lunes, 17 de junio de 2013

El dirigente del SNTE y sus silencios
Por Luis Gerardo Martínez García

En una entrevista concedida a Jimena Saldaña, el secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, el jalicience Juan Díaz de la Torre hizo un recuento de la situación del SNTE en estos últimos meses, y de la postura que asumieron ante la Reforma Educativa después de la detención de Elba Esther Gordillo Morales.

El dirigente hizo referencia a puntos cruciales que ante todo, refrenden una imagen diferente ante la sociedad, y lo posicionen políticamente ante los que integran la cúpula de poder del gobierno federal. La entrevista dejó entrever silencios que pueden interpretarse como debilidades del dirigente nacional, o como fortalezas para no comprometerse más allá de un discurso vacío lleno de insignificados. Comentaré algunos de los silencios que pude identificar en esa extensa entrevista.

Juan Díaz de la Torre empieza diciendo que es un maestro que no tiene mayores diferencias con la inmensa mayoría de los maestros de México; también dice que fue elegido Secretario General del SNTE en 8 de junio de 2011. El silencio obvio es el del desconocimiento, los maestros no saben quien quedó al frente de su sindicato, ni saben quien es. El silencio natural que se percibe también es el de la imposición. Él fue impuesto por Elba Esther Gordillo Morales para quitar de la secretaría al veracruzano Rafael Ochoa Guzmán, de quien se dice ya estaba tomando decisiones fuera del consentimiento de la lidereza. En ambos casos los silencios llevan una carga simbólica que representa más para el lector que lo que sí manifestó el dirigente.

Ante la pregunta ¿ya se ha reunido con los legisladores de las diferentes fracciones parlamentarias? ¿Cree que se llegue a un consenso que sea aceptado por los maestros? Díaz de la Torre habla de la Ley General de Educación, de la Ley del Servicio Profesional Docente y del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación. El silencio evidente es de la simulación. Porque se dice que los maestros hagan propios los propósitos, los alcances y el espíritu de las reformas, lo que se deja en silencio es que a los maestros nadie les ha consultado, ni los han hecho partícipes de dicho proceso. Es un hecho que el dirigente del SNTE se ha reunido con el presidente de la República, con el secretario de Educación Pública, con el secretario de Gobernación y con los integrantes del Pacto por México, pero todo a espaldas de los trabajadores de la educación; los marginados para el SNTE siguen siendo los maestros.

En otro apartado de la entrevista, Juan Díaz de la Torre señala que los académicos del INEE lo mantienen optimista porque "han expresado que siendo la evaluación una herramienta importante de la Reforma, ésta no debe ser punitiva y no debe satanizar o estigmatizar a los maestros..." El silencio notorio es ofensivo, porque el dirigente jamás se ha opuesto a la campaña de desprestigio en contra de los maestros que emprendió la asociación Mexicanos Primero de Claudio X González; también guardó silencio con respecto a la permanencia o no de los maestros en su trabajo que instruye la Constitución mexicana, dependiendo de los resultados de esa evaluación que a él lo tiene tan tranquilo, y que es una de las preocupaciones fundamentales que dibujan las manifestaciones de inconformidad magisterial frente a la reforma educativa. Tampoco, en este contexto, quiso hablar de la participación de las escuelas normales y de las universidades pedagógicas ante este andamiaje de oportunidades para coadyuvar en la profesionalización del magisterio.

Con respecto a las voces disidentes de la CNTE que critican la Reforma Educativa afirmó "Estos compañeros desde hace años decidieron no compartir la estrategia de lucha que es el que yo represento, que es por la vía del diálogo, la negociación y el acuerdo. No la forma de protestar de ellos". El silencio común al respecto tiene dos vertientes: la propia y la colateral. La primera silencia los dos momentos del SNTE: uno, del enfrentamiento Peña Nieto vs Elba Esther y de rechazo a la reforma educativa; otro, del encarcelamiento de Elba Esther y empoderamiento de Díaz de la Torre y de aceptación de la reforma educativa. Otro silencio mutante es cómo la CNTE sirve a ciertos intereses del SNTE en virtud de que son una misma organización sindical. La Coordinadora nunca ha hablado de crearse como un sindicato nuevo, diferente. (Legalmente la Coordinadora pertenece al SNTE).

El presidente y secretario general del SNTE, Juan Díaz de la Torre también toca un asunto nodal en el debate pedagógico laboral: la herencia de plazas. "Desde 2008 no hay ni herencia, ni venta de plazas que el Sindicato esté propiciando. En este proceso ya quedará establecido en la Ley del Servicio Profesional Docente: el sindicato lo propuso, ya no se heredan más las plazas". El silencio severo resguarda la discrecionalidad del dirigente con respecto a la actuación de las secciones del SNTE en las diferentes entidades federativas con respecto a este tema. No dice cuál es la condición de herencia y venta de plazas en algunos estados donde seguramente aún no se ha regulado tal situación.

Finalmente haré alusión a otros dos silencios que transcurren en esta entrevista. Aunque haciendo un análisis político del discurso, bien se podría profundizar más sobre aquello que no se dijo. Pero para ir cerrando seré breve. Primero, dijo Juan Díaz que desde el mes de febrero no ha tenido comunicación con Elba Esther Gordillo Morales, ni la ha visto. Más allá de lo anecdótico, y del deslinde propio de lo colectivo y lo individual que representa una institución como el SNTE (entendiendo que la organización no es una persona), deja como silencio especulativo aquella posible comunicación que pudo tener con los abogados, familiares y amigos de la lideresa derrocada. Se cree que él sí tuvo comunicación -directa o indirecta- con la persona que le dio la posibilidad de estar al frente de este sindicato, pero lo calla. Segundo, el propio dirigente afanosamente habla del dinero que maneja el SNTE y de la postura de éste por transparentar las cuotas. Dice que el saldo es de aproximadamente 250 millones de pesos " más adeudos por cerca de 200 millones que nos deben las entidades de aproximadamente catorce Gobiernos estatales que son quienes retienen las cuotas". Como podemos ver, existen silencios intencionados, no se dice cuáles gobiernos adeudan ni cuál será el proceder; si bien señala más adelante que el 70 por ciento se utiliza para gasto corriente, nunca queda claro en qué se gasta el otro 30 por ciento. Tampoco dice qué pasará con el dinero que se apropió Elba Esther. En términos generales, en este rubro son más los silencios que la rendición de cuentas. Aunque se hable de un Comité Nacional de Vigilancia y de un Observatorio Público, al SNTE le costará mucho ganar reconocimiento social, y confianza sindical.

Quedan pendientes otros aspectos y otros silencios que se funden en un lenguaje discursivo que ni es político ni es educativo. Más bien se difuminan intereses personales con aquellos sindicales. La exigencia del magisterio sindicalizado también podría enfocar su atención en las palabras de sus dirigentes, reclamándoles claridad de planteamientos para evitar silencios pensados que confunden a modo, perjudicando directamente la educación pública.

Email: sinrecreo@hotmail.com
(La Jornada)