¿Y la calidad educativa?
Gabriela
Rodríguez
¿Por qué no
se utiliza el conocimiento que genera la investigación para mejorar la calidad
de la educación? Una entrevista realizada al doctor Carlos Muñoz Izquierdo por
los investigadores Aurora Loyo y Cristian Solórzano (La influencia de los
resultados de investigación en la toma de decisiones de política educativa,
Revista Mexicana de Investigación Educativa, número 58, volumen XVIII, 2013).
nos da lecciones clave sobre la relación –o el divorcio– entre investigación y
políticas públicas.
En la visión
de uno de los más destacados investigadores mexicanos de la educación se trata
de un vínculo complejo que no se soluciona con un diálogo con los políticos. La
etapa con mayor diálogo de investigadores con los políticos fue cuando se fundó
el Conacyt; desde entonces el doctor Muñoz Izquierdo comprendió que con ese
diálogo no era posible transformar las políticas públicas. Él considera que
nunca hay que dejar la investigación para irse a colaborar directamente como
asesor del gobierno, porque ese camino lleva a perder la independencia
intelectual. Una de las claves es que las instituciones académicas sigan siendo
independientes; más que responder a la investigación, el gobierno ha
reaccionado cediendo a las presiones que le han hecho diversos sectores
sociales, como cuando los sectores empresariales obligaron a poner en línea los
resultados de las pruebas Enlace de cada alumno y de cada escuela.
Entre las
principales experiencias que cuenta el también posgraduado de la Universidad de
Stanford, es que en los 70, cuando Víctor Bravo Ahúja era el secretario de
Educación Pública, le comunicó los resultados de un estudio que mostraba la
incapacidad que ya en ese momento tenía el sistema productivo para absorber a
los egresados del sistema escolar. El secretario opinó que era necesario
entonces frenar el crecimiento de la enseñanza superior para solucionar el
problema; como es obvio, esa opinión era totalmente contraria a la que el
doctor esperaba. Refiriendo otra de sus amargas experiencias, Muñoz Izquierdo
no menciona el nombre de un secretario que se impulsaba como candidato a la
Presidencia de la República, y que citó a su equipo de investigadores del
Centro de Estudios Educativos: sin miramientos nos regañaron, porque estábamos
pateando el pesebre con las críticas que hacíamos al gobierno. En los últimos
años de la década de los 70, la investigación educativa tuvo su edad de oro
gracias a la percepción del presidente José López Portillo de que iba a ser necesario
administrar la abundancia. Algunos de sus estudios hicieron notar que iba a
disminuir la demanda por profesores de primaria y que aumentaría el número
correspondiente de educadoras de prescolar, lo cual fue tomado como argumento
del SNTE para hacer obligatorio ese nivel de enseñanza.
En tiempos
de Carlos Salinas, cuando Manuel Bartlett encabezó la SEP, hubo una interesante
interacción. Bartlett fue el último secretario que intentó poner en práctica un
modelo educativo novedoso, muy vinculado a las propuestas de la Unesco. Surgió
un Plan de Desarrollo Educativo y un modelo operativo producto de diversos
estudios. Sin embargo, el modelo nunca se aplicó, porque Bartlett lanzó su
candidatura al gobierno de Puebla por presiones del SNTE –según entendió Muñoz
Izquierdo–, entonces le quedó claro que el gobierno apoya gustosamente lo que
considera necesario, aunque después tira por la borda las sugerencias derivadas
de la investigación, por considerar que ellas no satisfacen sus propios
intereses. Con Zedillo, el doctor no recuerda ninguna experiencia
significativa; durante el periodo de transición previo al presidente Fox hubo
un grupo de análisis que preparó un balance al nuevo gobierno.
Con el
presidente Calderón se hicieron análisis de la Alianza por la Calidad de la
Educación (ACE), cuyos resultados fueron decepcionantes para el también premio
Nacional de Ciencias: tomen en cuenta que, años atrás, el secretario de
Educación había pagado una importante cantidad de dólares a una consultora
internacional, quien a cambio de ese pago le aconsejó recuperar el control de
las plazas magisteriales, así como las de dirección y supervisión escolar.
Josefina
Vázquez Mota fue muy gentil conmigo, sin embargo, nunca encargó estudio alguno
ni tomó en cuenta las investigaciones realizadas. Es necesario invertir en
investigaciones robustas y longitudinales que vayan más allá de los
diagnósticos e investiguen las soluciones, recuperar la influencia de la
investigación doméstica y no solamente importar estudios de otros países,
generar espacios de intercambio de saberes entre áreas de planeación y gestión
escolar, crear canales entre investigadores y tomadores de decisión, así como
impulsar el periodismo especializado para influir en los últimos. El
recientemente nombrado premio Nacional de Ciencias afirmó: Puedo decirles que
estoy cansado de hacer propuestas por escrito, tanto en la prensa y en mis
publicaciones, encaminadas a mejorar la calidad de la educación y a reorientar
el gasto educativo, que se han quedado en el aire.
Hoy que
llevo cinco días atrapada en Acapulco, también me queda claro que si los
políticos hubiesen tomado en cuenta la información meteorológica sobre las
tormentas tropicales, se hubiesen evitado muchas muertes y graves consecuencias
en medio de estas tempestades.
Twitter:
@Gabrielarodr108