lunes, 23 de septiembre de 2013

Poligrafías
Luis Gerardo Martínez García

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MAESTROS Y AUTORIDADES EN PROCESO DE APRENDIZAJE. Pasaron tantos años para que los maestros se manifestarán en contra del Estado, que a la autoridad se le olvidó dialogar con ellos; todos esos años los intermediarios siempre fueron los dirigentes sindicales. Pasó tanto tiempo para que los maestros se inconformaran, que se les había olvidado exigir. Hoy que están ambos, maestros y autoridades, en medio de este movimiento social en contra de la reforma laboral, enfrentan un proceso educativo extra muros: unos aprenden a exigir y a defender sus derechos, mientras que los otros aprenden a dialogar con el movimiento (esto es, con el colectivo; no en lo individual). Parecía que los conceptos diálogo, acuerdo, exigencia, manifestación, espacio público, reflexión, participación, debate y (des) encuentros estaban borrados del plano discursivo. Pero no. Maestros y autoridades aprenden y desaprenden en ese marco curricular y político aletargado por años. En corresponsabilidad, ambos actores tienen el compromiso de hacer suyo un discurso, acorde a posturas antagónicas que no necesariamente riñen con esa disposición de definir puntos de acuerdo que estructuren una agenda de políticas públicas para el fortalecimiento de la educación pública. Los peores consejeros en estos momentos lo son la deshumanización, la injusticia y la irracionalidad, junto con la falta de mesura, sensatez y prudencia. Si en aquellos años a alguien se le olvidó exigir, a alguien más se le olvidó dialogar. Hoy se vive un proceso educativo y político lleno de retos, que aún con tintes de crisis, tiene la oportunidad del cambio. Maestros y autoridades están aprendiendo a verse de frente  para poder dialogar.
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FOROS SOBRE LA REFORMA EDUCATIVA. Varios sindicatos trabajan intensamente en foros de consulta en los que podrán participar los maestros acerca de la armonización de las leyes locales derivadas de la reforma educativa. Los 19 sindicatos magisteriales de Veracruz emprendieron ya formas diversas de participación de sus agremiados. La meta que se han fijado es generar en menos de seis meses las adecuaciones correspondientes. No será extraño que algunas organizaciones quieran hacer la tarea primero y presenten su propuesta en octubre. Recordemos que a la presente Legislatura local le queda tan solo un mes. Pues bien, los espacios de consulta siempre los he considerado como una alternativa democrática de participación civil. Sólo que en este proceso de consulta nadie ha explicado lo que entienden por Armonización; tampoco nadie le ha dicho a los maestros si una ley local puede estar por encima de una federal; de igual manera, deja de hablarse de la reforma educativa y del presupuesto que se le va a asignar. Se notan muchos vacíos en este proceso de consulta. Personalmente considero que éste será infructuoso. Me parece que se requiere de un grupo colegiado académico-político que tenga la capacidad suficiente para ser interlocutor entre el gobierno estatal y los maestros. Esta consulta puede convertirse en contraproducente, en tanto el magisterio que sí participe detecte que sus propuestas no fueron consideradas. Los maestros tienen la suficiente madurez política y académica como para que se les quiera manipular. Esta consulta puede ser una invaluable posibilidad de diálogo para sacar adelante este momento de crisis educativa, pero también puede ser un desencanto más para los maestros.

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CULPABLES, LOS SINDICATOS. Enrique Florescano en visita reciente a Veracruz declaró que los culpables del deterioro educativo son los sindicatos. Es verdad que los sindicatos contribuyen al mal estado de la educación pública; y aunque originalmente se crearon para resguardar los derechos del trabajador, perdieron el rumbo desde el momento en que se convirtieron en aparados de Estado. Al convertirse éstos en cómplices de los gobiernos en turno, los trabajadores fueron desatendidos peligrosamente. Florescano señaló que "los sindicatos han sido el cuello de botella para cambiar la educación". Hoy más que nunca, las organizaciones magisteriales tienen la oportunidad de reivindicarse, emprendiendo cambios endógenos de filosofía, estructura y principios. Es claro que todos requieren repensarse porque muchos no responden ya a las expectativas de los trabajadores de la educación; muchos fueron creados a modo por el propio Estado. Finalmente señaló, “sí es necesaria la reforma educativa, pero tiene que empezar por reformar la coalición pervertida entre el sindicato y el gobierno, tienen que terminar, porque la educación en México está rezagada". Reflexionemos entonces ante las circunstancias: ¿son los sindicatos o el Estado los responsables del grave rezago educativo que vive nuestro pais?

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¿Y DÓNDE QUEDARON LOS INTELECTUALES? Ni un maestro golpeado más, en su cartulina señalaba un estudiante universitario que marchaba entre los maestros. Eso a raíz del desalojo en la Plaza Lerdo. En ese contexto, sólo una organización sindical manifestó su rechazo ante tal acontecimiento. Los demás callaron. Sólo pregunto ¿dónde quedó la voz de los intelectuales veracruzanos? Ante la sociedad, y ante el gobierno, la postura de los intelectuales siempre tiene un peso especial. Ellos tienen la autoridad moral para defender los derechos constitucionales de los demás, además de que marcan un rumbo bien pensado de los acontecimientos políticos y sociales. Tal vez quisieron parecer neutrales, aunque les recuerdo lo que escribió John O'Neil: «No hay un material neutro de la historia. Para nosotros, la historia no es un espectáculo, porque se trata de nuestra propia vida, nuestra propia violencia y nuestras propias creencias». Y si, a manera de reclamo, ¿dónde quedaron los intelectuales y aquellas organizaciones de la sociedad civil? Respetable si alguien dice que prefiere la comodidad del silencio.

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