Los 13 dilemas del Sistema de Enseñanza
Abierta de la UV
ALFONSO VELÁSQUEZ
TREJO
Una de las
instituciones más significativas para la Universidad Veracruzana (UV) es el
Sistema de Enseñanza Abierta (SEA) donde han egresado, desde 1984, cientos de
estudiantes quienes, a partir de su esfuerzo en el estudio, han logrado mejorar
sustancialmente su calidad de vida. Actualmente esta comunidad está integrada
por alrededor de 6500 estudiantes y 480 profesores. Sin embargo, el SEA ha sido
gradualmente abandonado en la estrategia general de desarrollo de la UV por un
conjunto de rigideces institucionales que limitan su expansión, por la visión
limitada de las autoridades universitarias sobre esta opción de educación
superior; los intentos fallidos de modernizarla, entre otras, y que en conjunto
se han traducido en diversos dilemas institucionales, mismos que trataremos de
analizar a continuación:
1.- La obsolescencia
del concepto. En 1980, cuando nació en SEA en la UV, los sistemas abiertos, de
aquel momento, estaban identificados con lo que ahora se conoce como sistemas
educativos semipresenciales. Esto es, aquellos que desarrollan sus actividades
académicas los fines de semana y que tienen como destinatarios principales a
estudiantes que trabajan entre semana o bien que atienden a sus familias y/o
sus negocios, por lo que esta opción es la única alternativa adecuada de
formación profesional.
De aquel entonces a
la fecha el mundo ha experimentado una significativa revolución tecnológica que
ha impactado en el desarrollo de ambientes de aprendizaje vinculados al uso de
tecnologías de la información y la comunicación (TICs) y que han permitido
desarrollar, entre otras, la educación en línea o virtual, la televisión
educativa y otras formas novedosas como el home university. Este efecto ha
permeado, de manera tal, que uno de los recientes esfuerzos de la UV ha sido
hacer transitar al SEA de la semipresencialidad a la virtualidad para que los
maestros puedan impartir sus cursos de manera asincrónica garantizando, entre
otros aspectos, que los docentes del SEA trabajen no sólo los fines de semana
sino en los horarios normales de los docentes del sistema escolarizado. De este
planteamiento surgen los primeros dilemas:
Dilema 1.- ¿Qué
hacemos con los estudiantes que por sus condiciones laborales o personales se
inscribieron al SEA con el conocimiento de que los cursos se imparten los fines
de semana y que ahora pudieran transitar a cursos virtuales entre semana?
Dilema 2.- ¿Existe el
soporte tecnológico y la capacidad de producción suficientes para impartir la
oferta educativa del SEA a opciones virtuales?
Dilema 3.- El
Estatuto de Personal Académico establece que este tránsito debe hacerse, previa
capacitación, con el consentimiento de los académicos. ¿Cuántos docentes del
SEA estarán dispuestos a transitar hacia modalidades virtuales?
Dilema 4.- ¿Existe en
el Estatuto del personal académico la categoría de profesor en línea o virtual?
2.- Soluciones
mágicas. En el pasado reciente y lejano se ha intentado hacer diversos cambios
al SEA sin éxito evidente. Sin embargo, se continua evaluado diversas
alternativas de cambio, la primera de ellas, siguiendo el ejemplo del Sistema
de Universidad Abierta (SUA) de la UNAM, sería transferir las carreras del SEA
a las facultades con sede en Xalapa. 5 escuelas de derecho y contaduría, 3 de
administración de empresas, 1 de pedagogía y 1 de sociología. El efecto de esta
decisión sería formar un miniSEA; por poner un caso, la facultad de derecho en
Xalapa tendría que absorber las escuelas de derecho del SEA para lo cual
necesitaría una estructura regionalizada para la atención de los alumnos. Lo
mismo sucedería con contaduría y administración pues pedagogía y sociología
podrán depender de los sistemas escolarizados ubicados en Xalapa, entonces
surgen otros dilemas:
Dilema 5.- Pongamos
el caso de la carrera de derecho. Esta facultad en Xalapa cuenta con 2000
alumnos más 2,500 estudiantes de derecho del SEA. ¿No es esto otro SEA?.
Dilema 6.- ¿Cuenta el
SEA y la UV con el personal de apoyo necesario para el desarrollo de cursos
multimedia y la operación eficaz de los Centros de Aprendizaje Multimodales
(CAM´s)?.
Dilema 7.- ¿Se cuenta
con el personal administrativo para la atención de los estudiantes en las
regiones?
Dilema 8.- ¿Qué
hacemos con la Ley Orgánica de la UV que en su texto identifica con claridad la
estructura del SEA?¿es posible hacer letra muerta de ésta?
atrejo20@hotmail.com
Los 13 dilemas del
Sistema de Enseñanza Abierta de la UV. (2ª parte)
Alfonso Velásquez
Trejo
Como decíamos en
nuestra entrega anterior, el Sistema de Enseñanza Abierta de la UV enfrenta una
serie de dilemas producto del cambio tecnológico aplicado a la educación, pero
también a la creciente demanda de educación semipresencial en diversas áreas
del conocimiento. La problemática del SEA-UV no deriva solo de que esta opción
no ha crecido pues desde su origen se mantiene la misma oferta educativa, en
contraste con otras instituciones que han soportado su expansión precisamente
con esta modalidad de educación semipresencial
Asimismo, con el uso
de las TIC se ha querido resolver los problemas administrativos del SEA. Si
bien estos son una herramienta poderosa ello no significa que la atención a los
estudiantes haya mejorado. En la actualidad, aun con el auxilio de las TIC los
estudiantes tienen que hacer una prepreinscripción, después la preinscripción,
luego la inscripción y finalmente terminan registrándose en ventanilla con
lápiz y papel.
Las TICs se han
montado sobre una estructura operativa ya obsoleta cuyo efecto ha sido
digitalizar la obsolescencia, acentuando aún más la inconformidad de los
estudiantes.
Dilema 9.- ¿La
estructura operativa del SEA es suficiente para atender una población de 6500
estudiantes?
3.- Falta de parámetros:
La UV no dispone de parámetros institucionales para organizar e implementar la
educación en virtual o en línea. Esta falta de parámetros queda de manifiesto
cuando revisamos la experiencia nacional, por ejemplo, el Instituto Tecnológico
de Estudios Superiores de Monterrey, solamente imparte un curso virtual a los
estudiantes de licenciatura, ello es así pues el grueso de su oferta virtual
está en posgrado para atender las necesidades de formación y especialización de
sus egresados que están en el campo de trabajo. En contraste, la Universidad
Autónoma de Guadalajara tiene toda un área virtualizada donde ofrece
licenciaturas en línea. Incluso la propia UV cuenta con una licenciatura en
línea.
Dilema 10.- ¿Existen
parámetros institucionales en la UV para esclarecer que tanta virtualidad se
imprimirá a los PE?
Dilema 11.- Si
partimos del parámetro de la UNAM donde un docente atiende un máximo de 18
estudiantes en línea entonces ¿cuál sería el costo estimado de un estudiante en
línea en la UV?¿Esto es rentable?
Dilema 12.- ¿Cuántos
estudiantes debe atender un docente en línea en la UV?
4.- Participación
universitaria: Uno de los problemas en el diseño originario del SEA es la
designación de sus autoridades, pues en la Ley Orgánica de la UV se establece
que la designación del Director General y Secretario corresponden al Rector en
turno. Esta facultad tiene como efecto que los académicos del SEA sean los
únicos de la comunidad universitaria que no tienen la posibilidad de designar a
sus autoridades, pues la propia estructura formal del SEA carece de directores
o jefes de carrera.
Esta situación ha
provoca que no siempre los Directores del SEA estén involucrados con la las
características y problemáticas de ésta, estableciéndose una distancia entre la
comunidad y sus autoridades en turno afectando la legitimidad y con ello la
democracia interna del SEA.
Dilema 13.- ¿debe
seguir designado el Rector en turno al Director General del SEA o es el momento
de que la comunidad académica tenga la opción, como todas las comunidades
académicas, de designar a sus autoridades? Acaso que pudiera la comunidad
académica del SEA proponer una terna al Rector en turno para que pueda elegir
de entre los 480 académicos y 5 programas educativos del SEA a su Director
General.
A manera de
conclusión es posible afirmar que la solución de los complejos problemas del
SEA no dependen exclusivamente de éste, sino del conjunto de cambios
institucionales que demanda la propia UV. Por citar un ejemplo, la
flexibilización en la contratación de los académicos que les permita, además de
diversificar su carga académica, impartir cursos a nivel de licenciatura,
maestría y doctorado en diferentes ambientes de aprendizaje dependiendo de su
nivel de habilitación académica.
Por otro lado, no
será que los afanes de modernización del SEA terminen con una tradición y
opción de formación académica que ha demostrado ya su pertinencia social e
histórica como lo demuestran infinidad de programas de licenciatura, maestría y
doctorado que se imparten y desarrollan en esta modalidad semipresencial en
universidades públicas y privadas y que han contribuido abrir una opción de
formación académica para quienes trabajan o atienden a sus familias entre
semana. A manera de conclusión y retomando el lema de la Dra. Sara D. Ladrón de
Guevara G., actual rectora de la UV, el SEA enfrenta el dilema entre la
tradición y la innovación. Como siempre la mejor opinión es la de usted
estimado lector.