectos, sino que tal hecho esté fundada en la búsqueda de una oportunidad decisiva que enrumbe a la Institución por los senderos institucionales a través del cumplimiento de su misión y visión, del replanteamiento de sus estructuras académica y administrativa, de la formación y desarrollo de su personal docente, para que su futuro no se deba a otros factores que no sean los del prestigio, de su fortaleza y una convincente respuesta a la necesidad de excelencia docente. Que sus maestros y egresados no siembren dudas en el esfuerzo obligado de respaldar su título profesional con actitudes educativas reales y pertinentes con los cambios en la conducción curricular educativa que tanto necesitamos en la búsqueda de lo que se ha dado en llamar estándares de desempeño por nivel de aprendizaje, pero también en la gestión de los centros escolares, de los maestros, de los medios e insumos didácticos, ya sin las ataduras del catecismo neoliberal arropado ahora con el concepto de competencia.
www.escritoresporlaeducacion.blogspot.com
Por AVELINO REYES PECH
Escritores por la Educación, A.C.
Cuando en el año 2004 la Universidad Pedagógica Veracruzana (UPV) cumplía un cuarto de siglo de su fundación, escribí que la institución estaba entrampada en una red de intereses gubernamentales, sindicales, personales y grupales cuyo efecto es la inmovilidad académica e institucional. De entonces a la fecha, su problemática no ha cambiado en lo sustancial.
La acción sorpresiva como sigilosa de sustituir al Dr. Marco Wilfredo Salas Martínez en el cargo de Rector, deja hasta ahora en el misterio del “sospechosismo” las intenciones reales que dieron lugar al cambio del funcionario y por tanto alimenta una serie de interrogantes, pues como buen dice la expresión, “el vacío que deja la falta de información lo llena la especulación”.
Ese contexto, nutre el ánimo de aventurar algunas interrogantes que no por especulativas dejan de ser importantes: ¿cuáles han sido las razones del Gobernador del Estado - quien ha dicho que la educación es asunto prioritario- para autorizar el relevo? El funcionario recién nombrado rector ¿sabe de su nombramiento como tal y “hasta nuevo aviso” o conoce y acepta de antemano que cubre tiempos electorales mientras llega el titular? ¿Detrás del rector formal subsiste un rector real en la vida universitaria? ¿Habrá libertad y determinación para enfrentar los cambios necesarios o el relevo es un recurso seguir igual? ¿En su caso, desde qué perspectivas se piensa realizar los cambios que con urgencia reclama la institución y cuáles serán los mecanismos a utilizar? ¿Tendrán en estas tomas de decisiones participación alguna los académicos de la UPV?
Ciertamente, las renovaciones en las dependencias, independiente del área en que suceden, no han sido escasos, pero para quienes por razones profesionales o ciudadanos seguimos con interés los sucesos en la Universidad Pedagógica cobran especial interés porque siempre hemos deseado para esta noble institución una vida más universitaria y más pedagógica, sin las anclas burocráticas y personalistas que suelen sujetar a muchos centros educativos, sobre todo aquellos que como en este caso, se concibieron como instancias de excelencia para la formación de maestros desde los procesos iniciales hasta los de actualización y superación
Para nadie es un secreto que la actual administración educativa estatal no ha puesto su mayor interés en el desarrollo de la UPV. Un botón de muestra es el hecho de atar la UPV al Instituto Consorcio Clavijero, que desde cualquier aspecto, es una instancia improvisada para ser sustento aliada de una Universidad que durante tres décadas ha estado inserta en el el escenario de las instituciones formadoras de docentes y cuya pertinencia nunca ha sido evaluada, aunque sí ha sido espacio donde con alguna periodicidad se sustituyen o adicionan planes, proyectos o actividades que modifican términos, conceptos o aislados neologismos al parecer más bien para dar la imagen de innovación sin que hasta la fecha se expongan testimonios convincentes en su organización y en sus egresados por más que se abunden en el supuesto éxito de sus programas
Es deseable que la decisión del relevo de Rector no obedezca sólo a motivos de simple autoritarismo, conveniencia política individual reducida a la figura de personas por encima de la trascendencia de proyectos, sino que tal hecho esté fundada en la búsqueda de una oportunidad decisiva que enrumbe a la Institución por los senderos institucionales a través del cumplimiento de su misión y visión, del replanteamiento de sus estructuras académica y administrativa, de la formación y desarrollo de su personal docente, para que su futuro no se deba a otros factores que no sean los del prestigio, de su fortaleza y una convincente respuesta a la necesidad de excelencia docente. Que sus maestros y egresados no siembren dudas en el esfuerzo obligado de respaldar su título profesional con actitudes educativas reales y pertinentes con los cambios en la conducción curricular educativa que tanto necesitamos en la búsqueda de lo que se ha dado en llamar estándares de desempeño por nivel de aprendizaje, pero también en la gestión de los centros escolares, de los maestros, de los medios e insumos didácticos, ya sin las ataduras del catecismo neoliberal arropado ahora con el concepto de competencia.
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Los profesores también reímos y lloramos
Los profesores también reímos y lloramos
René Sánchez García.
(Escritores por la Educación, A.C.)
La docencia en general y las didácticas en particular, han sido cuestiones bastante trabajadas por los especialistas de la Pedagogía, desde Comenio hasta Díaz Barriga; pero aun siguen siendo pocos los estudios serios que nos ofrezcan análisis sobre la relación profesor-alumno y sus efectos emotivos de placer o sufrimiento, dentro del aula escolar o la escuela.
El trabajo de investigación que presenta Claudine Blanchard-Laville, quien actualmente es profesora e investigadora en la Universidad de Nanterre París X, en su más reciente libro titulado Los docentes, entre placer y sufrimiento, editado en el año de 2009 por la Universidad Autónoma Metropolitana (UX) y la Universidad Veracruzana, bajo un enfoque de tipo psicoanalítico y dentro del área de las matemáticas.
Aquí se plantea, reiteradamente, la necesidad de tener en cuenta “el ámbito psíquico de la transmisión didáctica, mediante un dispositivo de investigación de carácter co-disciplinario, articulando varios enfoques: clínico, psicosociológico y didáctico en la complejidad del proceso enseñanza-aprendizaje”. Para lograr lo anterior, teoriza conceptos fundamentales como: inconsciente, transferencia y realidad psíquica.
Más que matemática y filósofa, Claudine Blanchard-Laville parece etnógrafa de profesión. Su trabajo se constituye en un verdadero y rico análisis de su propia vida como escolar, pues nos narra los miedos y temores vividos y sentidos como estudiante o alumna (desde la primaria hasta la universidad), que le impidieron en muchos casos sentir gusto y placer por el aprendizaje. “A partir del enfoque utilizado observa y estudia las fuerzas que destruyen vínculos. Vínculos sin los cuales el acto de transmisión de saberes en el aula se vuelve prácticamente imposible”.
Este acto riesgoso de decirse para decir algo de los otros, con la ayuda de la teoría de Freud, le permite a la autora, no solo descifrar bloqueos, inhibiciones, pasiones (eso siempre oculto en los profesores y alumnos), sino “escribir párrafos teóricos luminosos y proponer sentido y significación a palabras, actitudes, actos”. Los docentes, entre placer y sufrimiento, es un acercarse lo más posible a la complejidad de la personalidad de estos dos importantes sujetos del acto docente; o bien, “lo que descubre en los otros es también su propia realidad y la de todos nosotros”.
La importancia de este libro radica en que no es un estudio de “casos”, sino el análisis de variados y ricos momentos de vida en situación pedagógica, singularmente personal. No debe causarnos temor que la autora haya ligado su investigación a casos de la enseñanza de las matemáticas, debe entenderse como situaciones de enseñanza con vínculos didácticos, pero sobretodo, ligados a la práctica docente. Finalmente y con respecto al psicoanálisis, la autora afirma: “el psicoanálisis nos inspira ante todo un método de trabajo, un método de trabajo costoso en tiempo y energía psíquica, un método de trabajo que exige que se realice constantemente una vuelta sobre sí mismo. Por ello, mi propia historia de alumna, de docente y de investigadora constituirá el hilo esencial de este trabajo. Las situaciones estudiadas son a menudo opacas y resistentes a la comprensión: a lo sumo conseguiremos quizás iluminar algunas zonas de sombra”.
Finalmente, aprovecho este espacio para enviar, a nombre de todos quienes conformamos el equipo de trabajo de Escritores por la Educación, una cordial felicitación a todos los profesores y profesoras veracruzanos en su día, deseándoles aparte de una muy buena salud, redoblar los esfuerzos para que sean cada vez mejores en el aula, para poder así trascender por siempre.
www.escritoresporlaeducacion.blogspot.com
René Sánchez García.
(Escritores por la Educación, A.C.)
La docencia en general y las didácticas en particular, han sido cuestiones bastante trabajadas por los especialistas de la Pedagogía, desde Comenio hasta Díaz Barriga; pero aun siguen siendo pocos los estudios serios que nos ofrezcan análisis sobre la relación profesor-alumno y sus efectos emotivos de placer o sufrimiento, dentro del aula escolar o la escuela.
El trabajo de investigación que presenta Claudine Blanchard-Laville, quien actualmente es profesora e investigadora en la Universidad de Nanterre París X, en su más reciente libro titulado Los docentes, entre placer y sufrimiento, editado en el año de 2009 por la Universidad Autónoma Metropolitana (UX) y la Universidad Veracruzana, bajo un enfoque de tipo psicoanalítico y dentro del área de las matemáticas.
Aquí se plantea, reiteradamente, la necesidad de tener en cuenta “el ámbito psíquico de la transmisión didáctica, mediante un dispositivo de investigación de carácter co-disciplinario, articulando varios enfoques: clínico, psicosociológico y didáctico en la complejidad del proceso enseñanza-aprendizaje”. Para lograr lo anterior, teoriza conceptos fundamentales como: inconsciente, transferencia y realidad psíquica.
Más que matemática y filósofa, Claudine Blanchard-Laville parece etnógrafa de profesión. Su trabajo se constituye en un verdadero y rico análisis de su propia vida como escolar, pues nos narra los miedos y temores vividos y sentidos como estudiante o alumna (desde la primaria hasta la universidad), que le impidieron en muchos casos sentir gusto y placer por el aprendizaje. “A partir del enfoque utilizado observa y estudia las fuerzas que destruyen vínculos. Vínculos sin los cuales el acto de transmisión de saberes en el aula se vuelve prácticamente imposible”.
Este acto riesgoso de decirse para decir algo de los otros, con la ayuda de la teoría de Freud, le permite a la autora, no solo descifrar bloqueos, inhibiciones, pasiones (eso siempre oculto en los profesores y alumnos), sino “escribir párrafos teóricos luminosos y proponer sentido y significación a palabras, actitudes, actos”. Los docentes, entre placer y sufrimiento, es un acercarse lo más posible a la complejidad de la personalidad de estos dos importantes sujetos del acto docente; o bien, “lo que descubre en los otros es también su propia realidad y la de todos nosotros”.
La importancia de este libro radica en que no es un estudio de “casos”, sino el análisis de variados y ricos momentos de vida en situación pedagógica, singularmente personal. No debe causarnos temor que la autora haya ligado su investigación a casos de la enseñanza de las matemáticas, debe entenderse como situaciones de enseñanza con vínculos didácticos, pero sobretodo, ligados a la práctica docente. Finalmente y con respecto al psicoanálisis, la autora afirma: “el psicoanálisis nos inspira ante todo un método de trabajo, un método de trabajo costoso en tiempo y energía psíquica, un método de trabajo que exige que se realice constantemente una vuelta sobre sí mismo. Por ello, mi propia historia de alumna, de docente y de investigadora constituirá el hilo esencial de este trabajo. Las situaciones estudiadas son a menudo opacas y resistentes a la comprensión: a lo sumo conseguiremos quizás iluminar algunas zonas de sombra”.
Finalmente, aprovecho este espacio para enviar, a nombre de todos quienes conformamos el equipo de trabajo de Escritores por la Educación, una cordial felicitación a todos los profesores y profesoras veracruzanos en su día, deseándoles aparte de una muy buena salud, redoblar los esfuerzos para que sean cada vez mejores en el aula, para poder así trascender por siempre.
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Destino educativo para los docentes
Olvido e ingratitud ¡DESTINO EDUCATIVO PARA LOS EXCELSOS DOCENTES!
Marco Antonio Figueroa Quinto
(Escritores por la Educación, AC)
“A la memoria del inolvidable liberal, maestro y amigo
Marcio Avelino Bolaños Salamanca”
Para muchos profesionales de diversas disciplinas, sean estas humanísticas, biológicas, exactas o administrativas, donde imperan pensamientos que muchas veces son externadas como deseos y aspiraciones reales respecto a su labor profesional, siempre es admirable, así el abogado manifiesta aspirar o a una magistratura, a la Presidencia de la Suprema Corte de Justicia, o encabezar el máximo tribunal sobre la ley o el derecho de su patria, el médico dirigir un gran hospital o clínica de prestigio o la Secretaría de Salud de su país, los contadores, economistas y administradores de empresas llevar a mejor resguardo las finanzas de la nación en cualesquiera de las responsabilidades que hay para desempeñar con éxito su actividad, sea esta la Secretaría de Finanzas, El Banco de México o la Secretaría de Hacienda como máxima aspiración, el arquitecto ser dueño de una gran constructora o al menos dirigirla, ser quien pueda diseñar los mejores y modernos edificios que se necesiten a la vez de dirigir técnica y operativamente todo lo pensado. Los ingenieros construir los caminos, puentes, carreteras y desniveles que se requieran para el mejor desarrollo del país, estos dos últimos profesionales aspirarán dirigir la Secretaría de Obras Públicas, la Secretaría de Recursos Hidráulicos, lo anterior es una muestra de lo que debe de ser, pero reservé al final lo paradójico de las profesiones: Al político de “carrera” aspirar a un cargo político (sin importar nombramiento, jerarquía, responsabilidad, lugar o nivel) total se supone que no es su perfil, pero lo hará de todos modos bien, tiene lo principal: La confianza del que “manda”. Pero cuando un docente en activo aspira dirigir los destinos educativos de su país o entidad, es considerado osado, arribista, idealista, inconsciente o demente; ya que esos cargos por lo regular están negociados entre el ejecutivo en turno y poderosos organismos que les sirven en el control, reservadas para amigos y recomendados. Los docentes siempre podrán remediar cualquier yerro, sea de la magnitud que fuese ¡Así de valiosa y sublime es la importancia del docente; aunque muchos los subestimen, ataquen y menosprecien, pues no existe nada más valioso en este mundo que tal actividad! Para nadie es secreto que un buen docente no sólo posee un conocimiento muy profundo del tema que maneja, domina y aplica, así como todo lo relacionado con las competencias pedagógicas para sus clases, que lo hace capaz de modificar esplendorosamente su medio y enseñar cómodamente a los alumnos, conoce filosofía, teoría y praxis de la educación de su país a través de los tiempos, así mismo está enterado de las innovaciones que se dan en cualquier parte del mundo en materia pedagógica,reuniendo cualidades personales que le permitan no solo mejorar constantemente en sus conocimientos y en la calidad de su desempeño, sino además servir de modelo para sus alumnos.Una persona así, que no solo pueda tener competencias técnicas y cualidades del tipo personal, sino que se convierta en líder de los pobladores de nuestras comunidades no conviene a los enemigos del progreso, la verdad, la luz y la sabiduría. Por ello se le niega al magisterio la oportunidad no solo de manejar los destinos de la educación de nuestra entidad y país, sino que se le ataca sistemáticamente para que se discipline y únicamente opere programas (muchos de ellos mal elaborados y obsoletos), en los mejores de los casos el olvido y la ingratitud a su obra; con lo que nunca estaremos de acuerdo. Ahora que se acerca un cambio significativo en el ejecutivo de la entidad veracruzana, los docentes exigimos y deseamos observar, que ¡Los destinos de la educación de nuestra entidad deban de ser manejados, operados, adaptados y dosificados por auténticos maestros! Con ello Veracruz volverá a los primeros planos en eficiencia, eficacia y efectividad educativa, los que nunca debió perder. ¡Estamos! www.escritoresporlaeducacion.blogspot.com
Marco Antonio Figueroa Quinto
(Escritores por la Educación, AC)
“A la memoria del inolvidable liberal, maestro y amigo
Marcio Avelino Bolaños Salamanca”
Para muchos profesionales de diversas disciplinas, sean estas humanísticas, biológicas, exactas o administrativas, donde imperan pensamientos que muchas veces son externadas como deseos y aspiraciones reales respecto a su labor profesional, siempre es admirable, así el abogado manifiesta aspirar o a una magistratura, a la Presidencia de la Suprema Corte de Justicia, o encabezar el máximo tribunal sobre la ley o el derecho de su patria, el médico dirigir un gran hospital o clínica de prestigio o la Secretaría de Salud de su país, los contadores, economistas y administradores de empresas llevar a mejor resguardo las finanzas de la nación en cualesquiera de las responsabilidades que hay para desempeñar con éxito su actividad, sea esta la Secretaría de Finanzas, El Banco de México o la Secretaría de Hacienda como máxima aspiración, el arquitecto ser dueño de una gran constructora o al menos dirigirla, ser quien pueda diseñar los mejores y modernos edificios que se necesiten a la vez de dirigir técnica y operativamente todo lo pensado. Los ingenieros construir los caminos, puentes, carreteras y desniveles que se requieran para el mejor desarrollo del país, estos dos últimos profesionales aspirarán dirigir la Secretaría de Obras Públicas, la Secretaría de Recursos Hidráulicos, lo anterior es una muestra de lo que debe de ser, pero reservé al final lo paradójico de las profesiones: Al político de “carrera” aspirar a un cargo político (sin importar nombramiento, jerarquía, responsabilidad, lugar o nivel) total se supone que no es su perfil, pero lo hará de todos modos bien, tiene lo principal: La confianza del que “manda”. Pero cuando un docente en activo aspira dirigir los destinos educativos de su país o entidad, es considerado osado, arribista, idealista, inconsciente o demente; ya que esos cargos por lo regular están negociados entre el ejecutivo en turno y poderosos organismos que les sirven en el control, reservadas para amigos y recomendados. Los docentes siempre podrán remediar cualquier yerro, sea de la magnitud que fuese ¡Así de valiosa y sublime es la importancia del docente; aunque muchos los subestimen, ataquen y menosprecien, pues no existe nada más valioso en este mundo que tal actividad! Para nadie es secreto que un buen docente no sólo posee un conocimiento muy profundo del tema que maneja, domina y aplica, así como todo lo relacionado con las competencias pedagógicas para sus clases, que lo hace capaz de modificar esplendorosamente su medio y enseñar cómodamente a los alumnos, conoce filosofía, teoría y praxis de la educación de su país a través de los tiempos, así mismo está enterado de las innovaciones que se dan en cualquier parte del mundo en materia pedagógica,reuniendo cualidades personales que le permitan no solo mejorar constantemente en sus conocimientos y en la calidad de su desempeño, sino además servir de modelo para sus alumnos.Una persona así, que no solo pueda tener competencias técnicas y cualidades del tipo personal, sino que se convierta en líder de los pobladores de nuestras comunidades no conviene a los enemigos del progreso, la verdad, la luz y la sabiduría. Por ello se le niega al magisterio la oportunidad no solo de manejar los destinos de la educación de nuestra entidad y país, sino que se le ataca sistemáticamente para que se discipline y únicamente opere programas (muchos de ellos mal elaborados y obsoletos), en los mejores de los casos el olvido y la ingratitud a su obra; con lo que nunca estaremos de acuerdo. Ahora que se acerca un cambio significativo en el ejecutivo de la entidad veracruzana, los docentes exigimos y deseamos observar, que ¡Los destinos de la educación de nuestra entidad deban de ser manejados, operados, adaptados y dosificados por auténticos maestros! Con ello Veracruz volverá a los primeros planos en eficiencia, eficacia y efectividad educativa, los que nunca debió perder. ¡Estamos! www.escritoresporlaeducacion.blogspot.com
martes, 27 de abril de 2010
Santos Degollado: el cristo de la reforma
SANTOS DEGOLLADO: EL CRISTO DE LA REFORMA
Por Lisardo Enríquez L.
Escritores por la Educación, A.C.
Por Lisardo Enríquez L.
Escritores por la Educación, A.C.
En fechas recientes leí un hermoso libro de Justo Sierra que se titula “Juárez, su obra y su tiempo”. La maestría de Sierra conduce al lector a conocer no sólo la inquebrantable virtud, voluntad y patriotismo de Don Benito Juárez, sino detalles de hechos de la guerra de reforma, y de la personalidad de quienes tuvieron en esa guerra civil una denodada participación. De cada personaje se pueden decir innumerables cosas, pero, definitivamente, en esta ocasión he decidido hablar de Don Santos Degollado, “el héroe de las derrotas”, según un sobrenombre que se le adjudicó.
José Santos Degollado Sánchez nació en Guanajuato el 30 de octubre de 1811 y murió el 15 de junio de 1869 en Llanos de Salazar, Estado de México. Incursionó en el estudio de diversas ciencias, incluyendo la teología (porque era un creyente), pero, sin duda, dedicó más tiempo a las actividades políticas y a las militares. No estaba catalogado como un gran estratega militar, pero tenía dominio de la espada y era un excelente jinete. En la guerra, su férrea voluntad y su elevada moral fueron las cualidades que lo llevaron, a pesar de grandes derrotas, a ser un auténtico héroe.
Don Santos, como se le conocía, fue un hombre respetado y admirado. Juárez lo nombró Ministro de la guerra y Marina y General en Jefe del Ejército Federal. Uno de sus soldados fue Don Ignacio Zaragoza. Juárez y Ocampo le decían Santitos de cariño. Por cierto, Don Melchor Ocampo, de quien hay que hablar aparte, lo impulsó para que interviniera en acciones políticas. Pues bien, Degollado hizo, como un gran maestro militar, que grandes huestes de mexicanos descalzos y hambrientos alzaran su fe en la escuela revolucionaria de la Reforma, para constituir, a base de lucha y de reveses, un nuevo ejército bien armado y fogueado, que él ya no dirigió en la victoria final, pero del cual fue artífice principal.
En un pasaje sobre la perseverancia y arrojo de este héroe nacional, dice Justo Sierra: “transformaba sus ejércitos incesantemente vencidos en otros más y más dispuestos a la lucha y al sacrificio; en otros, que tenían las almas encendidas por el inextinguible ardor del alma de su jefe y levantadas más en alto con su altísimo ejemplo”. Para dar una idea de lo que Degollado era al frente de sus tropas, basta con expresar que, en la batalla que tuvo lugar en Tacubaya, en los alrededores de la Ciudad de México, en abril de 1859, al tomar la decisión de emprender la retirada, él fue el último en salir a la retaguardia de sus fuerzas.
Las Leyes de Reforma, en cuya preparación participó en Veracruz, se publicaron gracias a su intervención. Fue él quien dijo al presidente Juárez que le permitiera publicarlas y que si no daban resultado lo mandara procesar. Era tal su firmeza y su pasión, que la mayor parte de la población estaba con el gobierno liberal gracias a los milagros, porque así se consideraban, de Degollado.
Cuando las fuerzas siniestras de la reacción asesinaron a Don Melchor Ocampo (el filósofo de la Reforma), Degollado pidió al congreso le permitiera vengar la sangre de este patriota de la democracia, petición que fue concedida. Pero nuestro héroe cayó en una emboscada. Capturado por el enemigo, y reconocido, fue herido en la cabeza; después le perforaron los pulmones a bayonetazos y lo mutilaron. Es, por todas estas vicisitudes en que se desarrolló la vida de Don Santos Degollado, y por la entrega de su sangre limpia, por lo que se le ha dado en llamar “El Cristo de la Reforma”. www.escritoresporlaeducacion.blogspot.com
martes, 20 de abril de 2010
Carlo Antonio Castro Guevara
La disciplina intelectual de Carlo Antonio Castro
René Sánchez García.
(Escritores por la Educación, AC)
El pasado domingo 11 de abril, en esta ciudad, falleció Carlo Antonio Castro Guevara, quien por muchos años fue uno de mis mejores maestros, excelente compañero docente, pero sobretodo, mi gran amigo. Lo conocí en el año de 1970 en Coatepec, disertando sobre la vida y obra del novelista Carlos Dickens, al celebrarse el primer centenario de su deceso. Posteriormente, en la Facultad de Pedagogía de la UV, tuve el privilegio de recibir sus enseñanzas en la cátedra de pedagogía social. Debo confesar, que debido a mi escasa edad, al ingresar, ponía poco cuidado en los contenidos de su asignatura, pero lo recuerdo por su personalidad, su presencia y su forma de ser docente.
A finales del mes de enero de 1974, ingresé como directivo y docente a la Escuela Secundaria y de Bachilleres “Experimental”, y mi sorpresa mayúscula fue encontrarme como compañero al Maestro Carlo Antonio, quien en esos momentos tenía a su cargo los talleres de Lectura y Redacción, así como Expresión Gráfica, dentro de un plan de estudios piloto, parecido al del CCH de la UNAM, que él junto con los profesores del bachillerato, sacaron adelante con gran éxito académico. Fue allí, junto con su esposa, la profesora Carmen Vargas Delgadillo (directora del plantel) y sus hijos, donde cultivé esa gran amistad duradera y sincera.
Hoy vuelvo a mencionar. Así como debo al profesor Miguel Ángel Rodríguez Peralta el descubrimiento e interés por todo lo que tiene que ver con las Ciencia de la Educación, así también mi deuda por la Antropología y el Indigenismo es con el Maestro Castro Guevara. Recuerdo que en el año de 1977, por invitación suya, asistí a un Seminario Estatal de Actualización de Promotores Culturales, auspiciado por la Dirección General de Culturas Populares de la SEP y el Gobierno de Veracruz, celebrado por espacio de 30 días en las instalaciones de la Benemérita Escuela Normal Veracruzana. Al terminar dicho evento, decidí estudiar la licenciatura en Antropología Social, dentro de mi ya Casa de Estudios.
No quiero redundar en este espacio sobre el quehacer profesional desarrollado por el Maestro Carlo Antonio Castro Guevara, pues considero que ya ha sido mencionado en las páginas culturales de los diarios informativos más recientes. Sabemos ya, que aparte de haber cursado la licenciatura en Química, también realizó la de Etnología en la UNAM y en la ENAH, respectivamente; asimismo, la maestría en Ciencias Antropológicas (UNAM). Por más de 40 años se dedicó a la docencia en escuelas de nivel medio, medio superior y superior (especialmente en la Facultad de Antropología de la UV), incluyendo algunas maestrías. Conocido por su trabajo de escritor y difusor de la cultura, más de una cuarentena de libros publicados dan fe de ello. Su dedicación al estudio de las lenguas clásicas e indígenas que tradujo a su habla oral y escrita con suma perfección. El trabajo de campo realizado en varias comunidades indígenas en seis estados de la república, lo podemos constatar no sólo en su poesía, cuento y narración propias, también en la traducción de los muchos textos que le publicaron a lo largo de su fructífera vida. Y así sucesivamente.
Prefiero resaltar su disciplina intelectual forjada a diario y por años. Toda su obra académica y escrita son unas finas mezclas de talento, imaginación, sensibilidad, creación y destreza, manejadas en forma inusitada y magistral. Sus disertaciones, conferencias, pláticas y charlas nunca fueron comunes, siempre las consideré elocuentes y formativas. Para expresarse, utilizaba los recursos de la lingüística y la sintaxis, donde los acentos, puntos y comas formaban un conjunto único e irrepetible. Nunca supe en verdad a qué corriente teórica de las ciencias humanas pertenecía, pues conocía todas. Pero lo imaginé toda la vida como un crítico, nunca de la negación, sino de las propuestas alternativas, viables y con sentido. Amaba la vida, el planeta y el mundo cultural humano, luchando siempre por separar las imposturas, lo inválido, lo incorrecto, lo sinsentido.
La tarea no fue fácil. Dedicó desde niño, miles de horas a la lectura, al estudio y cientos a la escritura para difundir sus ideas y sentimientos en diarios informativos, revistas culturales y libros. Cultivó por años el estudio de las lenguas hasta dominarlas completamente, esto le permitió sin duda alguna ver a los otros con diferente perspectiva y entrar al corazón de sus indígenas a los que siempre defendió. Fue un lector bien informado, siempre de primera mano y en la lengua original, nunca a través de la televisión comercial. Magnífico observador y buen escucha, nunca dejó escapar algo que tuviera que ver con su objeto de estudio o investigación. Nunca se le escuchó hablar de política, religión o fútbol y con ello no se perdía en banalidades. A cambio, disfrutó del buen cine, del teatro, de la música, de la buena comida, de su familia, de los amigos, cuando podía.
Finalmente, para ser sinceros, se le reconoció muy poco su trabajo docente, sus aportaciones humanísticas y la amistad que profesaba. Como humano, tuvo sus errores y sus fallas, pero si de algo estoy seguro es que fue un hombre íntegro, cumplido, de palabra…como Los hombres verdaderos. http://www.escritoresporlaeducacion.blogspot.com/
sagare32@hotmail.com
René Sánchez García.
(Escritores por la Educación, AC)
El pasado domingo 11 de abril, en esta ciudad, falleció Carlo Antonio Castro Guevara, quien por muchos años fue uno de mis mejores maestros, excelente compañero docente, pero sobretodo, mi gran amigo. Lo conocí en el año de 1970 en Coatepec, disertando sobre la vida y obra del novelista Carlos Dickens, al celebrarse el primer centenario de su deceso. Posteriormente, en la Facultad de Pedagogía de la UV, tuve el privilegio de recibir sus enseñanzas en la cátedra de pedagogía social. Debo confesar, que debido a mi escasa edad, al ingresar, ponía poco cuidado en los contenidos de su asignatura, pero lo recuerdo por su personalidad, su presencia y su forma de ser docente.
A finales del mes de enero de 1974, ingresé como directivo y docente a la Escuela Secundaria y de Bachilleres “Experimental”, y mi sorpresa mayúscula fue encontrarme como compañero al Maestro Carlo Antonio, quien en esos momentos tenía a su cargo los talleres de Lectura y Redacción, así como Expresión Gráfica, dentro de un plan de estudios piloto, parecido al del CCH de la UNAM, que él junto con los profesores del bachillerato, sacaron adelante con gran éxito académico. Fue allí, junto con su esposa, la profesora Carmen Vargas Delgadillo (directora del plantel) y sus hijos, donde cultivé esa gran amistad duradera y sincera.
Hoy vuelvo a mencionar. Así como debo al profesor Miguel Ángel Rodríguez Peralta el descubrimiento e interés por todo lo que tiene que ver con las Ciencia de la Educación, así también mi deuda por la Antropología y el Indigenismo es con el Maestro Castro Guevara. Recuerdo que en el año de 1977, por invitación suya, asistí a un Seminario Estatal de Actualización de Promotores Culturales, auspiciado por la Dirección General de Culturas Populares de la SEP y el Gobierno de Veracruz, celebrado por espacio de 30 días en las instalaciones de la Benemérita Escuela Normal Veracruzana. Al terminar dicho evento, decidí estudiar la licenciatura en Antropología Social, dentro de mi ya Casa de Estudios.
No quiero redundar en este espacio sobre el quehacer profesional desarrollado por el Maestro Carlo Antonio Castro Guevara, pues considero que ya ha sido mencionado en las páginas culturales de los diarios informativos más recientes. Sabemos ya, que aparte de haber cursado la licenciatura en Química, también realizó la de Etnología en la UNAM y en la ENAH, respectivamente; asimismo, la maestría en Ciencias Antropológicas (UNAM). Por más de 40 años se dedicó a la docencia en escuelas de nivel medio, medio superior y superior (especialmente en la Facultad de Antropología de la UV), incluyendo algunas maestrías. Conocido por su trabajo de escritor y difusor de la cultura, más de una cuarentena de libros publicados dan fe de ello. Su dedicación al estudio de las lenguas clásicas e indígenas que tradujo a su habla oral y escrita con suma perfección. El trabajo de campo realizado en varias comunidades indígenas en seis estados de la república, lo podemos constatar no sólo en su poesía, cuento y narración propias, también en la traducción de los muchos textos que le publicaron a lo largo de su fructífera vida. Y así sucesivamente.
Prefiero resaltar su disciplina intelectual forjada a diario y por años. Toda su obra académica y escrita son unas finas mezclas de talento, imaginación, sensibilidad, creación y destreza, manejadas en forma inusitada y magistral. Sus disertaciones, conferencias, pláticas y charlas nunca fueron comunes, siempre las consideré elocuentes y formativas. Para expresarse, utilizaba los recursos de la lingüística y la sintaxis, donde los acentos, puntos y comas formaban un conjunto único e irrepetible. Nunca supe en verdad a qué corriente teórica de las ciencias humanas pertenecía, pues conocía todas. Pero lo imaginé toda la vida como un crítico, nunca de la negación, sino de las propuestas alternativas, viables y con sentido. Amaba la vida, el planeta y el mundo cultural humano, luchando siempre por separar las imposturas, lo inválido, lo incorrecto, lo sinsentido.
La tarea no fue fácil. Dedicó desde niño, miles de horas a la lectura, al estudio y cientos a la escritura para difundir sus ideas y sentimientos en diarios informativos, revistas culturales y libros. Cultivó por años el estudio de las lenguas hasta dominarlas completamente, esto le permitió sin duda alguna ver a los otros con diferente perspectiva y entrar al corazón de sus indígenas a los que siempre defendió. Fue un lector bien informado, siempre de primera mano y en la lengua original, nunca a través de la televisión comercial. Magnífico observador y buen escucha, nunca dejó escapar algo que tuviera que ver con su objeto de estudio o investigación. Nunca se le escuchó hablar de política, religión o fútbol y con ello no se perdía en banalidades. A cambio, disfrutó del buen cine, del teatro, de la música, de la buena comida, de su familia, de los amigos, cuando podía.
Finalmente, para ser sinceros, se le reconoció muy poco su trabajo docente, sus aportaciones humanísticas y la amistad que profesaba. Como humano, tuvo sus errores y sus fallas, pero si de algo estoy seguro es que fue un hombre íntegro, cumplido, de palabra…como Los hombres verdaderos. http://www.escritoresporlaeducacion.blogspot.com/
sagare32@hotmail.com
lunes, 12 de abril de 2010
2010 año del desempeño escolar
2010 año del desempeño escolar
Por Margarita Moreno Azamar
(Escritores por la Educación A.C.)
Este tema es complicado, pero si realmente queremos aportar y no solamente criticar lo que tendremos que hacer es desempeñar cada uno el papel que nos corresponde. Los docentes debemos asumir el compromiso de trabajar cada vez con mayor conciencia de la labor tan importante que tenemos como transformadores sociales; los padres de familia debemos apoyar desde casa a nuestros hijos a asistir puntualmente a la escuela, a estudiar y alentarlos a comprometerse con realizar todas las actividades escolares con la mayor dedicación posible (incluyendo la resolución de la prueba ENLACE); las autoridades gubernamentales y educativas deben estar más cerca de los centros escolares, no sólo de la estructura operativa del sistema educativo, sino de los docentes frente a grupo y sobre todo de sus actores fundamentales: los alumnos.
Ahora bien, que Veracruz pueda estar arriba de los 500 puntos en ENLACE, que sería estar por arriba de la media nacional, no debe ser la meta; la meta debe ser que cada alumno del sistema educativo pueda mejorar en relación con los ciclos escolares anteriores, que cada profesor tome conciencia de la importancia de su labor a través del análisis de los resultados como parámetro de su práctica docente, y a las autoridades educativas actuales debe quedarles una profunda satisfacción de haber mantenido informados tanto al sector educativo como a la sociedad en general de lo que está pasando con la educación en Veracruz, y no sólo eso, sino de haber implementado estrategias de mejora para lograr un avance en este rubro. La semilla está sembrada… es cuestión de tiempo. www.escritoresporlaeducacion.blogspot.com
Por Margarita Moreno Azamar
(Escritores por la Educación A.C.)
El tema de la evaluación está actualmente en boca de todos, es obvio porque este 2010 en Veracruz es el "Año del desempeño escolar" y la pregunta es: ¿cómo podemos dar cuenta del desempeño escolar de los alumnos del sistema educativo veracruzano? Sencilla sería la respuesta después de tanta "difusión" que se le ha dado a la prueba ENLACE. Una segunda pregunta es: ¿realmente ENLACE da cuenta del desempeño escolar? La respuesta es parcialmente positiva porque esta evaluación da cuenta de los reactivos que pueden contestar los alumnos de acuerdo con los planes y programas oficiales de la SEP, asignándoles un puntaje dentro de la escala 200 – 800 donde la media es 500 y también ubicándolos en uno de los niveles de logro que maneja la escala de esta evaluación: insuficiente, elemental, bueno y excelente.
Esta evaluación sin duda es un referente del desempeño escolar que pueden tener los alumnos. Sin embargo, ENLACE no es una evaluación que sirva para comparar el desempeño entre entidades federativas, entre municipios, mucho menos entre escuelas. Una verdadera evaluación debe tomar en cuenta los contextos: no es lo mismo evaluar un estado con una alta diversidad geográfica y cultural, así como con una gran dispersión de sus municipios como es el caso de Veracruz, que evaluar un estado como Colima con cercanía de municipios y poca extensión territorial, por citar un ejemplo. Tampoco es ético comparar puntajes de escuelas que tienen condiciones tan diversas en lo que se refiere a infraestructura, número de docentes, número de alumnos, etc. Para realizar una valoración más equitativa tendríamos que analizar el factor de "eficacia social", entendiéndolo como la relación que existe entre las variables contexto de la escuela y logro académico de sus alumnos, es decir: la superación de las expectativas de los niveles académicos obtenidos por una escuela, considerando las características de su contexto.
Este tema es complicado, pero si realmente queremos aportar y no solamente criticar lo que tendremos que hacer es desempeñar cada uno el papel que nos corresponde. Los docentes debemos asumir el compromiso de trabajar cada vez con mayor conciencia de la labor tan importante que tenemos como transformadores sociales; los padres de familia debemos apoyar desde casa a nuestros hijos a asistir puntualmente a la escuela, a estudiar y alentarlos a comprometerse con realizar todas las actividades escolares con la mayor dedicación posible (incluyendo la resolución de la prueba ENLACE); las autoridades gubernamentales y educativas deben estar más cerca de los centros escolares, no sólo de la estructura operativa del sistema educativo, sino de los docentes frente a grupo y sobre todo de sus actores fundamentales: los alumnos.
Ahora bien, que Veracruz pueda estar arriba de los 500 puntos en ENLACE, que sería estar por arriba de la media nacional, no debe ser la meta; la meta debe ser que cada alumno del sistema educativo pueda mejorar en relación con los ciclos escolares anteriores, que cada profesor tome conciencia de la importancia de su labor a través del análisis de los resultados como parámetro de su práctica docente, y a las autoridades educativas actuales debe quedarles una profunda satisfacción de haber mantenido informados tanto al sector educativo como a la sociedad en general de lo que está pasando con la educación en Veracruz, y no sólo eso, sino de haber implementado estrategias de mejora para lograr un avance en este rubro. La semilla está sembrada… es cuestión de tiempo. www.escritoresporlaeducacion.blogspot.com
lunes, 29 de marzo de 2010
Medidas y mediciones educativas
MEDIDAS Y MEDICIONES EDUCATIVAS
Por AVELINO REYES PECH
(Escritores por la Educación, AC)
Las Maestras Xóchitl A. Osorio Martínez y Laura Martínez Márquez, Subsecretaria de Educación Básica y Jefa de la Unidad de Planeación y Evaluación respectivamente de la Secretaría de Educación de Veracruz participaron recientemente en un programa periodístico semanal que transmite un canal televisivo oficial desde la ciudad capital, Xalapa.
En su comparecencia ante ese medio de difusión, las funcionarias abordaron con mucha inteligencia temas a los que la sociedad es muy sensible: Por qué el uso de la prueba ENLACE (Examen Nacional de Logros Académicos y Centros Escolares); por qué el énfasis administrativo sobre la implementación vertical de un concepto de competencias en el trabajo docente y cuáles han sido las soluciones administrativas y técnicas aplicadas para resolver los problemas en el magisterio derivadas de estos cambios.
Respecto a la prueba ENLACE, peor es nada parecen decir las funcionarias y con cierta dosis de razón pues si bien es cierto que como prueba estandarizada tiene el defecto de ser una prueba igual para desiguales, sería peor no realizar mediciones para saber qué pasa en las aulas, considerando que es una de las cuestiones sobre las que toda autoridad educativa debe rendir cuentas a la sociedad quien es la que paga el servicio.
En este asunto y particularmente relacionado con la validez pedagógica de esa prueba, ninguna persona o institución, que sepamos, ha propuesto y probado un instrumento y si lo hubiera hecho, no ha contado con el respaldo gubernamental y financiero del que goza la prueba ENLACE. Además, todo parece indicar que tenemos una autoridad educativa que le ha apostado a las políticas que tienen como finalidad primordial capacitar y disponer a los alumnos en la habilidad para contestar y no para preguntar, como debiera ser considerando éste como el fin primordial de la educación, abarcando aspectos no sólo referentes a las asignaturas del programa escolar sino al ser y deber ser de las personas.
La información difundida entre la opinión pública indica que el Secretario de Educación de Veracruz insiste en los foros a los que asiste, mediante constantes y emotivos exhortos, para que la población docente y estudiantil realice mayores esfuerzos con el fin de “posicionarse” mejor en los resultados, no precisamente sobre el cultivo del pensamiento complejo, sino sobre los índices de respuestas de la prueba ENLACE que se hacen públicos en la tabla nacional respectiva, con lo que el alto funcionario parece decir que si los alumnos aprenden a contestar un examen estandarizado, es que su educación ha mejorado y que si a esta conducta esperada, se agrega el desarrollo de “competencias”, entonces se ha satisfecho la necesidad de una educación de calidad.
No debe olvidarse sin embargo, que todas las reformas educativas puestas en práctica en los últimos años, se sustentan en modas conceptuales o categorías pedagógicas que la Secretaría de Educación Pública Federal impone a las entidades federativas desde una posición autoritaria, haciendo uso del privilegio fáctico del que goza, para decidir sobre planes y programas educativos aplicados en todo el país en el nivel de educación básica, mismos que por lo general, son sexenales o fugaces. Quién no recuerda la tecnología educativa de los años ochenta o el constructivismo en los noventa para citar algunos casos de los más recientes y sobre los cuales nunca hubo evaluación alguna que justificara su cancelación o sustitución.
En nuestros días, con motivo de la implementación de una reforma curricular en los tres niveles de la educación básica (preescolar, primaria y secundaria), se asume la premisa de que una educación desarrolladora de “competencias” capacitará al alumno para “enfrentarse” al mundo laboral y social. Los maestros saben bien que eso es también una explicación simplista porque pretende ignorar que las relaciones entre educación y el futuro laboral no se reducen a un polisémico concepto de competencia o de calidad. La experiencia de nuestro país y de otros países en ese aspecto han demostrado que no deben ignorarse los elementos que se refieren al contexto demográfico, la cultura y el tejido social amalgamados y articulados, factores que no por ignorarse o citarse dejan de existir.
La cuestiones anteriores no son menores como no son menores las preguntas que el público hizo al programa, dos de las cuales no tuvieron respuesta seguramente por causas ajenas a la capacidad y deseos de ambas funcionarias. Dichas preguntas se refirieron al lugar que ocupa Veracruz en la tabla nacional de logros en la prueba Enlace y por qué los índices en aprovechamiento escolar de alumnos premiados no siempre se refleja en los índices grupales en cada caso. Los autores de las preguntas sostienen que los méritos de alumnos destacados hechos públicos muestran habilidades y conocimientos atribuidos a la individualidad de los niños y adolescentes que pasan por el aula y no siempre, a la calidad del trabajo docente en cada caso y asignatura de aprendizaje.
De las cosas mencionadas por ambas funcionarias, es justo reconocer la defensa que hicieron sobre el relevante papel que desempeñan los maestros en toda esta tarea de reformas y modas curriculares. Fortalece el argumento de que los maestros no son responsables únicos de la poca o mala calidad educativa, como suelen decir quienes muy poco saben de educación, pero que tienen eco en su afán de construir una presión de orden moral y oficial, con propósitos que no son los de la calidad educativa sino liberar al Estado de su obligación constitucional para garantizar la educación pública a todos
Sería muy conveniente para la autoridad y la opinión pública saber si este incuestionable entusiasmo de los maestros reconocido por la autoridad, es resultado de la persuasión sobre las bondades de las reformas educativas o es producto de la actitud conciliadora, disciplinada y resignada, frente a las obligaciones que las circunstancias legales o profesionales o ambas circunstancias rodea a los docentes frente a grupo. Ojalá pueda la opinión pública contar con una u otra cosa. Sería muy plausible. www.escritoresporlaeducacion.blogspot.com
Por AVELINO REYES PECH
(Escritores por la Educación, AC)
Las Maestras Xóchitl A. Osorio Martínez y Laura Martínez Márquez, Subsecretaria de Educación Básica y Jefa de la Unidad de Planeación y Evaluación respectivamente de la Secretaría de Educación de Veracruz participaron recientemente en un programa periodístico semanal que transmite un canal televisivo oficial desde la ciudad capital, Xalapa.
En su comparecencia ante ese medio de difusión, las funcionarias abordaron con mucha inteligencia temas a los que la sociedad es muy sensible: Por qué el uso de la prueba ENLACE (Examen Nacional de Logros Académicos y Centros Escolares); por qué el énfasis administrativo sobre la implementación vertical de un concepto de competencias en el trabajo docente y cuáles han sido las soluciones administrativas y técnicas aplicadas para resolver los problemas en el magisterio derivadas de estos cambios.
Respecto a la prueba ENLACE, peor es nada parecen decir las funcionarias y con cierta dosis de razón pues si bien es cierto que como prueba estandarizada tiene el defecto de ser una prueba igual para desiguales, sería peor no realizar mediciones para saber qué pasa en las aulas, considerando que es una de las cuestiones sobre las que toda autoridad educativa debe rendir cuentas a la sociedad quien es la que paga el servicio.
En este asunto y particularmente relacionado con la validez pedagógica de esa prueba, ninguna persona o institución, que sepamos, ha propuesto y probado un instrumento y si lo hubiera hecho, no ha contado con el respaldo gubernamental y financiero del que goza la prueba ENLACE. Además, todo parece indicar que tenemos una autoridad educativa que le ha apostado a las políticas que tienen como finalidad primordial capacitar y disponer a los alumnos en la habilidad para contestar y no para preguntar, como debiera ser considerando éste como el fin primordial de la educación, abarcando aspectos no sólo referentes a las asignaturas del programa escolar sino al ser y deber ser de las personas.
La información difundida entre la opinión pública indica que el Secretario de Educación de Veracruz insiste en los foros a los que asiste, mediante constantes y emotivos exhortos, para que la población docente y estudiantil realice mayores esfuerzos con el fin de “posicionarse” mejor en los resultados, no precisamente sobre el cultivo del pensamiento complejo, sino sobre los índices de respuestas de la prueba ENLACE que se hacen públicos en la tabla nacional respectiva, con lo que el alto funcionario parece decir que si los alumnos aprenden a contestar un examen estandarizado, es que su educación ha mejorado y que si a esta conducta esperada, se agrega el desarrollo de “competencias”, entonces se ha satisfecho la necesidad de una educación de calidad.
No debe olvidarse sin embargo, que todas las reformas educativas puestas en práctica en los últimos años, se sustentan en modas conceptuales o categorías pedagógicas que la Secretaría de Educación Pública Federal impone a las entidades federativas desde una posición autoritaria, haciendo uso del privilegio fáctico del que goza, para decidir sobre planes y programas educativos aplicados en todo el país en el nivel de educación básica, mismos que por lo general, son sexenales o fugaces. Quién no recuerda la tecnología educativa de los años ochenta o el constructivismo en los noventa para citar algunos casos de los más recientes y sobre los cuales nunca hubo evaluación alguna que justificara su cancelación o sustitución.
En nuestros días, con motivo de la implementación de una reforma curricular en los tres niveles de la educación básica (preescolar, primaria y secundaria), se asume la premisa de que una educación desarrolladora de “competencias” capacitará al alumno para “enfrentarse” al mundo laboral y social. Los maestros saben bien que eso es también una explicación simplista porque pretende ignorar que las relaciones entre educación y el futuro laboral no se reducen a un polisémico concepto de competencia o de calidad. La experiencia de nuestro país y de otros países en ese aspecto han demostrado que no deben ignorarse los elementos que se refieren al contexto demográfico, la cultura y el tejido social amalgamados y articulados, factores que no por ignorarse o citarse dejan de existir.
La cuestiones anteriores no son menores como no son menores las preguntas que el público hizo al programa, dos de las cuales no tuvieron respuesta seguramente por causas ajenas a la capacidad y deseos de ambas funcionarias. Dichas preguntas se refirieron al lugar que ocupa Veracruz en la tabla nacional de logros en la prueba Enlace y por qué los índices en aprovechamiento escolar de alumnos premiados no siempre se refleja en los índices grupales en cada caso. Los autores de las preguntas sostienen que los méritos de alumnos destacados hechos públicos muestran habilidades y conocimientos atribuidos a la individualidad de los niños y adolescentes que pasan por el aula y no siempre, a la calidad del trabajo docente en cada caso y asignatura de aprendizaje.
De las cosas mencionadas por ambas funcionarias, es justo reconocer la defensa que hicieron sobre el relevante papel que desempeñan los maestros en toda esta tarea de reformas y modas curriculares. Fortalece el argumento de que los maestros no son responsables únicos de la poca o mala calidad educativa, como suelen decir quienes muy poco saben de educación, pero que tienen eco en su afán de construir una presión de orden moral y oficial, con propósitos que no son los de la calidad educativa sino liberar al Estado de su obligación constitucional para garantizar la educación pública a todos
Sería muy conveniente para la autoridad y la opinión pública saber si este incuestionable entusiasmo de los maestros reconocido por la autoridad, es resultado de la persuasión sobre las bondades de las reformas educativas o es producto de la actitud conciliadora, disciplinada y resignada, frente a las obligaciones que las circunstancias legales o profesionales o ambas circunstancias rodea a los docentes frente a grupo. Ojalá pueda la opinión pública contar con una u otra cosa. Sería muy plausible. www.escritoresporlaeducacion.blogspot.com
viernes, 19 de marzo de 2010
Educación y sociedad... binomio alentador
EDUCACIÓN Y SOCIEDAD… BINOMIO ALENTADOR
Lilia Patricia Ruiz Ruiz
(Escritores por la Educación, A.C.)
El ámbito educativo contempla una diversidad de situaciones que impactan, de manera notable, en los entornos sociales donde los estudiantes se desenvuelven. La educación ha estado respaldada por la participación directa de maestros, directivos, estudiantes y padres de familia; en este sentido, se podría augurar éxito para subsanar carencias sociales, pero no es así. Hace falta establecer con precisión cuáles son los roles que cada instancia debe desempeñar; en estos tiempos se busca una participación directa que reconstruya a la comunidad, que integre los saberes a la realidad, y que esté más vigilante respecto al proceso formativo de los estudiantes. Por supuesto que educar es un proceso compartido, de ahí que ningún personaje quede excluido de este compromiso social, pero sí que promueva cambios culturales y actitudinales, en pro de una educación de calidad, comprometida con las necesidades ciudadanas.
La exigencia de que los padres participen y contribuyan a definir, desarrollar y evaluar el proyecto educativo en el que se educan los hijos, se debe al reconocimiento de las debilidades del sistema escolar para generar los frutos que promete o lograr los fines esperados.
Actualmente la participación de los padres en el aspecto educativo se ha fortalecido, a fin de aplicar nuevas formas de control en la educación. Ha sido la evolución social y las costumbres lo que hace a la escuela un espacio socializador que ejerce funciones que la familia desempeñaba: la preparación para el trabajo, el acceso a la cultura y las oportunidades de socialización.
Al delegar muchas funciones de los padres a la escuela (instancia socializadora), la familia se centraba en las relaciones afectivas; las escuelas se concibieron como espacios públicos para el ejercicio de una forma de vida privada, no familiar, por parte de los estudiantes. Esto implicó que los padres fueran más permisivos, porque ya no tenían mucho que imponer a los hijos, dado que el aprendizaje de la vida en sociedad se delegó a la escuela y a los iguales. Hubo, entonces, una independencia de los estudiantes. Ahora las escuelas representan un nuevo espacio donde crecer, alejados de la familia; ellas se concibieron sustitutas de los padres, su autoridad y sus funciones. Hoy la situación es distinta; los padres exigen participar en la educación, a raíz de la desconfianza, de la ineficiencia concebida, de la carencia de valores (aspecto que se percibe constantemente).
La educación áulica está muy arraigada en el sentido común y en el saber hacer. Ser profesor implica transmitir, comunicar estímulos, disponer de gustos por conocer, dirigir procesos de aprendizaje, tratar a personas, guiar a seres en desarrollo, entre otras acciones.
En estos tiempos, la escuela se ha convertido en familia y a la inversa; no hay una separación de funciones. Los profesores se transfiguran algo en padres, y éstos en profesores. Así, el niño queda preso en el triángulo formado por el Estado, los padres y los profesionales de la educación. Las escuelas, al asumir funciones de la familia, educan a hijo”, aunque al hacerlo como institución pública educan a ciudadanos.
La colaboración entre familias y escuelas (maestros) es la fórmula para subsanar el estado al que nos ha conducido la evolución social, al separar a la vida familiar de otras esferas de socialización. Por ello, se trata de crear, en torno a las escuelas, comunidades relacionadas por lazos firmes que acerquen a las personas hacia proyectos que incluyan; en concreto, de recuperar las relaciones humanas a fin de no afectar nuestro presente ni futuro.
Las propuestas de responsabilizar sobre la educación de sus hijos a los padres, implica dar legitimidad al accionar de las escuelas en momentos en los que las insatisfacciones acerca de la educación son evidentes. El movimiento de “recuperar la educación para los padres” puede articularse mediante un bienestar psicológico, laboral, cultural y social, que cuida del ser humano (cuerpo, salud y mente), que busca la felicidad, el desarrollo personal, integral, y la mejora de la sociedad.
La escuela no está aislada del resto de la sociedad, ni del mundo familiar; para que ésta cumpla sus misiones (que no se quedan sólo en la transmisión de contenidos) y para que no quede aislada en el mundo circunscrito a sus ritos, hay que restablecer los lazos con la comunidad en general y las familias en particular.
La participación de los padres se centra en: colaboración y complementariedad entre escuela y familia (como apoyo a la escuela -proveedores, colaboradores en la disciplina, ayuda en tareas escolares). Los padres deben comprender el proyecto de la educación escolar e identificarse con él; deben desempeñarse como coeducadores en las escuelas.
Bajo este enfoque se han llegado a proponer escuelas para padres, encaminadas a hacerles partícipes de los modelos de educación que se practican con sus hijos y poder coordinar la influencia de los dos ambientes.
Los padres más cultos serán más sensibles a esa necesidad de colaborar con las escuelas y también pueden ser los más críticos con ella. Los padres menos cultos aceptarán la razón de la escuela con más pasividad o más confianza, aunque podrán prestar menos colaboración.
Las prácticas de participación de agentes externos necesarios para las escuelas nos están indicando nuevas vías de legitimación de la escolaridad; se aspira con esto a mejorar los resultados académicos, se evitan insatisfacciones, se distribuyen responsabilidades, entre otras cosas.
La educación debe ser un proceso que implique la contribución de todos los sujetos involucrados en el desarrollo intelectual de los seres humanos. Padres, maestros, estudiantes, sociedad en general, deben luchar como una entidad a fin de fortalecer afinidades y recuperar espacios sociales que fortalezcan valores. www.escritoresporlaeducación.blogspot.com
Lilia Patricia Ruiz Ruiz
(Escritores por la Educación, A.C.)
El ámbito educativo contempla una diversidad de situaciones que impactan, de manera notable, en los entornos sociales donde los estudiantes se desenvuelven. La educación ha estado respaldada por la participación directa de maestros, directivos, estudiantes y padres de familia; en este sentido, se podría augurar éxito para subsanar carencias sociales, pero no es así. Hace falta establecer con precisión cuáles son los roles que cada instancia debe desempeñar; en estos tiempos se busca una participación directa que reconstruya a la comunidad, que integre los saberes a la realidad, y que esté más vigilante respecto al proceso formativo de los estudiantes. Por supuesto que educar es un proceso compartido, de ahí que ningún personaje quede excluido de este compromiso social, pero sí que promueva cambios culturales y actitudinales, en pro de una educación de calidad, comprometida con las necesidades ciudadanas.
La exigencia de que los padres participen y contribuyan a definir, desarrollar y evaluar el proyecto educativo en el que se educan los hijos, se debe al reconocimiento de las debilidades del sistema escolar para generar los frutos que promete o lograr los fines esperados.
Actualmente la participación de los padres en el aspecto educativo se ha fortalecido, a fin de aplicar nuevas formas de control en la educación. Ha sido la evolución social y las costumbres lo que hace a la escuela un espacio socializador que ejerce funciones que la familia desempeñaba: la preparación para el trabajo, el acceso a la cultura y las oportunidades de socialización.
Al delegar muchas funciones de los padres a la escuela (instancia socializadora), la familia se centraba en las relaciones afectivas; las escuelas se concibieron como espacios públicos para el ejercicio de una forma de vida privada, no familiar, por parte de los estudiantes. Esto implicó que los padres fueran más permisivos, porque ya no tenían mucho que imponer a los hijos, dado que el aprendizaje de la vida en sociedad se delegó a la escuela y a los iguales. Hubo, entonces, una independencia de los estudiantes. Ahora las escuelas representan un nuevo espacio donde crecer, alejados de la familia; ellas se concibieron sustitutas de los padres, su autoridad y sus funciones. Hoy la situación es distinta; los padres exigen participar en la educación, a raíz de la desconfianza, de la ineficiencia concebida, de la carencia de valores (aspecto que se percibe constantemente).
La educación áulica está muy arraigada en el sentido común y en el saber hacer. Ser profesor implica transmitir, comunicar estímulos, disponer de gustos por conocer, dirigir procesos de aprendizaje, tratar a personas, guiar a seres en desarrollo, entre otras acciones.
En estos tiempos, la escuela se ha convertido en familia y a la inversa; no hay una separación de funciones. Los profesores se transfiguran algo en padres, y éstos en profesores. Así, el niño queda preso en el triángulo formado por el Estado, los padres y los profesionales de la educación. Las escuelas, al asumir funciones de la familia, educan a hijo”, aunque al hacerlo como institución pública educan a ciudadanos.
La colaboración entre familias y escuelas (maestros) es la fórmula para subsanar el estado al que nos ha conducido la evolución social, al separar a la vida familiar de otras esferas de socialización. Por ello, se trata de crear, en torno a las escuelas, comunidades relacionadas por lazos firmes que acerquen a las personas hacia proyectos que incluyan; en concreto, de recuperar las relaciones humanas a fin de no afectar nuestro presente ni futuro.
Las propuestas de responsabilizar sobre la educación de sus hijos a los padres, implica dar legitimidad al accionar de las escuelas en momentos en los que las insatisfacciones acerca de la educación son evidentes. El movimiento de “recuperar la educación para los padres” puede articularse mediante un bienestar psicológico, laboral, cultural y social, que cuida del ser humano (cuerpo, salud y mente), que busca la felicidad, el desarrollo personal, integral, y la mejora de la sociedad.
La escuela no está aislada del resto de la sociedad, ni del mundo familiar; para que ésta cumpla sus misiones (que no se quedan sólo en la transmisión de contenidos) y para que no quede aislada en el mundo circunscrito a sus ritos, hay que restablecer los lazos con la comunidad en general y las familias en particular.
La participación de los padres se centra en: colaboración y complementariedad entre escuela y familia (como apoyo a la escuela -proveedores, colaboradores en la disciplina, ayuda en tareas escolares). Los padres deben comprender el proyecto de la educación escolar e identificarse con él; deben desempeñarse como coeducadores en las escuelas.
Bajo este enfoque se han llegado a proponer escuelas para padres, encaminadas a hacerles partícipes de los modelos de educación que se practican con sus hijos y poder coordinar la influencia de los dos ambientes.
Los padres más cultos serán más sensibles a esa necesidad de colaborar con las escuelas y también pueden ser los más críticos con ella. Los padres menos cultos aceptarán la razón de la escuela con más pasividad o más confianza, aunque podrán prestar menos colaboración.
Las prácticas de participación de agentes externos necesarios para las escuelas nos están indicando nuevas vías de legitimación de la escolaridad; se aspira con esto a mejorar los resultados académicos, se evitan insatisfacciones, se distribuyen responsabilidades, entre otras cosas.
La educación debe ser un proceso que implique la contribución de todos los sujetos involucrados en el desarrollo intelectual de los seres humanos. Padres, maestros, estudiantes, sociedad en general, deben luchar como una entidad a fin de fortalecer afinidades y recuperar espacios sociales que fortalezcan valores. www.escritoresporlaeducación.blogspot.com
viernes, 12 de marzo de 2010
Haití, su (des) olvido
Haití, su (des) olvido.
Por LuisGerardo Martínez García
Amaneció ese sábado y casi todos ellos empacaron maletas; migraron. Haití ante este acontecimiento ya no es redituable para los que hacen del fenómeno mediático un comercio con oferta y demanda. Hoy Haití es vuelta de hoja; está en segundo plano. Es un volver al Haití de siempre: el olvidado, explotado, marginado.
Haití vuelve a ser su color negro esclavizado, pero rebelde.; ese olor a libertad subyugado. Es ese país con adjetivos muy severos: pobre, antidemocrático, explotado y analfabeta. Haití es su gente; esa gente que hoy duerme bajo enlonados que sólo cubren en parte el frío que penetra, que quema, que enfría. Gente que se puede enorgullecer por vivir en el primer país de América Latina en haber logrado su independencia, que pudo librarse también de los dictadores de Francois Duvalier (de 1957 a 1971), y posteriormente de su hijo Jean Claude (de 1971 a 1986). Gente que en sus pesares defiende a sus mujeres, sus hombres y sus derechos. Haití es su niñez, famosa por el signo de dólares que en la frente llevan; niñez vendible que en su tristeza ríe, brinca, baila; niñez convertida en papel moneda, en estadística, en nada. Niñez que también está en la fosa común entre los 300 mil que serán el dato duro, histórico en el porvenir. Niñez que está también en algún país desconocido a expensas del buen corazón que lo transportó hasta el otro lado del mundo, por horas y sin papeles, pasando ríos, montañas, fronteras sin que nadie antepusiera la Ley.
Es verdad, Haití es ahora la posibilidad del mercado para aquellos inversionistas que ven 8 millones de potenciales consumidores aproximadamente. Los estudios de mercadotecnia darán cuenta con seguridad de los servicios e infraestructura rentables en una nación destrozada, lloviendo por fuera y llorando por dentro. Millones de dólares son el motivo principal de aquellos que buscan ir o quedarse a mediano y corto plazo en Puerto Príncipe y sus provincias, no para levantar paredes, sino para recoger dinero invertido o donado, administrado por los menos ante la inmoralidad de la burocracia caótica y las manos ambiciosas, provistas de simulaciones… favores cobrados.
Las cicatrices de Haití permiten leer la historia con mayor claridad: esas, las del corazón, las del amanecer, las del despiadado, las del imperio, las de sistema, las de la desesperanza que en las esquinas engaña a unos y asombra a otros. Las cicatrices en América Latina y el Caribe dan cuenta de las heridas que derraman sangre y lágrimas en las madres que resguardan sus vivencias, sus recuerdos en las chozas de la montaña, la playa y la ciudad; cicatrices que relatan en la piel el desgaste de la desolación, del olvido, de la pobreza. Cicatrices que con mayúsculas escriben relatos en el corazón y lo fortalecen para estar, para seguir, porque las cicatrices duelen y rememoran lo vivido… lo padecido, pero no matan. Lo que no mata en nuestro continente se cuenta, se canta, se festeja para que los otros sepan que estamos en vida o en muerte con nuestras cicatrices, con nuestra historia.
Guarda silencio el Haití del siglo XXI. Los demás se han ido. Hoy cuenta sus muertos, levanta los ladrillos, mira sus muros, apuntala sus techos. Mañana el amanecer haitiano será otra vez casi el mismo, con su resplandor y sus sombras. El atardecer estará siempre acompañado del anciano que lo perdió todo, de su charla recordando esos años de lucha por lograr libertad. En tanto que el anochecer estará rodeado de ese toque de queda natural, sui generis; en Haití la noche se hizo para guardar los recuerdos y compartirlos en francés, inglés, español… el que sea: Demain serai quelque jour (mañana será otro día). Seguirá levantando muertos, escuelas, hospitales, esperanzas, revoluciones con el pensamiento libre que hasta ahora mueve los pies descalzos del que sufre sin caer ante el tirano. Seguirá hablando francés pero no pensará como el francés.
Haití ex colonia francesa; país exportador de café y azúcar en un 40 y 60 por ciento de lo consumido en Europa, también ha experimentado la exportación de esclavos, mujeres y niños. Fue en 1804 cuando se crearon las condiciones para una violenta revolución. Al igual que otros países que han luchado por su independencia, le costó desprecio y bloqueo por parte de las naciones poderosas del mundo. Haití vuelve al olvido de los otros, pero no de sí mismo. El fenómeno mediático atraído por el mundo del comercio internacional, lucra con imágenes de muerte y sufrimiento en zonas afectadas; al confundir información con reality show, la atención se centrará en el siguiente acontecimiento difundible (porque hay otros vetados) convertido en distractor, mientras que problemas de seguridad nacional (hambre, pobreza, agua, seguridad) se ocultan, se guardan para mejores ocasiones. Ahora toca a Taiwán que con el tiempo también nos contará su historia, después… no se sabe. ciudadmexico@hotmail.com
Por LuisGerardo Martínez García
Haití ocupó las primeras planas a ocho columnas y llenó las pantallas de la televisión por unos días, el motivo: el terremoto del 12 de enero en que fallecieron cerca de 300 mil, de una población de 8,924,553 habitantes. Países, organismos no gubernamentales, asociaciones filantrópicas y grupos lucrativos se volcaron, manifestando apoyos y condolencias. Haití, el país más pobre de occidente se vio rodeado de reflectores hasta la aparición del terremoto de Chile, este 27 de febrero.
Amaneció ese sábado y casi todos ellos empacaron maletas; migraron. Haití ante este acontecimiento ya no es redituable para los que hacen del fenómeno mediático un comercio con oferta y demanda. Hoy Haití es vuelta de hoja; está en segundo plano. Es un volver al Haití de siempre: el olvidado, explotado, marginado.
Haití vuelve a ser su color negro esclavizado, pero rebelde.; ese olor a libertad subyugado. Es ese país con adjetivos muy severos: pobre, antidemocrático, explotado y analfabeta. Haití es su gente; esa gente que hoy duerme bajo enlonados que sólo cubren en parte el frío que penetra, que quema, que enfría. Gente que se puede enorgullecer por vivir en el primer país de América Latina en haber logrado su independencia, que pudo librarse también de los dictadores de Francois Duvalier (de 1957 a 1971), y posteriormente de su hijo Jean Claude (de 1971 a 1986). Gente que en sus pesares defiende a sus mujeres, sus hombres y sus derechos. Haití es su niñez, famosa por el signo de dólares que en la frente llevan; niñez vendible que en su tristeza ríe, brinca, baila; niñez convertida en papel moneda, en estadística, en nada. Niñez que también está en la fosa común entre los 300 mil que serán el dato duro, histórico en el porvenir. Niñez que está también en algún país desconocido a expensas del buen corazón que lo transportó hasta el otro lado del mundo, por horas y sin papeles, pasando ríos, montañas, fronteras sin que nadie antepusiera la Ley.
Es verdad, Haití es ahora la posibilidad del mercado para aquellos inversionistas que ven 8 millones de potenciales consumidores aproximadamente. Los estudios de mercadotecnia darán cuenta con seguridad de los servicios e infraestructura rentables en una nación destrozada, lloviendo por fuera y llorando por dentro. Millones de dólares son el motivo principal de aquellos que buscan ir o quedarse a mediano y corto plazo en Puerto Príncipe y sus provincias, no para levantar paredes, sino para recoger dinero invertido o donado, administrado por los menos ante la inmoralidad de la burocracia caótica y las manos ambiciosas, provistas de simulaciones… favores cobrados.
Las cicatrices de Haití permiten leer la historia con mayor claridad: esas, las del corazón, las del amanecer, las del despiadado, las del imperio, las de sistema, las de la desesperanza que en las esquinas engaña a unos y asombra a otros. Las cicatrices en América Latina y el Caribe dan cuenta de las heridas que derraman sangre y lágrimas en las madres que resguardan sus vivencias, sus recuerdos en las chozas de la montaña, la playa y la ciudad; cicatrices que relatan en la piel el desgaste de la desolación, del olvido, de la pobreza. Cicatrices que con mayúsculas escriben relatos en el corazón y lo fortalecen para estar, para seguir, porque las cicatrices duelen y rememoran lo vivido… lo padecido, pero no matan. Lo que no mata en nuestro continente se cuenta, se canta, se festeja para que los otros sepan que estamos en vida o en muerte con nuestras cicatrices, con nuestra historia.
Guarda silencio el Haití del siglo XXI. Los demás se han ido. Hoy cuenta sus muertos, levanta los ladrillos, mira sus muros, apuntala sus techos. Mañana el amanecer haitiano será otra vez casi el mismo, con su resplandor y sus sombras. El atardecer estará siempre acompañado del anciano que lo perdió todo, de su charla recordando esos años de lucha por lograr libertad. En tanto que el anochecer estará rodeado de ese toque de queda natural, sui generis; en Haití la noche se hizo para guardar los recuerdos y compartirlos en francés, inglés, español… el que sea: Demain serai quelque jour (mañana será otro día). Seguirá levantando muertos, escuelas, hospitales, esperanzas, revoluciones con el pensamiento libre que hasta ahora mueve los pies descalzos del que sufre sin caer ante el tirano. Seguirá hablando francés pero no pensará como el francés.
Haití ex colonia francesa; país exportador de café y azúcar en un 40 y 60 por ciento de lo consumido en Europa, también ha experimentado la exportación de esclavos, mujeres y niños. Fue en 1804 cuando se crearon las condiciones para una violenta revolución. Al igual que otros países que han luchado por su independencia, le costó desprecio y bloqueo por parte de las naciones poderosas del mundo. Haití vuelve al olvido de los otros, pero no de sí mismo. El fenómeno mediático atraído por el mundo del comercio internacional, lucra con imágenes de muerte y sufrimiento en zonas afectadas; al confundir información con reality show, la atención se centrará en el siguiente acontecimiento difundible (porque hay otros vetados) convertido en distractor, mientras que problemas de seguridad nacional (hambre, pobreza, agua, seguridad) se ocultan, se guardan para mejores ocasiones. Ahora toca a Taiwán que con el tiempo también nos contará su historia, después… no se sabe. ciudadmexico@hotmail.com
lunes, 8 de marzo de 2010
La mujer en la docencia.
La mujer en la docencia
Julieta Hernández Dorantes
Escritores por la educación A. C.
“No se nace mujer, se llega a serlo”
Simone de Beauvoir
La docencia ha sido una profesión tradicional e históricamente femenina. La primera escuela normal que formaba en la técnica y práctica del sistema lancasteriano en 1823 era sólo para mujeres. Sólo que los espacios de poder en el sistema educativo a nivel estructural-organizativo han sido ocupados por hombres; se piensa son más idóneos para ocupar los puestos directivos, al proyectar mayor firmeza y autoridad que las mujeres.
Aún en años recientes existía segregación por género, exclusión y rechazo a las solicitudes de empleo de las docentes que no demostraran estado de ingravidez a través de un certificado médico; hoy día también al asignar puestos directivos en las escuelas existe una inequidad que coloca a las mismas en un colectivo, en el que pese a ser mayoría, su vulnerabilidad e invisibilidad es latente en el ámbito educativo.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Mujeres en México (Inmujeres), cuyo objetivo general es promover la no discriminación, la igualdad de oportunidades y de trato entre los géneros, encontramos que en México hay un millón 11 mil 322 mujeres maestras, el doble de maestros que se contabilizan con 642 mil 208, la distribución de los maestros y maestras depende del nivel que se imparta. Por mencionar algunos de los datos encontrados podemos valorar que predominan las mujeres como profesoras en preescolar con el 94.8 por ciento, en la primaria el 64.2 por ciento; en la secundaria se distribuye 49.4 por ciento mujeres y 50.6 hombres y en el nivel medio superior, el porcentaje de maestros es más alto con 56.1 por ciento.
Los datos anteriores nos demuestran que las mujeres han alcanzado un número importante y una presencia significativa en el ejercicio de la docencia; sobre todo en el nivel básico, ya que en el nivel superior ha logrado un menor posicionamiento.
Históricamente ser maestra es una profesión aceptada socialmente por ser compatible con el rol de madre y esposa, ya que le permite cumplir con labores domésticas; se puede aseverar que las docentes tienen una doble alternancia en la articulación del trabajo académico y el extra doméstico; además de ser productoras de lazos afectivos, de crianza y aprendizajes en los niños.
La conquista de nuevos espacios sociales y laborales no han liberado a la mujer de sus responsabilidades en los espacios tradicionales, lo que hace difícil la compatibilidad de los roles de ámbito personal con el profesional. Dicha situación le conlleva a asumir roles de una sociedad tradicionalmente estereotipada, introyectándolos de manera inconsciente, implícita y explícitamente como un mandato en respuesta a un orden social, estimulando una domesticación de las docentes y una falta de reconocimiento a sus cualidades, virtudes como trabajadora de la educación.
Los discursos, mitos sociales en torno al rol de la docente se ordenan, legitiman y disciplinan definiendo los estereotipos que se tienen que asumir, determinando funciones que son una prolongación del seno familiar lo que desencadena acciones de desigualdad y subordinación en los espacios educativos, generando un trato misógino, violentando las interacciones de género.
Las maestras generalmente son mujeres que construyen y producen en situaciones de adversidad, experimentando diferentes vicisitudes de un contexto sociocultural construido por hombres, ríspido y subyugante, agregando la situación de un sueldo de baja remuneración con ínfimas oportunidades de crecimiento profesional.
Más allá de cualquier discurso se deben plantear objetivos en común para mejorar las relaciones de género, crear nuevos espacios en el desempeño de la docente con la finalidad de construir una educación inclusiva verdadera, deconstruir la condición humana para generar una relación plena entre tod@s, construyendo otra realidad no excluyente e igualitariamente justa. www.escritoresporlaeducacion.blogspot.com
Julieta Hernández Dorantes
Escritores por la educación A. C.
“No se nace mujer, se llega a serlo”
Simone de Beauvoir
La docencia ha sido una profesión tradicional e históricamente femenina. La primera escuela normal que formaba en la técnica y práctica del sistema lancasteriano en 1823 era sólo para mujeres. Sólo que los espacios de poder en el sistema educativo a nivel estructural-organizativo han sido ocupados por hombres; se piensa son más idóneos para ocupar los puestos directivos, al proyectar mayor firmeza y autoridad que las mujeres.
Aún en años recientes existía segregación por género, exclusión y rechazo a las solicitudes de empleo de las docentes que no demostraran estado de ingravidez a través de un certificado médico; hoy día también al asignar puestos directivos en las escuelas existe una inequidad que coloca a las mismas en un colectivo, en el que pese a ser mayoría, su vulnerabilidad e invisibilidad es latente en el ámbito educativo.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Mujeres en México (Inmujeres), cuyo objetivo general es promover la no discriminación, la igualdad de oportunidades y de trato entre los géneros, encontramos que en México hay un millón 11 mil 322 mujeres maestras, el doble de maestros que se contabilizan con 642 mil 208, la distribución de los maestros y maestras depende del nivel que se imparta. Por mencionar algunos de los datos encontrados podemos valorar que predominan las mujeres como profesoras en preescolar con el 94.8 por ciento, en la primaria el 64.2 por ciento; en la secundaria se distribuye 49.4 por ciento mujeres y 50.6 hombres y en el nivel medio superior, el porcentaje de maestros es más alto con 56.1 por ciento.
Los datos anteriores nos demuestran que las mujeres han alcanzado un número importante y una presencia significativa en el ejercicio de la docencia; sobre todo en el nivel básico, ya que en el nivel superior ha logrado un menor posicionamiento.
Históricamente ser maestra es una profesión aceptada socialmente por ser compatible con el rol de madre y esposa, ya que le permite cumplir con labores domésticas; se puede aseverar que las docentes tienen una doble alternancia en la articulación del trabajo académico y el extra doméstico; además de ser productoras de lazos afectivos, de crianza y aprendizajes en los niños.
La conquista de nuevos espacios sociales y laborales no han liberado a la mujer de sus responsabilidades en los espacios tradicionales, lo que hace difícil la compatibilidad de los roles de ámbito personal con el profesional. Dicha situación le conlleva a asumir roles de una sociedad tradicionalmente estereotipada, introyectándolos de manera inconsciente, implícita y explícitamente como un mandato en respuesta a un orden social, estimulando una domesticación de las docentes y una falta de reconocimiento a sus cualidades, virtudes como trabajadora de la educación.
Los discursos, mitos sociales en torno al rol de la docente se ordenan, legitiman y disciplinan definiendo los estereotipos que se tienen que asumir, determinando funciones que son una prolongación del seno familiar lo que desencadena acciones de desigualdad y subordinación en los espacios educativos, generando un trato misógino, violentando las interacciones de género.
Las maestras generalmente son mujeres que construyen y producen en situaciones de adversidad, experimentando diferentes vicisitudes de un contexto sociocultural construido por hombres, ríspido y subyugante, agregando la situación de un sueldo de baja remuneración con ínfimas oportunidades de crecimiento profesional.
Más allá de cualquier discurso se deben plantear objetivos en común para mejorar las relaciones de género, crear nuevos espacios en el desempeño de la docente con la finalidad de construir una educación inclusiva verdadera, deconstruir la condición humana para generar una relación plena entre tod@s, construyendo otra realidad no excluyente e igualitariamente justa. www.escritoresporlaeducacion.blogspot.com
lunes, 1 de marzo de 2010
Las finalidades de la educación
Las finalidades de la educación
Gilberto Nieto Aguilar
(Escritores por la Educación, A.C.)
El Plan de estudio 2006 de “Educación básica. Secundaria” establece que el Artículo 3° constitucional, la Ley General de Educación y el Programa Nacional de Educación respectivo “concretan el compromiso del Estado Mexicano de ofrecer una educación democrática, nacional, intercultural, laica y obligatoria que favorezca el desarrollo del individuo y de su comunidad…”
En la articulación de la educación básica, se especifica el “perfil de egreso que define el tipo de ciudadano que se espera formar en su paso por la educación obligatoria”… como un referente necesario para el trabajo del maestro en el aula. Las competencias que se propone desarrollar irán encaminadas a facilitar la participación en la sociedad, resolver problemas de carácter práctico, mejorar las formas de convivencia, ampliar las expectativas de vida y aprender a manejar la información.
El currículo es un punto de partida esencial, pero condiciona su efectividad a la organización del sistema educativo para hacerse presente, a la disposición de la escuela para interpretarlo, al trabajo y la responsabilidad de los profesores, al interés y la colaboración de los padres de familia, al acompañamiento de las autoridades escolares, todo esto, dentro del contexto social de cada escuela.
Afuera, la educación extramuros determina valores, actitudes y filosofías de vida. Adentro, los centros escolares de educación básica luchan para llevar adelante las finalidades de la educación formuladas en los documentos citados, y para darle un sentido práctico y pedagógico al trabajo escolar. Un par de ejemplos nos pueden servir para valorar la importancia de la educación fuera del aula, especialmente la familiar.
En el hogar, primer espacio educativo, tradicionalmente la mujer juega un papel trascendental con las hijas y los hijos. Ante la necesidad de tener un rol activo en la economía familiar, la mujer madre lucha por conjugar el papel de mujer trabajadora, terminando en un ser y hacer polivalente que está transformando la organización de la familia y el papel que ha representado el hombre.
Un caso para analizar son los papás frágiles y las madres demasiado solícitas, pues convierten a los hijos en niños sin límites, incapaces de soportar un “no”. Cuando estos asisten a la escuela, sufren problemas de adaptación. Tal vez los padres tuvieron a su vez padres autoritarios y no quieren repetir el modelo. O la permisividad es una forma de compensación por el poco tiempo que les dedican.
Dejar que los hijos hagan lo que les venga en gana no es el mejor camino para lograr el ideal de la felicidad. No hay un camino seguro, pero en el viaje se necesita disciplina, libertad, ética, equilibrio emocional, sentido de ciudadanía, autoestima, evolución y desarrollo de las capacidades, expectativas claras de lo que se quiere y espera de la vida, cosas que supuestamente deben aprenderse y desarrollarse en la familia, en la escuela, en la Iglesia, en el reflejo de la autoridad y el gobierno, en los medios de comunicación y en la sociedad.
La falta de correspondencia entre lo que hay que aprender y las enseñanzas y ejemplos que se recogen, genera confusión y cinismo en los menores y en los jóvenes, de tal manera que terminan reproduciendo las actitudes y las formas de ser más usuales, sin distinguir la incongruencia entre el decir y el hacer, ni la diferencia entre el ser y el deber ser.
Con la evolución de la sociedad del siglo XXI, señala Içami Tiba que “los hijos empiezan a convivir con personas ajenas a su familia desde los dos años de edad”. En ocasiones antes. Además, “con los estímulos de los avances tecnológicos, juegos electrónicos, Internet, videojuegos, teléfonos celulares con mensajes, fotos y correos electrónicos, los niños absorben una identidad global a veces más fuerte que la familiar” (“Quien ama, educa”, Santillana Ediciones, México, 2009).
La escuela compite con la educación que se recibe fuera de aula, muchas veces más poderosa, sensorial y atrayente que la pedagogía escolar. Y por otro lado, habría que hacer un análisis profundo de la sobreprotección de algunas familias y del propio Estado sobre la conducta de los menores sin fijar límites que eduquen y les ofrezcan recursos para resolver problemas sin afectarse ni afectar negativamente a los demás.
gnietoa@hotmail.com
Gilberto Nieto Aguilar
(Escritores por la Educación, A.C.)
El Plan de estudio 2006 de “Educación básica. Secundaria” establece que el Artículo 3° constitucional, la Ley General de Educación y el Programa Nacional de Educación respectivo “concretan el compromiso del Estado Mexicano de ofrecer una educación democrática, nacional, intercultural, laica y obligatoria que favorezca el desarrollo del individuo y de su comunidad…”
En la articulación de la educación básica, se especifica el “perfil de egreso que define el tipo de ciudadano que se espera formar en su paso por la educación obligatoria”… como un referente necesario para el trabajo del maestro en el aula. Las competencias que se propone desarrollar irán encaminadas a facilitar la participación en la sociedad, resolver problemas de carácter práctico, mejorar las formas de convivencia, ampliar las expectativas de vida y aprender a manejar la información.
El currículo es un punto de partida esencial, pero condiciona su efectividad a la organización del sistema educativo para hacerse presente, a la disposición de la escuela para interpretarlo, al trabajo y la responsabilidad de los profesores, al interés y la colaboración de los padres de familia, al acompañamiento de las autoridades escolares, todo esto, dentro del contexto social de cada escuela.
Afuera, la educación extramuros determina valores, actitudes y filosofías de vida. Adentro, los centros escolares de educación básica luchan para llevar adelante las finalidades de la educación formuladas en los documentos citados, y para darle un sentido práctico y pedagógico al trabajo escolar. Un par de ejemplos nos pueden servir para valorar la importancia de la educación fuera del aula, especialmente la familiar.
En el hogar, primer espacio educativo, tradicionalmente la mujer juega un papel trascendental con las hijas y los hijos. Ante la necesidad de tener un rol activo en la economía familiar, la mujer madre lucha por conjugar el papel de mujer trabajadora, terminando en un ser y hacer polivalente que está transformando la organización de la familia y el papel que ha representado el hombre.
Un caso para analizar son los papás frágiles y las madres demasiado solícitas, pues convierten a los hijos en niños sin límites, incapaces de soportar un “no”. Cuando estos asisten a la escuela, sufren problemas de adaptación. Tal vez los padres tuvieron a su vez padres autoritarios y no quieren repetir el modelo. O la permisividad es una forma de compensación por el poco tiempo que les dedican.
Dejar que los hijos hagan lo que les venga en gana no es el mejor camino para lograr el ideal de la felicidad. No hay un camino seguro, pero en el viaje se necesita disciplina, libertad, ética, equilibrio emocional, sentido de ciudadanía, autoestima, evolución y desarrollo de las capacidades, expectativas claras de lo que se quiere y espera de la vida, cosas que supuestamente deben aprenderse y desarrollarse en la familia, en la escuela, en la Iglesia, en el reflejo de la autoridad y el gobierno, en los medios de comunicación y en la sociedad.
La falta de correspondencia entre lo que hay que aprender y las enseñanzas y ejemplos que se recogen, genera confusión y cinismo en los menores y en los jóvenes, de tal manera que terminan reproduciendo las actitudes y las formas de ser más usuales, sin distinguir la incongruencia entre el decir y el hacer, ni la diferencia entre el ser y el deber ser.
Con la evolución de la sociedad del siglo XXI, señala Içami Tiba que “los hijos empiezan a convivir con personas ajenas a su familia desde los dos años de edad”. En ocasiones antes. Además, “con los estímulos de los avances tecnológicos, juegos electrónicos, Internet, videojuegos, teléfonos celulares con mensajes, fotos y correos electrónicos, los niños absorben una identidad global a veces más fuerte que la familiar” (“Quien ama, educa”, Santillana Ediciones, México, 2009).
La escuela compite con la educación que se recibe fuera de aula, muchas veces más poderosa, sensorial y atrayente que la pedagogía escolar. Y por otro lado, habría que hacer un análisis profundo de la sobreprotección de algunas familias y del propio Estado sobre la conducta de los menores sin fijar límites que eduquen y les ofrezcan recursos para resolver problemas sin afectarse ni afectar negativamente a los demás.
gnietoa@hotmail.com
martes, 9 de febrero de 2010
Crisis de identidad y orgullo nacional, La Competencia Digital y Tratamiento de la Información
CRISIS DE IDENTIDAD Y ORGULLO NACIONAL.
Por Lisardo Enríquez L.
(Escritores por la Educación, A. C.)
La Universidad Nacional ha tenido rectores ejemplares, mexicanos de excepción, si se me permite. Tal es el caso del Dr. José Narro Robles, rector en funciones, quien dijo en reciente entrevista que concedió a la Revista Educación 2001, Número 175, de diciembre de 2009: “tengo una argumentación sólida, para afirmar que México es un gran país. México tiene muchísimas cosas de las que se puede sentir profundamente orgulloso, satisfecho; muchos eventos de su historia nacional revelan a México como un gran país. México es un gran país”.
Cuando explica cuáles son esas cosas que nuestro país tiene, cita lo extenso de su territorio; que hay costas, montañas, bosques, selvas y desiertos; que es muy rica su biodiversidad; que tiene una gran cultura; que es uno de los núcleos de la civilización universal. Dice que la grandeza se puede aquilatar viendo lo que hemos avanzado en salud, educación, comunicaciones, servicios básicos, vivienda, etc. Y dice que también hay conflictos y problemas por resolver. Que lo que se ha logrado avanzar ya no es suficiente en este momento; “que nos estamos atorando, nos estamos rezagando”. Que este país tiene que cambiar. Que “México tiene que cambiar el modelo de desarrollo, comprendiendo todos sus componentes: el económico, el social”.
Por otra parte, opina que la educación es una de las mejores herramientas para que una sociedad pueda transformarse. Bueno, si, aunque no es la educación en estricto y único sentido la que va a cambiar por sí sola a la sociedad. Pero, desde luego, es un elemento fundamental, y puede ser una palanca que coadyuve con el todo para alcanzar esa transformación. Por supuesto, se requiere de una nueva visión y de cambios en la estructura económica, política y social, que sirvan de marco y acompañamiento a una nueva sociedad que se construya con un fuerte impulso de la educación. A México le urge abatir la desigualdad social, es una de las naciones con mayores índices en este aspecto. También le urge un sacudimiento de la conciencia colectiva, que se logrará con un liderazgo claro y directo en todos los niveles, integrando a todos los ciudadanos.
En cuanto al tema de la educación, ya alguna vez lo dijo el investigador Pablo Latapí: “la política educativa está urgentemente necesitada de una fuerte dosis de pensamiento utópico que integre sus acciones en un horizonte de valores humanos y sociales”. En ese sentido, la educación tiene en sus manos la obligación de formar ciudadanos que estén orgullosos de su nacionalidad; que sepan que comparten valores y fines comunes a la mayoría; que sean personas cultas y analíticas, que aprecien la belleza, el amor al trabajo, y que desarrollen la capacidad de comprender el bien, de tal manera que puedan enfrentarse a las situaciones cambiantes de la actualidad y del futuro inmediato.
Sin lugar a dudas, en el campo de la educación el eje es el maestro. Razón por la que éste debe tener una alta conciencia de su responsabilidad y una formación general y específica que le garanticen ser guía del desarrollo de estudiantes independientes, con alta capacidad de desempeño desde la educación inicial hasta las especializaciones y los posgrados. Ante estas exigencias, hace falta revisar, y replantear, las líneas y los procesos de formación y actualización de los docentes. Hay autores como Carlos Ornelas, que afirman que la formación intelectual del maestro es deficiente. Si esto es así, se tiene que dar un giro completo a esa formación. La preparación de las nuevas generaciones tiene que ser en serio. Esto obliga a cambiar muchas otras cosas que quedan de tarea, con el propósito de superar la crisis de identidad de la que habla Roger Bartra, y para recuperar el orgullo Nacional al que se refiere el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México.
La Competencia Digital y Tratamiento de la Información
Luis Alberto Ortiz Castañeda
(Escritores por la Educación, A. C.)
El otro día navegando por Internet me encontré con una conferencia dictada por el Profesor Jordy Adell, de la Universidad de Castellón, misma que se llevó acabo en el mes de abril de 2007 en Santander, España. De manera general expuso cómo el Ministerio de Educación y Ciencias (el equivalente a nuestra Secretaría de Educación Pública) decretó en diciembre de 2006 “las enseñanzas mínimas y competencias” que deberían tener los alumnos de primaria y de ESO (Educación Secundaria Obligatoria) integradas a una estructura enfocada básicamente en: Objetivos, competencias básicas, áreas del conocimiento y criterios de evaluación de las mismas. Dentro de las competencias básicas mencionan las competencias digital y de tratamiento de la información, para primaria y para ESO entre otras. Mientras en otros países esta competencia esta dividida en dos, por un lado la competencia de tratamiento de la información de esencia bibliotecaria y la competencia digital de esencia informática, mencionando para ambos casos que debe de desarrollarse el uso de la tecnología como herramienta de aprendizaje.
Pero la pregunta que inmediatamente salta a nuestra mente es ¿cómo se manifiesta la competencia digital y de tratamiento de la información en los objetivos, en dónde esta en los bloques de contenidos de cada asignatura y cómo se aplica esta competencia en los criterios de evaluación? Tal pareciera, salvo honrosas excepciones, que los ideólogos de la educación en España, al igual que en nuestros países de América Latina, desarrollan muy bien el ¿qué hacer? Pero se les olvida detallar el ¿cómo? y ¿en dónde hacerlo? Una definición de competencia digital emitida por la empresa “”Skills”, dedicada a los servicios educativos, nos dice que es la “habilidad para usar la tecnología digital, las herramientas de comunicación y/o redes para acceder, gestionar, integrar, evaluar, crear y comunicar información ética y legal a fin de funcionar en una sociedad del conocimiento”. Esta definición también puede ser encontrada como alfabetización digital o alfabetización en el uso de las Tics. Ahora bien, para utilizar o desarrollar esta competencia digital debemos tener en cuenta tres grandes dimensiones, en primer término la cognitiva, es decir el desarrollo de procesos de aprendizaje, conceptos, principios, etc.; en segundo lugar la dimensión ético legal, se debe cuidar los derechos de autor aunada los aspectos sociales y sus repercusiones con el entorno, y la tecnológica o procedimental, aquí cabe mencionar un fenómeno que se ha presentado en las últimas épocas, estamos ante generaciones de niños, adolescentes y jóvenes que en este aspecto tienen mayor conocimiento en el manejo de las Tics que los profesores, cosa que se pensó imposible que llegara a pasar durante mucho tiempo, pero ahora ellos buscan información en Internet, hacen blogs o páginas web, bajan música, transitan por las redes sociales y suben sus fotos, gustos e intereses. Por lo tanto urge capacitar a los docentes en el desarrollo de la competencia digital y del tratamiento de la información pero con enfoque en actividades de aprendizaje, por que muchas veces los docentes caemos en el error de utilizar las computadoras para hacer lo mismo que hacíamos en el pizarrón, o con las láminas ilustradas, y entonces si hay uso de la tecnología, pero innovación pedagógica y de actividades de aprendizaje no hay mucha.
Lo primero que se debe estimular con la competencia tecnológica es la creación, la innovación, la comunicación y la colaboración para que esta competencia sea eficaz y eficiente, presentada a través de actividades didácticas en todas las asignaturas del currículo pues la pertinencia de la competencia permite la tranversalidad en todas las materias.
Esto nos lleva a mencionar que para que una actividad de aprendizaje basada en la competencia tecnológica o de alfabetización múltiple sea significativa, debe ser analizada, no basta con buscar y presentar la información debe ser interpretada, y así crear información nueva, que se pueda compartir, discutir y enriquecer, así evitar lo que pasa en muchas escuelas en México y que conocemos como una costumbre en nuestros alumnos el copiar y pegar, pues si esto se presenta no hay un aprendizaje cognitivo sólo el uso de la herramienta tecnológica y presentación de la información sin análisis y sin reflexión.
Entonces para evaluar una competencia digital necesitamos definir un problema o necesidad de información, acceder a la información que necesitamos, gestionarla para hacerla accesible a los demás, integrarla con las ideas previas del estudiante o con otras ideas colaterales, evaluar la fiabilidad o validez de la información, crear nueva información con los elementos que hemos adquirido y compartirla o presentarla con las herramientas tecnológicas que tenemos a nuestro alcance en México, sería muy interesante que los docentes lo hiciéramos con nuestros alumnos en nuestras escuelas, utilizando las aulas de medios instaladas en las mismas, manipulando plenamente la enciclomedia para primaria y la mediática para Telesecundaria o sumándose los proyectos colaborativos que tiene el ILCE en su pagina de Red Escolar, por poner solo algunos ejemplos, motivando a los alumnos a crear y compartir sus proyectos, los alumnos son de naturaleza narcisista, les gusta mostrar sus creaciones, ese puede ser el gran eslabón con las actividades didácticas y así desarrollar esta competencia propia de nuestros tiempos, en donde la educación no se escapa de la globalización.
Por Lisardo Enríquez L.
(Escritores por la Educación, A. C.)
La Universidad Nacional ha tenido rectores ejemplares, mexicanos de excepción, si se me permite. Tal es el caso del Dr. José Narro Robles, rector en funciones, quien dijo en reciente entrevista que concedió a la Revista Educación 2001, Número 175, de diciembre de 2009: “tengo una argumentación sólida, para afirmar que México es un gran país. México tiene muchísimas cosas de las que se puede sentir profundamente orgulloso, satisfecho; muchos eventos de su historia nacional revelan a México como un gran país. México es un gran país”.
Cuando explica cuáles son esas cosas que nuestro país tiene, cita lo extenso de su territorio; que hay costas, montañas, bosques, selvas y desiertos; que es muy rica su biodiversidad; que tiene una gran cultura; que es uno de los núcleos de la civilización universal. Dice que la grandeza se puede aquilatar viendo lo que hemos avanzado en salud, educación, comunicaciones, servicios básicos, vivienda, etc. Y dice que también hay conflictos y problemas por resolver. Que lo que se ha logrado avanzar ya no es suficiente en este momento; “que nos estamos atorando, nos estamos rezagando”. Que este país tiene que cambiar. Que “México tiene que cambiar el modelo de desarrollo, comprendiendo todos sus componentes: el económico, el social”.
Por otra parte, opina que la educación es una de las mejores herramientas para que una sociedad pueda transformarse. Bueno, si, aunque no es la educación en estricto y único sentido la que va a cambiar por sí sola a la sociedad. Pero, desde luego, es un elemento fundamental, y puede ser una palanca que coadyuve con el todo para alcanzar esa transformación. Por supuesto, se requiere de una nueva visión y de cambios en la estructura económica, política y social, que sirvan de marco y acompañamiento a una nueva sociedad que se construya con un fuerte impulso de la educación. A México le urge abatir la desigualdad social, es una de las naciones con mayores índices en este aspecto. También le urge un sacudimiento de la conciencia colectiva, que se logrará con un liderazgo claro y directo en todos los niveles, integrando a todos los ciudadanos.
En cuanto al tema de la educación, ya alguna vez lo dijo el investigador Pablo Latapí: “la política educativa está urgentemente necesitada de una fuerte dosis de pensamiento utópico que integre sus acciones en un horizonte de valores humanos y sociales”. En ese sentido, la educación tiene en sus manos la obligación de formar ciudadanos que estén orgullosos de su nacionalidad; que sepan que comparten valores y fines comunes a la mayoría; que sean personas cultas y analíticas, que aprecien la belleza, el amor al trabajo, y que desarrollen la capacidad de comprender el bien, de tal manera que puedan enfrentarse a las situaciones cambiantes de la actualidad y del futuro inmediato.
Sin lugar a dudas, en el campo de la educación el eje es el maestro. Razón por la que éste debe tener una alta conciencia de su responsabilidad y una formación general y específica que le garanticen ser guía del desarrollo de estudiantes independientes, con alta capacidad de desempeño desde la educación inicial hasta las especializaciones y los posgrados. Ante estas exigencias, hace falta revisar, y replantear, las líneas y los procesos de formación y actualización de los docentes. Hay autores como Carlos Ornelas, que afirman que la formación intelectual del maestro es deficiente. Si esto es así, se tiene que dar un giro completo a esa formación. La preparación de las nuevas generaciones tiene que ser en serio. Esto obliga a cambiar muchas otras cosas que quedan de tarea, con el propósito de superar la crisis de identidad de la que habla Roger Bartra, y para recuperar el orgullo Nacional al que se refiere el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México.
La Competencia Digital y Tratamiento de la Información
Luis Alberto Ortiz Castañeda
(Escritores por la Educación, A. C.)
El otro día navegando por Internet me encontré con una conferencia dictada por el Profesor Jordy Adell, de la Universidad de Castellón, misma que se llevó acabo en el mes de abril de 2007 en Santander, España. De manera general expuso cómo el Ministerio de Educación y Ciencias (el equivalente a nuestra Secretaría de Educación Pública) decretó en diciembre de 2006 “las enseñanzas mínimas y competencias” que deberían tener los alumnos de primaria y de ESO (Educación Secundaria Obligatoria) integradas a una estructura enfocada básicamente en: Objetivos, competencias básicas, áreas del conocimiento y criterios de evaluación de las mismas. Dentro de las competencias básicas mencionan las competencias digital y de tratamiento de la información, para primaria y para ESO entre otras. Mientras en otros países esta competencia esta dividida en dos, por un lado la competencia de tratamiento de la información de esencia bibliotecaria y la competencia digital de esencia informática, mencionando para ambos casos que debe de desarrollarse el uso de la tecnología como herramienta de aprendizaje.
Pero la pregunta que inmediatamente salta a nuestra mente es ¿cómo se manifiesta la competencia digital y de tratamiento de la información en los objetivos, en dónde esta en los bloques de contenidos de cada asignatura y cómo se aplica esta competencia en los criterios de evaluación? Tal pareciera, salvo honrosas excepciones, que los ideólogos de la educación en España, al igual que en nuestros países de América Latina, desarrollan muy bien el ¿qué hacer? Pero se les olvida detallar el ¿cómo? y ¿en dónde hacerlo? Una definición de competencia digital emitida por la empresa “”Skills”, dedicada a los servicios educativos, nos dice que es la “habilidad para usar la tecnología digital, las herramientas de comunicación y/o redes para acceder, gestionar, integrar, evaluar, crear y comunicar información ética y legal a fin de funcionar en una sociedad del conocimiento”. Esta definición también puede ser encontrada como alfabetización digital o alfabetización en el uso de las Tics. Ahora bien, para utilizar o desarrollar esta competencia digital debemos tener en cuenta tres grandes dimensiones, en primer término la cognitiva, es decir el desarrollo de procesos de aprendizaje, conceptos, principios, etc.; en segundo lugar la dimensión ético legal, se debe cuidar los derechos de autor aunada los aspectos sociales y sus repercusiones con el entorno, y la tecnológica o procedimental, aquí cabe mencionar un fenómeno que se ha presentado en las últimas épocas, estamos ante generaciones de niños, adolescentes y jóvenes que en este aspecto tienen mayor conocimiento en el manejo de las Tics que los profesores, cosa que se pensó imposible que llegara a pasar durante mucho tiempo, pero ahora ellos buscan información en Internet, hacen blogs o páginas web, bajan música, transitan por las redes sociales y suben sus fotos, gustos e intereses. Por lo tanto urge capacitar a los docentes en el desarrollo de la competencia digital y del tratamiento de la información pero con enfoque en actividades de aprendizaje, por que muchas veces los docentes caemos en el error de utilizar las computadoras para hacer lo mismo que hacíamos en el pizarrón, o con las láminas ilustradas, y entonces si hay uso de la tecnología, pero innovación pedagógica y de actividades de aprendizaje no hay mucha.
Lo primero que se debe estimular con la competencia tecnológica es la creación, la innovación, la comunicación y la colaboración para que esta competencia sea eficaz y eficiente, presentada a través de actividades didácticas en todas las asignaturas del currículo pues la pertinencia de la competencia permite la tranversalidad en todas las materias.
Esto nos lleva a mencionar que para que una actividad de aprendizaje basada en la competencia tecnológica o de alfabetización múltiple sea significativa, debe ser analizada, no basta con buscar y presentar la información debe ser interpretada, y así crear información nueva, que se pueda compartir, discutir y enriquecer, así evitar lo que pasa en muchas escuelas en México y que conocemos como una costumbre en nuestros alumnos el copiar y pegar, pues si esto se presenta no hay un aprendizaje cognitivo sólo el uso de la herramienta tecnológica y presentación de la información sin análisis y sin reflexión.
Entonces para evaluar una competencia digital necesitamos definir un problema o necesidad de información, acceder a la información que necesitamos, gestionarla para hacerla accesible a los demás, integrarla con las ideas previas del estudiante o con otras ideas colaterales, evaluar la fiabilidad o validez de la información, crear nueva información con los elementos que hemos adquirido y compartirla o presentarla con las herramientas tecnológicas que tenemos a nuestro alcance en México, sería muy interesante que los docentes lo hiciéramos con nuestros alumnos en nuestras escuelas, utilizando las aulas de medios instaladas en las mismas, manipulando plenamente la enciclomedia para primaria y la mediática para Telesecundaria o sumándose los proyectos colaborativos que tiene el ILCE en su pagina de Red Escolar, por poner solo algunos ejemplos, motivando a los alumnos a crear y compartir sus proyectos, los alumnos son de naturaleza narcisista, les gusta mostrar sus creaciones, ese puede ser el gran eslabón con las actividades didácticas y así desarrollar esta competencia propia de nuestros tiempos, en donde la educación no se escapa de la globalización.
jueves, 28 de enero de 2010
El sentido de educar, una política de Estado
EL SENTIDO DE EDUCAR, UNA POLITICA DE ESTADO
Por Avelino Reyes Pech
Escritores por la Educación, A.C.
“El Ministerio de Educación del gobierno mundial
está en pocas manos” Eduardo Galeano
A principios del mes de diciembre de 2009, con una diferencia de apenas casi de dos días, los diputados de la actual legislatura de Veracruz tuvieron la oportunidad de ser destinatarios directos de dos discursos opuestos sobre la educación. El primer día del mes, el Dr. Víctor Arredondo Alvarez, Secretario de Educación de Veracruz, en congruencia con el Informe del Gobernador Fidel Herrera centró su comparecencia en cifras y estadísticas, estilo muy común en los informes gubernamentales: avance porcentual de metas fijadas, “ganancia” en la prueba ENLACE (Evaluación Nacional del Logro Académico en Centros Escolares), mención de los ejes de la política implementada por el funcionario (modernización de la gestión, cobertura y calidad, incremento del número de alumnos, del de docentes, de escuelas, disminución de la deserción y reprobación escolares) y otras citas cuyos referentes empíricos, por su naturaleza, no está al alcance fácil de los ciudadanos o personas atentas a lo que se dice y se hace en el espacio educativo.
Por su parte, en un mensaje leído por su hijo ante el gobernador del Estado, la Dra. Ida Rodríguez Prampolini, en la sesión solemne del día 3 del mismo mes, en ocasión de recibir de manos del Gobernador Herrera Beltrán la medalla “Ruiz Cortines”, presea que anualmente otorga el gobierno veracruzano a hombres y mujeres considerados como ejemplares, centró su oratoria en la existencia de una relación entre arte, cultura y educación. Y en una afirmación significativamente opuesta a la del Secretario de Educación Arredondo Alvarez afirmó contundente y sin excepciones, que “la educación en general está destruida”. Abogó por la humanización de la ciencia y la tecnología, por la necesidad de luchar contra la crisis del individualismo y una sociedad de masas heterogénea. Alertó sobre el peligro que representa la generación intencional y perversa de un antagonismo entre los paradigmas “yo-comunidad”; de la lamentable apología de una sociedad amorfa que nació en el predominio de un mundo burgués que está basado en el comercio, las conquistas de mercados y la expansión territorial afanado sólo en el insaciable deseo individualista de la libertad de hacerse rico y demostrar que lo es.
La diferencia de los mensajes no es menor y es lamentable que los legisladores no se hayan pronunciado ni como cuerpo colegiado ni en lo individual ante dos posicionamientos que se refieren a uno de los principios esenciales de la filosofía de la educación: ¿para qué se educa? Es evidente de que los discursos mencionados no se oponen por simple retórica sino de algo más fundamental, la formación y trayectoria de vida personal y profesional de cada uno de ellos o los intereses que defienden en el contexto de la historia política nacional que en su aspecto educativo de sintetiza en el artículo tercero Constitucional ley suprema de la nación mexicana, fruto de las mentes más lúcidas que le dieron origen.
Cuando el gobernador en su informe al Congreso dijo que “asumimos la responsabilidad de cambiar el sistema educativo que responda a las condiciones reales del Estado, de México y del mundo” no definió como tampoco lo hizo su Secretario del Ramo, si se refería a las condiciones reales de un mercado financiero internacional que significa expansión de territorios y de riqueza concentrada en pocas manos, o de los pueblos que luchan por rescatar justicia y equidad de los intereses imperiales como lo ejemplificó la Dra. Rodríguez Prampolini; si la referencia fue contra la deshumanización de la ciencia y la cultura y a favor de la relación armoniosa entre yo y comunidad o de una política de cambiar beneficios sociales estructurales por la inmediatez económica que mucho daña a nuestro país y a los pueblos latinoamericanos en la defensa de su patrimonio social
El silencio o la complicidad cada vez más frecuente de algunos funcionarios de alguno de los poderes gubernamentales nos permite ver que el mayor peligro de México no deriva del hecho de enjuiciar de manera muy ligera como lo han venido haciendo algunos sectores la conducta docente, sino de algo más sutil: la intención implícita de convertir en política pública la tesis de que no hay más camino que hacer de la educación una mera práctica tecnológica como un fin en sí mismo y desvinculada de las demás producciones sociales. Insistir en que el progreso educativo es un mero acto financiero y voluntarista. Y en ese tenor, justificar las decisiones y prácticas en la materia que por desgracia son contrarias a las preocupaciones que con muchos ejemplos explícita la Dra. Rodríguez Prampolini y muchos ciudadanos que no han perdido el bosque por mirar el árbol.
maestrosescritores@hotmail.com; areyespech@yahoo.com
Por Avelino Reyes Pech
Escritores por la Educación, A.C.
“El Ministerio de Educación del gobierno mundial
está en pocas manos” Eduardo Galeano
A principios del mes de diciembre de 2009, con una diferencia de apenas casi de dos días, los diputados de la actual legislatura de Veracruz tuvieron la oportunidad de ser destinatarios directos de dos discursos opuestos sobre la educación. El primer día del mes, el Dr. Víctor Arredondo Alvarez, Secretario de Educación de Veracruz, en congruencia con el Informe del Gobernador Fidel Herrera centró su comparecencia en cifras y estadísticas, estilo muy común en los informes gubernamentales: avance porcentual de metas fijadas, “ganancia” en la prueba ENLACE (Evaluación Nacional del Logro Académico en Centros Escolares), mención de los ejes de la política implementada por el funcionario (modernización de la gestión, cobertura y calidad, incremento del número de alumnos, del de docentes, de escuelas, disminución de la deserción y reprobación escolares) y otras citas cuyos referentes empíricos, por su naturaleza, no está al alcance fácil de los ciudadanos o personas atentas a lo que se dice y se hace en el espacio educativo.
Por su parte, en un mensaje leído por su hijo ante el gobernador del Estado, la Dra. Ida Rodríguez Prampolini, en la sesión solemne del día 3 del mismo mes, en ocasión de recibir de manos del Gobernador Herrera Beltrán la medalla “Ruiz Cortines”, presea que anualmente otorga el gobierno veracruzano a hombres y mujeres considerados como ejemplares, centró su oratoria en la existencia de una relación entre arte, cultura y educación. Y en una afirmación significativamente opuesta a la del Secretario de Educación Arredondo Alvarez afirmó contundente y sin excepciones, que “la educación en general está destruida”. Abogó por la humanización de la ciencia y la tecnología, por la necesidad de luchar contra la crisis del individualismo y una sociedad de masas heterogénea. Alertó sobre el peligro que representa la generación intencional y perversa de un antagonismo entre los paradigmas “yo-comunidad”; de la lamentable apología de una sociedad amorfa que nació en el predominio de un mundo burgués que está basado en el comercio, las conquistas de mercados y la expansión territorial afanado sólo en el insaciable deseo individualista de la libertad de hacerse rico y demostrar que lo es.
La diferencia de los mensajes no es menor y es lamentable que los legisladores no se hayan pronunciado ni como cuerpo colegiado ni en lo individual ante dos posicionamientos que se refieren a uno de los principios esenciales de la filosofía de la educación: ¿para qué se educa? Es evidente de que los discursos mencionados no se oponen por simple retórica sino de algo más fundamental, la formación y trayectoria de vida personal y profesional de cada uno de ellos o los intereses que defienden en el contexto de la historia política nacional que en su aspecto educativo de sintetiza en el artículo tercero Constitucional ley suprema de la nación mexicana, fruto de las mentes más lúcidas que le dieron origen.
Cuando el gobernador en su informe al Congreso dijo que “asumimos la responsabilidad de cambiar el sistema educativo que responda a las condiciones reales del Estado, de México y del mundo” no definió como tampoco lo hizo su Secretario del Ramo, si se refería a las condiciones reales de un mercado financiero internacional que significa expansión de territorios y de riqueza concentrada en pocas manos, o de los pueblos que luchan por rescatar justicia y equidad de los intereses imperiales como lo ejemplificó la Dra. Rodríguez Prampolini; si la referencia fue contra la deshumanización de la ciencia y la cultura y a favor de la relación armoniosa entre yo y comunidad o de una política de cambiar beneficios sociales estructurales por la inmediatez económica que mucho daña a nuestro país y a los pueblos latinoamericanos en la defensa de su patrimonio social
El silencio o la complicidad cada vez más frecuente de algunos funcionarios de alguno de los poderes gubernamentales nos permite ver que el mayor peligro de México no deriva del hecho de enjuiciar de manera muy ligera como lo han venido haciendo algunos sectores la conducta docente, sino de algo más sutil: la intención implícita de convertir en política pública la tesis de que no hay más camino que hacer de la educación una mera práctica tecnológica como un fin en sí mismo y desvinculada de las demás producciones sociales. Insistir en que el progreso educativo es un mero acto financiero y voluntarista. Y en ese tenor, justificar las decisiones y prácticas en la materia que por desgracia son contrarias a las preocupaciones que con muchos ejemplos explícita la Dra. Rodríguez Prampolini y muchos ciudadanos que no han perdido el bosque por mirar el árbol.
maestrosescritores@hotmail.com; areyespech@yahoo.com
lunes, 25 de enero de 2010
Profesionalización docente, Pequeñas reformas, Prospectiva educativa
LA PROFESIONALIZACION DOCENTE
(Primera de dos partes)
(Escritores por la Educación, A.C.)
Por: René Sánchez García
La actual reforma curricular a la educación básica, que viene poniendo en práctica la Secretaría de Educación Pública, con el aval del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, vuelve abrir la posibilidad de retomar los buenos proyectos pasados, de poner énfasis en aquellas áreas que la política educativa del gobierno anterior dejó de lado y de proponer nuevas iniciativas que permitan llevar a la educación nacional a la calidad requerida, sin menoscabo de su equidad; impidiendo se instale nuevamente el círculo vicioso de las promesas e ilusiones incumplidas. Ya no son necesarias las reformas parciales, es el momento de la construcción de un modelo educativo que vaya al fondo y resuelva los grandes rezagos actuales y los añejos problemas educativos.
Sigue existiendo aún, una infinidad de temas imprescindibles para la agenda educativa 2006-2012: financiamiento, equidad, calidad, evaluación, actualización docente, etc. Estos grandes temas de la educación nacional y su discusión deben incorporarse al dominio de lo público por una parte; y por la otra, orientar a las diferentes fuerzas políticas del país para trabajar en equipo y no de forma aislada como se ha venido haciendo hasta éste momento, a fin de lograr esa calidad educativa que exigen tanto la modernidad cultural y tecnológica como los nuevos modelos económicos actuales.
Por ello, cambiar por medio de la educación para lograr un mundo humano, justo y fraternal, continúa siendo un ideal vigente en nuestros días; como también lo es el elevar la productividad social, la competitividad y las capacidades para la vida, dentro de un plano nacional de gobernabilidad y gestión democrática. Sin olvidar, hacerla más significativa y dotarla de sentido académico para que pueda insertarse dentro de la actual sociedad tecnologizada, que día a día crea mentes, valores y formas de relación que no concebíamos hace algunos años.
En esta nueva etapa de objetivos y metas, así como en la de procesos y medios para cada uno de los niveles del sistema educativo y en especial para el básico, se exige una construcción colectiva y consensuada de las metas nacionales con los compromisos diferenciados de logro según la realidad y contexto de cada entidad federativa y, por ende, de apoyos diferenciados.
Luego entonces, una estrategia eficiente será centralizarse en los aspectos urgentes del aula escolar, esto es, orientar las actividades, los programas y proyectos a temas que se refieran a los asuntos del aula. En otras palabras, convertir el aula en el centro de la educación, de donde emanarán los futuros temas, políticas y proyectos nacionales educativos a realizar. (Continuará)
maestrosescritores@hotmail.com
LA PROFESIONALIZACION DOCENTE
(Segunda y última parte)
(Escritores por la Educación, A.C.)
Por: René Sánchez García.
La profesionalización de los profesores de educación básica, implica tanto la formación inicial a través de la transformación estructural de la educación normal, como de estrategias diversificadas para la formación en servicio. Asimismo, atender de manera explícita y sistemática la profesionalización de los docentes en la educación media superior, superior y la destinada a los adultos.
En los últimos ocho años no se ha revisado el proyecto de formación de profesores, tampoco se ha valorado el impacto que ha tenido el actual plan de estudios de las escuelas normales. No sólo se eliminaron asignaturas de carácter conceptual como filosofía de la educación, teoría pedagógica e historia de la educación, sino también, se eliminaron algunas didácticas especiales, psicologías del aprendizaje enfocadas al niño y al adolescente y hasta la teoría de la evaluación. Se colocó al libro de texto de primaria como la guía conceptual de lo que debe aprender un estudiante para hacerse profesor.
Actualmente, la gran mayoría de los profesores se forma estudiando en estos materiales y no dentro de una bien planeada y actualizada profesionalización que provenga de sus propias necesidades e intereses y no mediante la imposición de teorías y modelos ajenos a nuestra realidad educativa.
Por ello, es recomendable no sólo identificar los múltiples elementos que existen en el debate didáctico actual, con la finalidad de proponer una formación docente que permita restituir el sentido del acto educativo; si no fundamentalmente, si acercar la formación docente a ambientes universitarios, diversificar los planes de estudio de formación de suerte que puedan conformar proyectos diferenciados y eficientes de formación y posteriormente comparar resultados.
Mientras desarrollamos y adquirimos una cultura de calidad en la formación y acceso a la docencia, debemos construir instituciones que nos ayuden a nutrir dicha cultura. Instituciones autónomas que certifiquen a centros de formación de maestros, que registren, certifiquen, promuevan y exijan la actualización y la profesionalización.
La Secretaría de Educación Pública y demás autoridades educativas estatales y municipales, deben facilitar un engranaje de instituciones y recursos para la formación, registro y certificación de maestros, directivos, supervisores e inspectores. Tal y como lo expresa Eduardo Andere: “La profesionalización de la tarea educativa en la enseñanza, dirección escolar y aprendizaje debe ir por encima de cualquier otro criterio o arreglo”.
maestrosescritores@hotmail.com
Pequeñas reformas
Gilberto Nieto López
(Escritores por la Educación, A. C.)
Otro despertar comienza acogiéndonos con heladas manos en tiempos tempranos. Este año 2010 comienza con un frío terrible, crudo, despiadado, atroz, quizá producto del cambio climático que sufre el planeta, que nos precisó a salir de nuestros hogares únicamente por trabajo y algunos compromisos apremiantes.
Transitando por una concurrida calle de nuestra querida Ciudad de las flores, llegué a un entronque que sólo podía cruzar bajo la venia de algún amable conductor, así que comencé a esperar. No recuerdo el tiempo que tardó mi pie sobre el freno del automóvil, pero un malestar provocado por el frío indujo la entrada del freno de mano.
Con una prolongada espera que pretendía estrechar mi templanza, condimentada con una armónica sonata de claxon tras de mí, solicitando impacientemente la entonación de una estrepitosa sinfonía de caucho. Me pregunté ¿Por qué respetamos el 1 x 1 cuando se anuncia con un letrero, y no lo hacemos cuando debemos inferirlo?
Ese melódico ambiente me hizo recordar una cita de Mahatma Gandhi, “Aquellas personas que no están dispuestas a pequeñas reformas, no estarán nunca en las filas de los hombres que apuestan a cambios trascendentales”; México es un país hermoso realmente, con una variedad natural impresionante, una rica diversidad cultural y gastronómica, lleno de personas que están dispuestas, a pesar de las carencias que llegan con los aumentos de este año, a quitarse el abrigo para que un amigo no pase frío. Entonces, por qué algunos pueden atentar en contra de un conocido, sentirse orgullosos por escabullirse entre la fila del cine, comentar con agrado cómo humillaron a un compañero de clase, excusarse para evadir el trabajo, filtrarse en la espera del semáforo para salir antes que los demás, hacer caso omiso a los señalamientos de tránsito y un sin fin de circunstancias más. Claro que el suceso más apremiante en ese momento era el por qué no daban paso los vehículos.
Realmente no debemos esperar que esas “pequeñas reformas” emanen de un régimen gubernamental que nos obligue jurídicamente a realizar o dejar de hacer ciertas cuestiones. Esas reformas, aunque puedan parecer insignificantes, deben comenzar en el corazón de aquella persona que está tras el volante, frente a un pizarrón, detrás de un escritorio, sobre una banqueta, a la cabeza de un hogar y cualquier otro lugar que nos podamos imaginar. Si comenzamos ahora, tal vez nos toque gozar de sus beneficios en unos años, no necesitamos ir a otro país para deleitarnos de una buena cultura vial, una corrupción extirpada de la médula social, la gentileza de las personas y una mejor calidad de vida. Ya lo dijo Gandhi una vez, “ganamos justicia más rápidamente si hacemos justicia a la parte contraria”.
Cuando por fin me percaté de que podía pasar, apresurado, quité el freno de mano y metí la velocidad; sin embargo, un automovilista vio mis malas intenciones de cruzar, por lo que aceleró su marcha. Ahora las composiciones musicales que los automovilistas interpretaban, rememoraban los años de preparatoria, sin mencionar varios adjetivos calificativos y el recuerdo de una mujer que quiero con toda mi alma.
Ya con la templanza un poco más disminuida y muchas ganas de solicitarle al conductor de atrás que hiciera flotar su unidad por sobre la mía, recordé que Winston Churchill definió al éxito como el ir de fracaso en fracaso sin desesperarse. Cuando por fin me había habituado a escuchar esas piezas musicales como si evocaran a Mozart o Tchaikovsky, una joven de escasos 20 años me dio el paso. No pude ocultar la sonrisa en el rostro mientras agradecía con vehemencia aquel gesto de amabilidad, la señorita asintió con la cabeza y me devolvió la sonrisa. Por fin había cruzado esa transitada calle.
maestrosescritores@hotmail.com
gnietol@hotmail.com
Prospectiva educativa, una reflexión.
Marco Antonio Figueroa Quinto
(Escritores por la Educación AC)
Inicia el año 2010; muchas esperanzas, ilusiones, metas y promesas nos hemos trazado, pero sin duda que el colectivo docente de nuestra entidad puede proponerse el mejorar no sólo los resultados de la prueba Pisa/Enlace, proyecto comparativo de evaluación impulsado por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico). Sobre todo en un contexto complicado de crisis mundial y comunicación global a la que todos tenemos acceso sin restricciones pero que han impactado fuertemente los cimientos de nuestra sociedad; quizá la única manera de recobrar parte de tal caos, pueda ser subsanado por la inteligencia, experiencia y sentido común de los profesores, que haciendo estas consideraciones podrán lograr el éxito de su empresa. Independientemente de las estrategias que los docentes apliquen en sus diferentes centros de trabajo -hermosos laboratorios donde se forja la niñez y juventud de nuestro país-, hoy proponemos cuestiones que deben de ser seguidas con el entusiasmo y la verticalidad que muchos hemos profesado, lo que seguramente contribuirá para alcanzar los objetivos propuestos. Para ello debemos saber que lectura y escritura son experiencias que relacionan los conocimientos adquiridos, experimentados y vividos con otros nuevos y desconocidos, y así como se aprendió a hablar y escuchar, tenemos que practicar de igual manera la escritura y la lectura de manera sistemática y continua, lo que nos posibilitará dominar mayor información y mejores conocimientos, ya que al no tener en cuenta lo anterior, como parte de nuestras deficiencias, falta de oportunidades, negligencia, desinterés o nula motivación, nos hará parecer ante los ojos de los demás como ignorantes, neófitos e iletrados, lo que no debe de ser ¿O si?
La posición educativa del docente lo tiene que llevar a ser una persona realista, crítica y consciente del medio en que está ubicado, permitiendo el uso de información con que los alumnos cotidianamente tienen contacto, para trasladarlos a planos diferentes y de mayor complejidad, lo que les permitirá un mayor aprendizaje y la comprensión de su entorno, dejar de irritarse ante cosas nuevas como una rutina que no es más que un freno peligroso en la vida que asciende; ponerse en concordancia con su tiempo, lo que permitirá fortalecer su método y técnicas en beneficio de la colectividad, sin menoscabo de las posibilidades que haya en su entorno, supliendo esas carencias con ingenio y sentido de humor.
La escuela y sus integrantes deben de interesarse invariablemente en cuestiones elementales del proceso educativo: escuchar, hablar, leer y escribir ya que lo anterior dará consistencia y seguridad al niño o joven en su preparación posterior. Es necesario que los docentes se mantengan a la vanguardia del proceso de enseñanza/aprendizaje en todos sus aspectos –pese a las erróneas políticas educativas que se traten de aplicar-, lo que reducirá el retraso de las conquistas sociales que la inmensa mayoría de mexicanos padece. Lo anterior se deberá realizar como una reflexión honesta y práctica del quehacer educativo, y no donde cada uno de los participantes se lave las manos en su responsabilidad, sin reconocer que desinterés y apatía seguirá fomentando e incrementando vicios añejos que impiden la educación integral de las nuevas generaciones, a la que todos aspiramos y merecemos.
Lo anterior que subrayo de manera un tanto superficial, es tan importante como la propia vocación del docente, eje del sistema educativo de nuestro país. Al continuar con la promoción de la cultura y en particular de la lectura, invitamos a toda la comunidad docente de cualquier nivel y modalidad a la inauguración de una nueva sala de lectura con un acervo de más de tres mil libros, la que se realizará en la Avenida de la República, exactamente en el Sindicato Nacional de Músicos en la Sección 108 en la Región Xalapa y Anexas, el próximo martes 19 de enero del año en curso a las 17:00 hrs., donde daremos inicio al programa que se está preparando, involucrando a los integrantes de la directiva de la Asociación Nacional de Periodistas A.C. (ANPAC) Delegación Veracruz; apadrinarán tal centro cultural, autoridades estatales y municipales de músicos de la región encabezados por José Luís Ramírez lo que es en si, un gran esfuerzo y una grata responsabilidad. ¿O no? ¡Los esperamos! ¡Estamos!
maestrosescritores@hotmail.com
alodi_13@hotmail.com
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(Primera de dos partes)
(Escritores por la Educación, A.C.)
Por: René Sánchez García
La actual reforma curricular a la educación básica, que viene poniendo en práctica la Secretaría de Educación Pública, con el aval del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, vuelve abrir la posibilidad de retomar los buenos proyectos pasados, de poner énfasis en aquellas áreas que la política educativa del gobierno anterior dejó de lado y de proponer nuevas iniciativas que permitan llevar a la educación nacional a la calidad requerida, sin menoscabo de su equidad; impidiendo se instale nuevamente el círculo vicioso de las promesas e ilusiones incumplidas. Ya no son necesarias las reformas parciales, es el momento de la construcción de un modelo educativo que vaya al fondo y resuelva los grandes rezagos actuales y los añejos problemas educativos.
Sigue existiendo aún, una infinidad de temas imprescindibles para la agenda educativa 2006-2012: financiamiento, equidad, calidad, evaluación, actualización docente, etc. Estos grandes temas de la educación nacional y su discusión deben incorporarse al dominio de lo público por una parte; y por la otra, orientar a las diferentes fuerzas políticas del país para trabajar en equipo y no de forma aislada como se ha venido haciendo hasta éste momento, a fin de lograr esa calidad educativa que exigen tanto la modernidad cultural y tecnológica como los nuevos modelos económicos actuales.
Por ello, cambiar por medio de la educación para lograr un mundo humano, justo y fraternal, continúa siendo un ideal vigente en nuestros días; como también lo es el elevar la productividad social, la competitividad y las capacidades para la vida, dentro de un plano nacional de gobernabilidad y gestión democrática. Sin olvidar, hacerla más significativa y dotarla de sentido académico para que pueda insertarse dentro de la actual sociedad tecnologizada, que día a día crea mentes, valores y formas de relación que no concebíamos hace algunos años.
En esta nueva etapa de objetivos y metas, así como en la de procesos y medios para cada uno de los niveles del sistema educativo y en especial para el básico, se exige una construcción colectiva y consensuada de las metas nacionales con los compromisos diferenciados de logro según la realidad y contexto de cada entidad federativa y, por ende, de apoyos diferenciados.
Luego entonces, una estrategia eficiente será centralizarse en los aspectos urgentes del aula escolar, esto es, orientar las actividades, los programas y proyectos a temas que se refieran a los asuntos del aula. En otras palabras, convertir el aula en el centro de la educación, de donde emanarán los futuros temas, políticas y proyectos nacionales educativos a realizar. (Continuará)
maestrosescritores@hotmail.com
LA PROFESIONALIZACION DOCENTE
(Segunda y última parte)
(Escritores por la Educación, A.C.)
Por: René Sánchez García.
La profesionalización de los profesores de educación básica, implica tanto la formación inicial a través de la transformación estructural de la educación normal, como de estrategias diversificadas para la formación en servicio. Asimismo, atender de manera explícita y sistemática la profesionalización de los docentes en la educación media superior, superior y la destinada a los adultos.
En los últimos ocho años no se ha revisado el proyecto de formación de profesores, tampoco se ha valorado el impacto que ha tenido el actual plan de estudios de las escuelas normales. No sólo se eliminaron asignaturas de carácter conceptual como filosofía de la educación, teoría pedagógica e historia de la educación, sino también, se eliminaron algunas didácticas especiales, psicologías del aprendizaje enfocadas al niño y al adolescente y hasta la teoría de la evaluación. Se colocó al libro de texto de primaria como la guía conceptual de lo que debe aprender un estudiante para hacerse profesor.
Actualmente, la gran mayoría de los profesores se forma estudiando en estos materiales y no dentro de una bien planeada y actualizada profesionalización que provenga de sus propias necesidades e intereses y no mediante la imposición de teorías y modelos ajenos a nuestra realidad educativa.
Por ello, es recomendable no sólo identificar los múltiples elementos que existen en el debate didáctico actual, con la finalidad de proponer una formación docente que permita restituir el sentido del acto educativo; si no fundamentalmente, si acercar la formación docente a ambientes universitarios, diversificar los planes de estudio de formación de suerte que puedan conformar proyectos diferenciados y eficientes de formación y posteriormente comparar resultados.
Mientras desarrollamos y adquirimos una cultura de calidad en la formación y acceso a la docencia, debemos construir instituciones que nos ayuden a nutrir dicha cultura. Instituciones autónomas que certifiquen a centros de formación de maestros, que registren, certifiquen, promuevan y exijan la actualización y la profesionalización.
La Secretaría de Educación Pública y demás autoridades educativas estatales y municipales, deben facilitar un engranaje de instituciones y recursos para la formación, registro y certificación de maestros, directivos, supervisores e inspectores. Tal y como lo expresa Eduardo Andere: “La profesionalización de la tarea educativa en la enseñanza, dirección escolar y aprendizaje debe ir por encima de cualquier otro criterio o arreglo”.
maestrosescritores@hotmail.com
Pequeñas reformas
Gilberto Nieto López
(Escritores por la Educación, A. C.)
Otro despertar comienza acogiéndonos con heladas manos en tiempos tempranos. Este año 2010 comienza con un frío terrible, crudo, despiadado, atroz, quizá producto del cambio climático que sufre el planeta, que nos precisó a salir de nuestros hogares únicamente por trabajo y algunos compromisos apremiantes.
Transitando por una concurrida calle de nuestra querida Ciudad de las flores, llegué a un entronque que sólo podía cruzar bajo la venia de algún amable conductor, así que comencé a esperar. No recuerdo el tiempo que tardó mi pie sobre el freno del automóvil, pero un malestar provocado por el frío indujo la entrada del freno de mano.
Con una prolongada espera que pretendía estrechar mi templanza, condimentada con una armónica sonata de claxon tras de mí, solicitando impacientemente la entonación de una estrepitosa sinfonía de caucho. Me pregunté ¿Por qué respetamos el 1 x 1 cuando se anuncia con un letrero, y no lo hacemos cuando debemos inferirlo?
Ese melódico ambiente me hizo recordar una cita de Mahatma Gandhi, “Aquellas personas que no están dispuestas a pequeñas reformas, no estarán nunca en las filas de los hombres que apuestan a cambios trascendentales”; México es un país hermoso realmente, con una variedad natural impresionante, una rica diversidad cultural y gastronómica, lleno de personas que están dispuestas, a pesar de las carencias que llegan con los aumentos de este año, a quitarse el abrigo para que un amigo no pase frío. Entonces, por qué algunos pueden atentar en contra de un conocido, sentirse orgullosos por escabullirse entre la fila del cine, comentar con agrado cómo humillaron a un compañero de clase, excusarse para evadir el trabajo, filtrarse en la espera del semáforo para salir antes que los demás, hacer caso omiso a los señalamientos de tránsito y un sin fin de circunstancias más. Claro que el suceso más apremiante en ese momento era el por qué no daban paso los vehículos.
Realmente no debemos esperar que esas “pequeñas reformas” emanen de un régimen gubernamental que nos obligue jurídicamente a realizar o dejar de hacer ciertas cuestiones. Esas reformas, aunque puedan parecer insignificantes, deben comenzar en el corazón de aquella persona que está tras el volante, frente a un pizarrón, detrás de un escritorio, sobre una banqueta, a la cabeza de un hogar y cualquier otro lugar que nos podamos imaginar. Si comenzamos ahora, tal vez nos toque gozar de sus beneficios en unos años, no necesitamos ir a otro país para deleitarnos de una buena cultura vial, una corrupción extirpada de la médula social, la gentileza de las personas y una mejor calidad de vida. Ya lo dijo Gandhi una vez, “ganamos justicia más rápidamente si hacemos justicia a la parte contraria”.
Cuando por fin me percaté de que podía pasar, apresurado, quité el freno de mano y metí la velocidad; sin embargo, un automovilista vio mis malas intenciones de cruzar, por lo que aceleró su marcha. Ahora las composiciones musicales que los automovilistas interpretaban, rememoraban los años de preparatoria, sin mencionar varios adjetivos calificativos y el recuerdo de una mujer que quiero con toda mi alma.
Ya con la templanza un poco más disminuida y muchas ganas de solicitarle al conductor de atrás que hiciera flotar su unidad por sobre la mía, recordé que Winston Churchill definió al éxito como el ir de fracaso en fracaso sin desesperarse. Cuando por fin me había habituado a escuchar esas piezas musicales como si evocaran a Mozart o Tchaikovsky, una joven de escasos 20 años me dio el paso. No pude ocultar la sonrisa en el rostro mientras agradecía con vehemencia aquel gesto de amabilidad, la señorita asintió con la cabeza y me devolvió la sonrisa. Por fin había cruzado esa transitada calle.
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Prospectiva educativa, una reflexión.
Marco Antonio Figueroa Quinto
(Escritores por la Educación AC)
Inicia el año 2010; muchas esperanzas, ilusiones, metas y promesas nos hemos trazado, pero sin duda que el colectivo docente de nuestra entidad puede proponerse el mejorar no sólo los resultados de la prueba Pisa/Enlace, proyecto comparativo de evaluación impulsado por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico). Sobre todo en un contexto complicado de crisis mundial y comunicación global a la que todos tenemos acceso sin restricciones pero que han impactado fuertemente los cimientos de nuestra sociedad; quizá la única manera de recobrar parte de tal caos, pueda ser subsanado por la inteligencia, experiencia y sentido común de los profesores, que haciendo estas consideraciones podrán lograr el éxito de su empresa. Independientemente de las estrategias que los docentes apliquen en sus diferentes centros de trabajo -hermosos laboratorios donde se forja la niñez y juventud de nuestro país-, hoy proponemos cuestiones que deben de ser seguidas con el entusiasmo y la verticalidad que muchos hemos profesado, lo que seguramente contribuirá para alcanzar los objetivos propuestos. Para ello debemos saber que lectura y escritura son experiencias que relacionan los conocimientos adquiridos, experimentados y vividos con otros nuevos y desconocidos, y así como se aprendió a hablar y escuchar, tenemos que practicar de igual manera la escritura y la lectura de manera sistemática y continua, lo que nos posibilitará dominar mayor información y mejores conocimientos, ya que al no tener en cuenta lo anterior, como parte de nuestras deficiencias, falta de oportunidades, negligencia, desinterés o nula motivación, nos hará parecer ante los ojos de los demás como ignorantes, neófitos e iletrados, lo que no debe de ser ¿O si?
La posición educativa del docente lo tiene que llevar a ser una persona realista, crítica y consciente del medio en que está ubicado, permitiendo el uso de información con que los alumnos cotidianamente tienen contacto, para trasladarlos a planos diferentes y de mayor complejidad, lo que les permitirá un mayor aprendizaje y la comprensión de su entorno, dejar de irritarse ante cosas nuevas como una rutina que no es más que un freno peligroso en la vida que asciende; ponerse en concordancia con su tiempo, lo que permitirá fortalecer su método y técnicas en beneficio de la colectividad, sin menoscabo de las posibilidades que haya en su entorno, supliendo esas carencias con ingenio y sentido de humor.
La escuela y sus integrantes deben de interesarse invariablemente en cuestiones elementales del proceso educativo: escuchar, hablar, leer y escribir ya que lo anterior dará consistencia y seguridad al niño o joven en su preparación posterior. Es necesario que los docentes se mantengan a la vanguardia del proceso de enseñanza/aprendizaje en todos sus aspectos –pese a las erróneas políticas educativas que se traten de aplicar-, lo que reducirá el retraso de las conquistas sociales que la inmensa mayoría de mexicanos padece. Lo anterior se deberá realizar como una reflexión honesta y práctica del quehacer educativo, y no donde cada uno de los participantes se lave las manos en su responsabilidad, sin reconocer que desinterés y apatía seguirá fomentando e incrementando vicios añejos que impiden la educación integral de las nuevas generaciones, a la que todos aspiramos y merecemos.
Lo anterior que subrayo de manera un tanto superficial, es tan importante como la propia vocación del docente, eje del sistema educativo de nuestro país. Al continuar con la promoción de la cultura y en particular de la lectura, invitamos a toda la comunidad docente de cualquier nivel y modalidad a la inauguración de una nueva sala de lectura con un acervo de más de tres mil libros, la que se realizará en la Avenida de la República, exactamente en el Sindicato Nacional de Músicos en la Sección 108 en la Región Xalapa y Anexas, el próximo martes 19 de enero del año en curso a las 17:00 hrs., donde daremos inicio al programa que se está preparando, involucrando a los integrantes de la directiva de la Asociación Nacional de Periodistas A.C. (ANPAC) Delegación Veracruz; apadrinarán tal centro cultural, autoridades estatales y municipales de músicos de la región encabezados por José Luís Ramírez lo que es en si, un gran esfuerzo y una grata responsabilidad. ¿O no? ¡Los esperamos! ¡Estamos!
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