Que se
escuche la voz de la sociedad
Javier
Flores
El
7 de noviembre se inició un proceso inédito y a la vez esperanzador. Por
primera vez en la historia de nuestro país, la opinión de la sociedad podría
ser considerada en la definición del rumbo de las actividades científicas y
tecnológicas. Con ello se invertiría la dirección del vector, según la cual
sólo el grupo gobernante, a partir de sus conocimientos y experiencia en la
materia, es el que decide el papel que deben desempeñar esas actividades en el
presente y futuro de México. Estamos así ante la posibilidad de un cambio, en
el que la población puede decir a las personas que toman decisiones (y también
a los científicos) cuáles son los caminos que a su juicio deben seguirse.
La
Agenda Ciudadana de Ciencia, Tecnología e Innovación –nombre de esta
iniciativa– puede contribuir a desvelar la percepción social acerca de dos
grandes preguntas: a) ¿cuál es la posición que debe ocupar la ciencia en el
desarrollo del país? y b) ¿cuáles son las áreas hacia las cuales la labor de
los científicos debe orientarse de manera prioritaria?
Se
trata de una encuesta que en su primera versión está diseñada para obtener la
respuesta ciudadana sobre 10 temas que engloban los principales desafíos que
enfrenta el país: agua, cambio climático, educación, energía, investigación
espacial, medio ambiente, migración, salud mental y adicciones, salud pública y
seguridad alimentaria.
Es
muy importante señalar que en este primer ejercicio o experimento, cada uno de
los grandes temas que han sido considerados en el sondeo abarca gran número de
áreas del conocimiento, tanto en las ciencias sociales y las humanidades como
en las exactas y naturales. Se trata de un enfoque multidisciplinario, el cual
considera que, dada la complejidad de los retos a los que se refiere, requiere
de la investigación básica y aplicada.
El
proyecto está respaldado por más de 20 instituciones, entre las que están las
universidades, centros de investigación y organizaciones científicas más
prestigiadas del país, entre ellas las universidades Nacional Autónoma de
México y Autónoma Metropolitana, el Instituto Politécnico Nacional, el Centro
de Investigación y de Estudios Avanzados, la Asociación Nacional de Universidades
e Instituciones de Educación Superior y la Unión de Universidades de América
Latina.
Surge
la pregunta de cómo una vez que la población se manifieste a través de ese
sondeo, su opinión será realmente tomada en cuenta. Uno de los aspectos más
relevantes, a mi juicio, es que entre los convocantes se encuentran no sólo
organizaciones científicas como la Academia Mexicana de Ciencias, el Foro
Consultivo Científico y Tecnológico, el Consejo Consultivo de Ciencias de la
Presidencia de la República o el Instituto de Ciencia y Tecnología del Distrito
Federal, sino además el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y el Poder
Legislativo, es decir, los encargados de tomar decisiones.
Es
muy significativo que el arranque de este programa haya tenido como sede el
auditorio Octavio Paz en el Senado de la República. Los representantes de las
cámaras de Diputados y de Senadores manifestaron su compromiso con la consulta.
El
presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara de Diputados,
Rubén Benjamín Félix Hays, dijo en esa ocasión: Esperamos las aportaciones
ciudadanas que nos señalen cuáles son los temas y problemas locales, regionales
y nacionales más importantes. La ciudadanía nos sugerirá el enfoque, los
expertos dirán cómo y nosotros deberemos aportar las condiciones legales y
presupuestales para posibilitar su instrumentación. Por nuestra parte, el reto
será convertir sus peticiones y propuestas en realidades a través del diseño de
adecuadas políticas públicas; es decir, traducir la opinión ciudadana en
acciones que incidan en diversos ámbitos del conocimiento.
Tuve
la oportunidad de charlar brevemente con el presidente de la Comisión de
Ciencia y Tecnología de la Cámara de Senadores, Alejandro Tello Cristerna,
persona muy seria y comprometida con el avance científico y tecnológico del
país, quien me confió que la participación ciudadana será muy importante para
ellos y será atendida, pues será un punto de referencia que permitirá guiar las
acciones de la Comisión que preside. Prueba de ello, dijo, es el exhorto que en
días pasados formuló el Senado de la República a la Cámara de Diputados para
alcanzar, en el menor tiempo posible, el uno por ciento del producto interno
bruto para la ciencia y la tecnología. Señaló además que si bien se esperan las
iniciativas que puedan provenir del ejecutivo, cree que éstas serán acordes con
el avance científico.
La
Agenda Ciudadana de Ciencia, Tecnología e Innovación cuenta además con el
respaldo de diversas instituciones de fomento a la ciencia, como la Sociedad
Mexicana de Divulgación de la Ciencia y la Tecnología y la organización Noche
de las Estrellas entre muchas otras.
La
participación en la consulta es muy importante; sólo requiere un par de minutos
y puede realizarse en el sitio: www.agendaciudadana.mx Publicado en La Jornada