martes, 13 de noviembre de 2012


Que se escuche la voz de la sociedad
Javier Flores

El 7 de noviembre se inició un proceso inédito y a la vez esperanzador. Por primera vez en la historia de nuestro país, la opinión de la sociedad podría ser considerada en la definición del rumbo de las actividades científicas y tecnológicas. Con ello se invertiría la dirección del vector, según la cual sólo el grupo gobernante, a partir de sus conocimientos y experiencia en la materia, es el que decide el papel que deben desempeñar esas actividades en el presente y futuro de México. Estamos así ante la posibilidad de un cambio, en el que la población puede decir a las personas que toman decisiones (y también a los científicos) cuáles son los caminos que a su juicio deben seguirse.

La Agenda Ciudadana de Ciencia, Tecnología e Innovación –nombre de esta iniciativa– puede contribuir a desvelar la percepción social acerca de dos grandes preguntas: a) ¿cuál es la posición que debe ocupar la ciencia en el desarrollo del país? y b) ¿cuáles son las áreas hacia las cuales la labor de los científicos debe orientarse de manera prioritaria?

Se trata de una encuesta que en su primera versión está diseñada para obtener la respuesta ciudadana sobre 10 temas que engloban los principales desafíos que enfrenta el país: agua, cambio climático, educación, energía, investigación espacial, medio ambiente, migración, salud mental y adicciones, salud pública y seguridad alimentaria.

Es muy importante señalar que en este primer ejercicio o experimento, cada uno de los grandes temas que han sido considerados en el sondeo abarca gran número de áreas del conocimiento, tanto en las ciencias sociales y las humanidades como en las exactas y naturales. Se trata de un enfoque multidisciplinario, el cual considera que, dada la complejidad de los retos a los que se refiere, requiere de la investigación básica y aplicada.

El proyecto está respaldado por más de 20 instituciones, entre las que están las universidades, centros de investigación y organizaciones científicas más prestigiadas del país, entre ellas las universidades Nacional Autónoma de México y Autónoma Metropolitana, el Instituto Politécnico Nacional, el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados, la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior y la Unión de Universidades de América Latina.

Surge la pregunta de cómo una vez que la población se manifieste a través de ese sondeo, su opinión será realmente tomada en cuenta. Uno de los aspectos más relevantes, a mi juicio, es que entre los convocantes se encuentran no sólo organizaciones científicas como la Academia Mexicana de Ciencias, el Foro Consultivo Científico y Tecnológico, el Consejo Consultivo de Ciencias de la Presidencia de la República o el Instituto de Ciencia y Tecnología del Distrito Federal, sino además el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y el Poder Legislativo, es decir, los encargados de tomar decisiones.

Es muy significativo que el arranque de este programa haya tenido como sede el auditorio Octavio Paz en el Senado de la República. Los representantes de las cámaras de Diputados y de Senadores manifestaron su compromiso con la consulta.

El presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara de Diputados, Rubén Benjamín Félix Hays, dijo en esa ocasión: Esperamos las aportaciones ciudadanas que nos señalen cuáles son los temas y problemas locales, regionales y nacionales más importantes. La ciudadanía nos sugerirá el enfoque, los expertos dirán cómo y nosotros deberemos aportar las condiciones legales y presupuestales para posibilitar su instrumentación. Por nuestra parte, el reto será convertir sus peticiones y propuestas en realidades a través del diseño de adecuadas políticas públicas; es decir, traducir la opinión ciudadana en acciones que incidan en diversos ámbitos del conocimiento.

Tuve la oportunidad de charlar brevemente con el presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara de Senadores, Alejandro Tello Cristerna, persona muy seria y comprometida con el avance científico y tecnológico del país, quien me confió que la participación ciudadana será muy importante para ellos y será atendida, pues será un punto de referencia que permitirá guiar las acciones de la Comisión que preside. Prueba de ello, dijo, es el exhorto que en días pasados formuló el Senado de la República a la Cámara de Diputados para alcanzar, en el menor tiempo posible, el uno por ciento del producto interno bruto para la ciencia y la tecnología. Señaló además que si bien se esperan las iniciativas que puedan provenir del ejecutivo, cree que éstas serán acordes con el avance científico.

La Agenda Ciudadana de Ciencia, Tecnología e Innovación cuenta además con el respaldo de diversas instituciones de fomento a la ciencia, como la Sociedad Mexicana de Divulgación de la Ciencia y la Tecnología y la organización Noche de las Estrellas entre muchas otras.

La participación en la consulta es muy importante; sólo requiere un par de minutos y puede realizarse en el sitio: www.agendaciudadana.mx Publicado en La Jornada