El dirigente del SNTE y sus silencios
Por Luis Gerardo
Martínez García
En una entrevista
concedida a Jimena Saldaña, el secretario general del Sindicato Nacional de
Trabajadores de la Educación, el jalicience Juan Díaz de la Torre hizo un
recuento de la situación del SNTE en estos últimos meses, y de la postura que
asumieron ante la Reforma Educativa después de la detención de Elba Esther
Gordillo Morales.
El dirigente hizo
referencia a puntos cruciales que ante todo, refrenden una imagen diferente
ante la sociedad, y lo posicionen políticamente ante los que integran la cúpula
de poder del gobierno federal. La entrevista dejó entrever silencios que pueden
interpretarse como debilidades del dirigente nacional, o como fortalezas para
no comprometerse más allá de un discurso vacío lleno de insignificados.
Comentaré algunos de los silencios que pude identificar en esa extensa
entrevista.
Juan Díaz de la
Torre empieza diciendo que es un maestro que no tiene mayores diferencias con
la inmensa mayoría de los maestros de México; también dice que fue elegido
Secretario General del SNTE en 8 de junio de 2011. El silencio obvio es el del
desconocimiento, los maestros no saben quien quedó al frente de su sindicato,
ni saben quien es. El silencio natural que se percibe también es el de la
imposición. Él fue impuesto por Elba Esther Gordillo Morales para quitar de la
secretaría al veracruzano Rafael Ochoa Guzmán, de quien se dice ya estaba
tomando decisiones fuera del consentimiento de la lidereza. En ambos casos los
silencios llevan una carga simbólica que representa más para el lector que lo
que sí manifestó el dirigente.
Ante la pregunta
¿ya se ha reunido con los legisladores de las diferentes fracciones
parlamentarias? ¿Cree que se llegue a un consenso que sea aceptado por los
maestros? Díaz de la Torre habla de la Ley General de Educación, de la Ley del
Servicio Profesional Docente y del Instituto Nacional para la Evaluación de la
Educación. El silencio evidente es de la simulación. Porque se dice que los
maestros hagan propios los propósitos, los alcances y el espíritu de las
reformas, lo que se deja en silencio es que a los maestros nadie les ha
consultado, ni los han hecho partícipes de dicho proceso. Es un hecho que el
dirigente del SNTE se ha reunido con el presidente de la República, con el
secretario de Educación Pública, con el secretario de Gobernación y con los
integrantes del Pacto por México, pero todo a espaldas de los trabajadores de
la educación; los marginados para el SNTE siguen siendo los maestros.
En otro apartado
de la entrevista, Juan Díaz de la Torre señala que los académicos del INEE lo
mantienen optimista porque "han expresado que siendo la evaluación una
herramienta importante de la Reforma, ésta no debe ser punitiva y no debe
satanizar o estigmatizar a los maestros..." El silencio notorio es
ofensivo, porque el dirigente jamás se ha opuesto a la campaña de desprestigio
en contra de los maestros que emprendió la asociación Mexicanos Primero de
Claudio X González; también guardó silencio con respecto a la permanencia o no
de los maestros en su trabajo que instruye la Constitución mexicana,
dependiendo de los resultados de esa evaluación que a él lo tiene tan
tranquilo, y que es una de las preocupaciones fundamentales que dibujan las
manifestaciones de inconformidad magisterial frente a la reforma educativa.
Tampoco, en este contexto, quiso hablar de la participación de las escuelas
normales y de las universidades pedagógicas ante este andamiaje de
oportunidades para coadyuvar en la profesionalización del magisterio.
Con respecto a
las voces disidentes de la CNTE que critican la Reforma Educativa afirmó
"Estos compañeros desde hace años decidieron no compartir la estrategia de
lucha que es el que yo represento, que es por la vía del diálogo, la negociación
y el acuerdo. No la forma de protestar de ellos". El silencio común al
respecto tiene dos vertientes: la propia y la colateral. La primera silencia
los dos momentos del SNTE: uno, del enfrentamiento Peña Nieto vs Elba Esther y
de rechazo a la reforma educativa; otro, del encarcelamiento de Elba Esther y
empoderamiento de Díaz de la Torre y de aceptación de la reforma educativa.
Otro silencio mutante es cómo la CNTE sirve a ciertos intereses del SNTE en
virtud de que son una misma organización sindical. La Coordinadora nunca ha
hablado de crearse como un sindicato nuevo, diferente. (Legalmente la
Coordinadora pertenece al SNTE).
El presidente y
secretario general del SNTE, Juan Díaz de la Torre también toca un asunto nodal en el debate pedagógico laboral:
la herencia de plazas. "Desde 2008 no hay ni herencia, ni venta de plazas
que el Sindicato esté propiciando. En este proceso ya quedará establecido en la
Ley del Servicio Profesional Docente: el sindicato lo propuso, ya no se heredan
más las plazas". El silencio severo resguarda la discrecionalidad del
dirigente con respecto a la actuación de las secciones del SNTE en las
diferentes entidades federativas con respecto a este tema. No dice cuál es la
condición de herencia y venta de plazas en algunos estados donde seguramente
aún no se ha regulado tal situación.
Finalmente haré
alusión a otros dos silencios que transcurren en esta entrevista. Aunque
haciendo un análisis político del discurso, bien se podría profundizar más
sobre aquello que no se dijo. Pero para ir cerrando seré breve. Primero, dijo
Juan Díaz que desde el mes de febrero no ha tenido comunicación con Elba Esther
Gordillo Morales, ni la ha visto. Más allá de lo anecdótico, y del deslinde
propio de lo colectivo y lo individual que representa una institución como el
SNTE (entendiendo que la organización no es una persona), deja como silencio
especulativo aquella posible comunicación que pudo tener con los abogados,
familiares y amigos de la lideresa derrocada. Se cree que él sí tuvo comunicación
-directa o indirecta- con la persona que le dio la posibilidad de estar al
frente de este sindicato, pero lo calla. Segundo, el propio dirigente
afanosamente habla del dinero que maneja el SNTE y de la postura de éste por
transparentar las cuotas. Dice que el saldo es de aproximadamente 250 millones
de pesos " más adeudos por cerca de 200 millones que nos deben las
entidades de aproximadamente catorce Gobiernos estatales que son quienes
retienen las cuotas". Como podemos ver, existen silencios intencionados,
no se dice cuáles gobiernos adeudan ni cuál será el proceder; si bien señala
más adelante que el 70 por ciento se utiliza para gasto corriente, nunca queda
claro en qué se gasta el otro 30 por ciento. Tampoco dice qué pasará con el
dinero que se apropió Elba Esther. En términos generales, en este rubro son más
los silencios que la rendición de cuentas. Aunque se hable de un Comité
Nacional de Vigilancia y de un Observatorio Público, al SNTE le costará mucho
ganar reconocimiento social, y confianza sindical.
Quedan pendientes
otros aspectos y otros silencios que se funden en un lenguaje discursivo que ni
es político ni es educativo. Más bien se difuminan intereses personales con
aquellos sindicales. La exigencia del magisterio sindicalizado también podría
enfocar su atención en las palabras de sus dirigentes, reclamándoles claridad
de planteamientos para evitar silencios pensados que confunden a modo,
perjudicando directamente la educación pública.
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sinrecreo@hotmail.com
(La Jornada)