La importancia
de ganarle a Gordillo, el SNTE y la CNTE
El
papel de los medios va a ser fundamental de venir una reacción sindical muy
dura frente a la reforma anunciada.
Leo
Zuckermann
Impecable,
hasta ahora, el manejo del nuevo gobierno en materia educativa. Al parecer van
en serio y por todas las canicas. Con el apoyo de la oposición, el presidente
Peña está diciendo “esto es lo que quiero y, para que no haya dudas, lo voy a
poner en la Constitución”. Me refiero a la evaluación obligatoria de alumnos y
maestros más la carrera magisterial basada en el mérito. Aplaudo esta decisión.
Como aplaudo que los tres principales partidos se hayan puesto de acuerdo para
enfrentar al grupo de interés que sistemáticamente se ha opuesto a estos
cambios: los dos grupos sindicales del magisterio, el SNTE y la CNTE.
Ahora
falta ver la reacción de estos grupos frente a esta reforma constitucional. Si
el PRI, el PAN y el PRD efectivamente se unen, tienen los votos suficientes en
el Senado, la Cámara de Diputados y los Congresos estatales para aprobar los
cambios que se anunciaron ayer. En este sentido, no debería haber problema
alguno en el ámbito legislativo. El conflicto podría darse en las calles. La CNTE
ya anunció que desconocen a Peña como
Presidente y, desde luego, su propuesta de reforma educativa, por lo que se
movilizarán en contra de ella el año que entra (después de sus sagradas
vacaciones).
El
SNTE ha sido más cauto en su reacción. Han dicho que, en principio, apoyarán la
reforma. Pero es evidente que terminó la luna de miel de los gobiernos
federales con la maestra Elba Esther Gordillo. Ayer fue invitada al acto en el
Museo de Antropología. En su representación envió a un empleado suyo que es el
que formalmente preside el sindicato. Muy calladita ha estado la maestra. Sabe
que está en una posición muy delicada. Peña , con el apoyo del PAN y el PRD, la
están desafiando. Supongo que ha de estar evaluando las opciones que tiene.
Mantiene, al parecer, el apoyo de la camarilla que controla el SNTE. No sé, sin
embargo, cuál es su fuerza real entre los agremiados. De eso va a depender si
puede armar una gran movilización, aunque también es cierto que no se necesitan
muchos maestros para provocar un caos en las principales ciudades del país.
Lo
que llama la atención es que nadie defiende a Gordillo en los medios de
comunicación. No he sabido de una sola editorial, columna, nota o comentario en
la prensa escrita, radio o televisión que esté en contra de lo anunciado ayer
por el presidente Peña y su secretario
de Educación, o que hable favorablemente del SNTE y su líder vitalicia. Ahí, al
parecer, no tiene apoyos. Qué bueno porque el papel de los medios va a ser fundamental
de venir una reacción sindical muy dura frente a la reforma anunciada. El
gobierno va a requerir que la gran mayoría de los mexicanos esté de acuerdo con
su postura cuando el SNTE y la CNTE movilicen los recursos que tienen en contra
de la reforma. En este sentido, los medios jugarán un papel determinante para
persuadir a la opinión pública de que lo correcto es la evaluación obligatoria
y una carrera magisterial basada en el mérito a fin de mejorar la educación en
el país.
La
política se parece a la guerra en el sentido de que hay que escoger cuáles son
los enemigos a los que se puede atacar y vencer. Hay que seleccionar con mucho
cuidado al primer adversario. De ganar, se manda un mensaje de fortaleza a
enemigos mayores. De perder, ahí termina la guerra. Por eso es importante que
la primera batalla sea contra un enemigo al que efectivamente se pueda vencer.
Menciono esto porque tanto Peña Nieto, como el PAN y el PRD, supuestamente se
han unido para enfrentar a los “poderes fácticos” que existen en el país. Es
evidente que han escogido que su primera batalla sea contra los grupos y
liderazgos que han frenado el desarrollo educativo de México: el SNTE, la CNTE
y la maestra Gordillo.
Supongo
que el gobierno, PAN, PRI y PRD evaluaron la fuerza de estos grupos y
liderazgos y, como los vieron debilitados, decidieron que esta fuera su primera
batalla. La tienen que ganar porque, de lo contrario, ahí terminará el sexenio
en cuanto a enfrentarse a otros grupos de interés poderosos. De ahí la
importancia del éxito de esta primera reforma en materia educativa. Es
condición sine qua non para luego sacar otras reformas que afectarán a otros
poderes fácticos. Grupos de interés que estarán dispuestos a negociar y aceptar
que les cambien las reglas porque saben que el gobierno se enfrentó a la
maestra Gordillo, el SNTE y la CNTE y les ganó.