miércoles, 18 de septiembre de 2013

Los 13 dilemas del Sistema de Enseñanza Abierta de la UV

ALFONSO VELÁSQUEZ TREJO

Una de las instituciones más significativas para la Universidad Veracruzana (UV) es el Sistema de Enseñanza Abierta (SEA) donde han egresado, desde 1984, cientos de estudiantes quienes, a partir de su esfuerzo en el estudio, han logrado mejorar sustancialmente su calidad de vida. Actualmente esta comunidad está integrada por alrededor de 6500 estudiantes y 480 profesores. Sin embargo, el SEA ha sido gradualmente abandonado en la estrategia general de desarrollo de la UV por un conjunto de rigideces institucionales que limitan su expansión, por la visión limitada de las autoridades universitarias sobre esta opción de educación superior; los intentos fallidos de modernizarla, entre otras, y que en conjunto se han traducido en diversos dilemas institucionales, mismos que trataremos de analizar a continuación:

1.- La obsolescencia del concepto. En 1980, cuando nació en SEA en la UV, los sistemas abiertos, de aquel momento, estaban identificados con lo que ahora se conoce como sistemas educativos semipresenciales. Esto es, aquellos que desarrollan sus actividades académicas los fines de semana y que tienen como destinatarios principales a estudiantes que trabajan entre semana o bien que atienden a sus familias y/o sus negocios, por lo que esta opción es la única alternativa adecuada de formación profesional.

De aquel entonces a la fecha el mundo ha experimentado una significativa revolución tecnológica que ha impactado en el desarrollo de ambientes de aprendizaje vinculados al uso de tecnologías de la información y la comunicación (TICs) y que han permitido desarrollar, entre otras, la educación en línea o virtual, la televisión educativa y otras formas novedosas como el home university. Este efecto ha permeado, de manera tal, que uno de los recientes esfuerzos de la UV ha sido hacer transitar al SEA de la semipresencialidad a la virtualidad para que los maestros puedan impartir sus cursos de manera asincrónica garantizando, entre otros aspectos, que los docentes del SEA trabajen no sólo los fines de semana sino en los horarios normales de los docentes del sistema escolarizado. De este planteamiento surgen los primeros dilemas:

Dilema 1.- ¿Qué hacemos con los estudiantes que por sus condiciones laborales o personales se inscribieron al SEA con el conocimiento de que los cursos se imparten los fines de semana y que ahora pudieran transitar a cursos virtuales entre semana?

Dilema 2.- ¿Existe el soporte tecnológico y la capacidad de producción suficientes para impartir la oferta educativa del SEA a opciones virtuales?

Dilema 3.- El Estatuto de Personal Académico establece que este tránsito debe hacerse, previa capacitación, con el consentimiento de los académicos. ¿Cuántos docentes del SEA estarán dispuestos a transitar hacia modalidades virtuales?

Dilema 4.- ¿Existe en el Estatuto del personal académico la categoría de profesor en línea o virtual?

2.- Soluciones mágicas. En el pasado reciente y lejano se ha intentado hacer diversos cambios al SEA sin éxito evidente. Sin embargo, se continua evaluado diversas alternativas de cambio, la primera de ellas, siguiendo el ejemplo del Sistema de Universidad Abierta (SUA) de la UNAM, sería transferir las carreras del SEA a las facultades con sede en Xalapa. 5 escuelas de derecho y contaduría, 3 de administración de empresas, 1 de pedagogía y 1 de sociología. El efecto de esta decisión sería formar un miniSEA; por poner un caso, la facultad de derecho en Xalapa tendría que absorber las escuelas de derecho del SEA para lo cual necesitaría una estructura regionalizada para la atención de los alumnos. Lo mismo sucedería con contaduría y administración pues pedagogía y sociología podrán depender de los sistemas escolarizados ubicados en Xalapa, entonces surgen otros dilemas:

Dilema 5.- Pongamos el caso de la carrera de derecho. Esta facultad en Xalapa cuenta con 2000 alumnos más 2,500 estudiantes de derecho del SEA. ¿No es esto otro SEA?.

Dilema 6.- ¿Cuenta el SEA y la UV con el personal de apoyo necesario para el desarrollo de cursos multimedia y la operación eficaz de los Centros de Aprendizaje Multimodales (CAM´s)?.

Dilema 7.- ¿Se cuenta con el personal administrativo para la atención de los estudiantes en las regiones?

Dilema 8.- ¿Qué hacemos con la Ley Orgánica de la UV que en su texto identifica con claridad la estructura del SEA?¿es posible hacer letra muerta de ésta?

atrejo20@hotmail.com

Los 13 dilemas del Sistema de Enseñanza Abierta de la UV. (2ª parte)

Alfonso Velásquez Trejo

Como decíamos en nuestra entrega anterior, el Sistema de Enseñanza Abierta de la UV enfrenta una serie de dilemas producto del cambio tecnológico aplicado a la educación, pero también a la creciente demanda de educación semipresencial en diversas áreas del conocimiento. La problemática del SEA-UV no deriva solo de que esta opción no ha crecido pues desde su origen se mantiene la misma oferta educativa, en contraste con otras instituciones que han soportado su expansión precisamente con esta modalidad de educación semipresencial

Asimismo, con el uso de las TIC se ha querido resolver los problemas administrativos del SEA. Si bien estos son una herramienta poderosa ello no significa que la atención a los estudiantes haya mejorado. En la actualidad, aun con el auxilio de las TIC los estudiantes tienen que hacer una prepreinscripción, después la preinscripción, luego la inscripción y finalmente terminan registrándose en ventanilla con lápiz y papel.

Las TICs se han montado sobre una estructura operativa ya obsoleta cuyo efecto ha sido digitalizar la obsolescencia, acentuando aún más la inconformidad de los estudiantes.

Dilema 9.- ¿La estructura operativa del SEA es suficiente para atender una población de 6500 estudiantes?

3.- Falta de parámetros: La UV no dispone de parámetros institucionales para organizar e implementar la educación en virtual o en línea. Esta falta de parámetros queda de manifiesto cuando revisamos la experiencia nacional, por ejemplo, el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, solamente imparte un curso virtual a los estudiantes de licenciatura, ello es así pues el grueso de su oferta virtual está en posgrado para atender las necesidades de formación y especialización de sus egresados que están en el campo de trabajo. En contraste, la Universidad Autónoma de Guadalajara tiene toda un área virtualizada donde ofrece licenciaturas en línea. Incluso la propia UV cuenta con una licenciatura en línea.

Dilema 10.- ¿Existen parámetros institucionales en la UV para esclarecer que tanta virtualidad se imprimirá a los PE?

Dilema 11.- Si partimos del parámetro de la UNAM donde un docente atiende un máximo de 18 estudiantes en línea entonces ¿cuál sería el costo estimado de un estudiante en línea en la UV?¿Esto es rentable?

Dilema 12.- ¿Cuántos estudiantes debe atender un docente en línea en la UV?

4.- Participación universitaria: Uno de los problemas en el diseño originario del SEA es la designación de sus autoridades, pues en la Ley Orgánica de la UV se establece que la designación del Director General y Secretario corresponden al Rector en turno. Esta facultad tiene como efecto que los académicos del SEA sean los únicos de la comunidad universitaria que no tienen la posibilidad de designar a sus autoridades, pues la propia estructura formal del SEA carece de directores o jefes de carrera.

Esta situación ha provoca que no siempre los Directores del SEA estén involucrados con la las características y problemáticas de ésta, estableciéndose una distancia entre la comunidad y sus autoridades en turno afectando la legitimidad y con ello la democracia interna del SEA.

Dilema 13.- ¿debe seguir designado el Rector en turno al Director General del SEA o es el momento de que la comunidad académica tenga la opción, como todas las comunidades académicas, de designar a sus autoridades? Acaso que pudiera la comunidad académica del SEA proponer una terna al Rector en turno para que pueda elegir de entre los 480 académicos y 5 programas educativos del SEA a su Director General.

A manera de conclusión es posible afirmar que la solución de los complejos problemas del SEA no dependen exclusivamente de éste, sino del conjunto de cambios institucionales que demanda la propia UV. Por citar un ejemplo, la flexibilización en la contratación de los académicos que les permita, además de diversificar su carga académica, impartir cursos a nivel de licenciatura, maestría y doctorado en diferentes ambientes de aprendizaje dependiendo de su nivel de habilitación académica.

Por otro lado, no será que los afanes de modernización del SEA terminen con una tradición y opción de formación académica que ha demostrado ya su pertinencia social e histórica como lo demuestran infinidad de programas de licenciatura, maestría y doctorado que se imparten y desarrollan en esta modalidad semipresencial en universidades públicas y privadas y que han contribuido abrir una opción de formación académica para quienes trabajan o atienden a sus familias entre semana. A manera de conclusión y retomando el lema de la Dra. Sara D. Ladrón de Guevara G., actual rectora de la UV, el SEA enfrenta el dilema entre la tradición y la innovación. Como siempre la mejor opinión es la de usted estimado lector.