lunes, 22 de octubre de 2012


Evocación de Pablo Neruda
Por Lisardo Enríquez L.

Comencé a conocer y a disfrutar la poesía de Pablo Neruda antes de leerla. Cursaba los estudios de secundaria en la “Esfuerzo Obrero” de Ciudad Mendoza, cuando el excelente declamador Eugenio Spíndola Soler nos deleitaba con recitales que incluían el poema número 20 que inicia así: “Puedo escribir los versos más tristes esta noche/ escribir por ejemplo: “la noche está estrellada/ y tiritan, azules, los astros a lo lejos”. . . Esa fue la mejor clase de literatura que recibí en aquellos años.
De esa época recuerdo, también de los Veinte poemas de amor y una canción desesperada, el poema número 15 que dice en sus primeros versos: “Me gustas cuando callas porque estás como ausente, /y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca. /Parece que los ojos se te hubieran volado/ y parece que un beso te cerrara la boca”. Víctor Jara, una de las innumerables víctimas de los golpistas que interrumpieron el gobierno de Salvador Allende en Chile, puso música a este hermoso poema que grabó junto a sus propias canciones.
Más adelante aprendí que estos eran versos de arte mayor, alejandrinos, es decir, de catorce sílabas. Y poco a poco dispuse de mayor información, así, me enteré que la primera edición de este poemario data de 1924, justo cuando el chileno de Parral-Temuco cumplía 20 años de edad apenas. Ha sido tan bien recibido por el público este libro que en 1960 se habían vendido más del millón de ejemplares y hasta los primeros años de esta década superaba ya los tres millones. Se ha traducido a prácticamente todos los idiomas.
En vida del poeta se publicaron al menos 42 de sus obras, y otras 24 han sido editadas en fecha póstuma. Escribió durante más de 50 años. Neruda le cantó al amor, al mar, a la naturaleza, a la tierra y a todos elementos, pero también al hombre, a la historia y a la geografía. En él hay una predilección por el color verde, por el azul, por el rojo y por el negro.
La obra en la que dejó su amor por el continente es Canto General, que como dice Marco Martos Carrera, es “el poema épico de la tierra americana”. Consta de 15 partes, cada una de las cuales tiene cierta independencia como para ser libro aparte pero, al mismo tiempo, juntas tienen la secuencia de un solo canto; tiene 231 poemas y más de quince mil versos.  Ahí está la historia de la conquista,  de la Colonia y  de las luchas por la independencia política y económica de América. A México le tocó la satisfacción de que en los Talleres Gráficos de la Nación se hiciera la primera edición de esta obra en el año 1950, al cuidado de Miguel Prieto y con ilustraciones de Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros. El Grupo Aparcoa, también de Chile, hizo un disco con versos del Canto General, en donde el propio poeta interviene.
Como corolario de esta breve evocación, cito unas palabras que en sus Memorias, tituladas Confieso que he vivido, escribió el poeta: “no hay en América, ni tal vez en el planeta, país de mayor profundidad humana que México y sus hombres”.