El periódico Reforma y
el Suplemento especial sobre Educación
Adrián de
Garay*
El pasado
16 de octubre apareció por primera vez en la historia del periódico Reforma un
Suplemento especial sobre Educación, el cual contiene 14 páginas. Su
publicación es de llamar la atención, pues aunque los temas educativos todos
los días están presentes en el periódico, no tiene una sección particular
cotidiana, como sí se encuentra una de espectáculos, ciudad, cultura o
internacional.
Por lo
demás, es interesante percatarse que periódicos como la Jornada, el Universal o
el Milenio tampoco tienen una sección cotidiana exprofeso que contenga temas
educativos. ¿Acaso la educación no es un tema central en el presente y futuro
de México como para que los periódicos de circulación nacional tengan una
sección diaria dedicada a ello?
Hasta
donde alcanzo a vislumbrar, al menos dos personas han sido claves para
propiciar y lograr el Suplemento especial del Reforma: Sonia del Valle y
Roberto Zamarripa. Sonia, coordinadora de los temas educativos del periódico,
es una mujer muy competente, conocedora de los entretelones de la educación
mexicana, cuestión clave para desempeñarse en la prensa; posee también un
liderazgo singular, pues combina la visión empresarial de su empresa, con la
sensibilidad para atender las agendas y reclamos de los académicos que a veces
quisiéramos ver en el periódico una especie de revista de investigación.
Por su
parte Roberto, subdirector editorial del Reforma es, sin duda, uno de los
periodistas actuales con más experiencia, inteligencia e independencia que
existen en la prensa nacional. Formado en la escuela de Miguel Ángel Granados
Chapa, Roberto ha jugado un papel central en la calidad editorial del
periódico, y seguramente contribuyó a la decisión de publicar el Suplemento
Especial.
Poco
común en la prensa escrita, el Suplemento publicado nos presenta varios
reportajes que cuentan con importantes soportes estadísticos con sus
correspondientes fuentes informativas. Los trabajos de, todas mujeres, Sonia
del Valle, Tania Romero, Mirtha Hernández, Diana Saavedra y Xóchitl Herrera,
son un claro ejemplo de que se puede hacer un periodismo que vaya más allá de
proporcionarnos alguna información y una opinión bien argumentada. Sus
reportajes se respaldan con lo que los cientistas sociales llamamos “datos
duros”, los cuales son acompañados de entrevistas a destacados y reconocidos
académicos mexicanos.
¿Cuánto gasta
el gobierno en educación y con qué resultados educativos?, ¿Cuál es la
capacidad que tiene cada entidad federativa para ofrecer licenciatura a los
egresados del bachillerato?, ¿Cuántos millones de pesos pierde México en
licitaciones turbias para invertir en tecnología educativa en las escuelas?,
¿De qué tamaño es el rezago en inversión de recursos financieros destinados a
impulsar la ciencia en México, en comparación con otros países? Son preguntas
que encuentran respuestas en los distintos reportajes que se presentan en la
edición especial.
Pero al
mismo tiempo, el Suplemento presenta reportajes ilustrativos tanto de
experiencias de éxito como de fracaso educativo, así como las “aventuras” de la
Doctora Blanca Heredia, investigadora del Centro de Investigación y Docencia
Económicas (CIDE), cuando intentó ofrecer sus servicios voluntarios como
profesora en una secundaria pública, y fracasó rotundamente por estar fuera del
sistema oficial.
En suma,
se trata de un Suplemento que toda y todo interesado en el presente y futuro de
la educación en México debe leer y conservar. Por lo pronto, les he pedido a
mis alumnos de sociología que lean e incorporen en sus trabajos escolares
varios de los reportajes publicados. Estamos frente a un esfuerzo editorial encomiable
que ojalá se repita más seguido.
No
obstante, en lo personal me hubiera gustado que prescindieran de la nota
firmada por Enrique Peña, sobre todo porque no aparece ningún trabajo crítico a
sus propuestas educativas, ni se contrastan con otras visiones y planteamientos
realizados por expertos en la materia.
Más aun,
llama sobremanera la atención que de los espacios publicitarios pagados, uno de
ellos ocupe dos planas completas, nada más y nada menos que del Sindicato
Nacional de Trabajadores de la Educación, el SNTE, y firmado por la flamante
Elba Esther Gordillo, intitulado “La formación de valores en el México del
Siglo XXI”. Si alguien no puede hablar de formación de valores en la niñez
mexicana es justamente la profesora Gordillo. Me parece que es un error del
periódico que, con objeto de sufragar el costo del Suplemento, se recurra a uno
de los personajes más deleznables de la política educativa. Ojalá y no se
repita en lo que muchos esperamos se trate de un Suplemento que aparezca
regularmente. ¡Felicidades!
*Profesor-investigador
de la UAM