Reforma educativa:
propuesta insuficiente
Arturo
Damm Arnal | Opinión
¿Cuál
debe ser el fin general de las reformas estructurales, ya sea la fiscal, la
energética, la educativa, o cualquier otra? Partiendo de la situación actual,
en la cual el gobierno, además de ser gobierno, y como tal garantizar la
seguridad contra la delincuencia e impartir justicia, pretende ser desde ángel
de la guarda, y preservarnos de todos los males, hasta hada madrina, y
concedernos todos los bienes, partiendo de esta situación, repito, el objetivo
general de las reformas estructurales debe ser reconocer plenamente, definir
puntualmente y garantizar jurídicamente la libertad individual, la propiedad
privada y la responsabilidad personal, responsabilidad, propiedad y libertad
que se ven seriamente amenazadas por los gobiernos hada madrina y ángel de la
guarda.
El
objetivo de las reformas estructurales debe ser avanzar hacia un orden de mayor
respeto a la libertad individual, la propiedad privada y la responsabilidad
personal, lo cual, en materia educativa, supone limitar al gobierno a
garantizar, mediante subsidio (educación primaria, secundaria y preparatoria) o
por medio del financiamiento (educación universitaria) la educación de todo
aquel que quiera educarse y pueda aprovechar la educación. El gobierno, además
de garantizar, por la vía del subsidio, la educación, desde preescolar hasta
universitaria, de millones de mexicanos, es el educador de la gente, lo cual ha
generado, frente a las familias de bajos ingresos, un monopolio que elimina la
libertad de elección de millones de padres de familia, quienes no tienen otra
opción, en materia educativa, más que la ofrecida por el gobierno, con todos
los inconvenientes que tiene la oferta monopólica de cualquier bien o
servicios, comenzando por la calidad, misma que no es, ni remotamente, una de
las características de la educación impartida por el gobierno (y, en muchos
casos, de la impartida también en escuelas privadas).
¿Cuáles
son las propuestas de reforma educativa presentadas por Peña Nieto, con el
objetivo de elevar la calidad de la educación que imparte el gobierno y lograr
la inclusión de todos los mexicanos, que son los dos grandes fines que se
buscan: mayor calidad educativa para todos? 1) Crear el servicio profesional
docente, “que fije las reglas de aplicación nacional para el ingreso, promoción
y permanencia en la educación básica y media superior que imparta el Estado,
mediante mecanismos que garanticen la idoneidad de los conocimientos y las
capacidades necesarias de quien aspira o se encuentra dentro del servicio”,
todo ello basado en “el mérito del maestro en su desempeño individual”. 2)
Crear el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, ya que “se
requiere de un órgano con la capacidad para armonizar al conjunto del quehacer
en materia de evaluación, de manera que sus elementos sean convergentes para
generar información y bases que permitan el logro de la calidad que se busca”.
3) Crear el Sistema de Información y Gestión Educativa. 4) Fortalecer la
formación continua de los maestros. 5) Fortalecer la autonomía de gestión de las
escuelas. 6) Establecer las escuelas de tiempo completo. 7) Impulsar el
suministro de alimentos nutritivos y prohibir en las escuelas los alimentos que
no favorezcan la salud de los educandos. ¿Algo más? Nada más.
No cabe
duda que el objetivo principal de la reforma –proporcionar educación de calidad
para todos– no debe ser cuestionado, como tampoco debe serlo todo aquello que
nos permita, uno, saber objetivamente cómo andamos en materia de educación
(para lo cual se propone la creación del Instituto Nacional para la Evaluación
de la Educación) y, dos, tener en los salones de clase a los mejores maestros
(para lo cual se plantea la creación del servicio profesional docente). Para
proporcionar educación de calidad se necesita, uno, saber de qué calidad es la
educación que se imparte hoy y, dos, tener en los salones de clases a los
mejores maestros que seamos capaces de tener. En pocas palabras: saber cómo
estamos y tener con quienes salir adelante, los dos puntos centrales de la
propuesta de reforma de Peña Nieto, en torno
a los cuales giran los demás.
Sin
embargo, estando las cosas como están, y aceptando que el fin general de las
reformas estructurales debe ser reconocer plenamente, definir puntualmente y
garantizar jurídicamente la libertad individual, la propiedad privada y la
responsabilidad personal, la propuesta de reforma educativa de Peña Nieto se
queda corta, en primer lugar, porque concibe al gobierno, de acuerdo a lo
establecido en el artículo tercero de la Constitución, no solamente como la instancia
encargada de garantizar la educación, subsidiándola (primaria, secundaria y
preparatoria) o financiándola (universitaria), sino como la instancia encargada
de educar a la gente, tal y como lo señala el ya mentado artículo tercero de la
Constitución, en el cual se afirma, sin dejar lugar a dudas, que “el Estado
–Federación, Estados, Distrito Federal y Municipios–, impartirá educación
preescolar, primaria, secundaria y media superior” debiendo subrayar la palabra
impartirá, que supone algo más, mucho más, que garantizará. Lo primero supone,
nada más, subsidiar o financiar, lo segundo convertirse en educador (malo)
monopólico (peor).
Pese a la
redistribución que supone (el gobierno paga la educación de unos con el dinero
de otros), y aceptando que el gobierno no dejará de quitarle a unos para darle
a otros (gobernar es sinónimo de redistribuir), la única –y subrayo: única–
participación del gobierno en materia educativa debe ser la de garantizar, por
medio del subsidio, o mediante el financiamiento, la educación de todo aquel
que quiera educarse y que pueda aprovechar la educación, pero de ninguna manera
debe ser el educador de la gente, ya que si hay algún monopolio de claros
tintes totalitarios ese es el de la educación en las manos del gobierno: la
misma educación para todos. Con relación
a la naturaleza totalitaria del monopolio gubernamental en educación, la
propuesta de reforma de Peña Nieto no deja lugar a dudas. En el inciso VIII del
Decreto que Reforma y Adiciona (con el fin de llevar a cabo la reforma
educativa) Diversas Disposiciones de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos leemos que “el Congreso de la Unión, con el fin de unificar y
coordinar la educación en toda la República, expedirá las leyes necesarias,
destinadas a distribuir la función social educativa entre la Federación, los
Estados y los Municipios…”. Unificar la educación en todo el país. La misma
educación para todos. Un sistema educativo que, como tal, abarque a todos.
Totalitarismo, tal y como lo supone, y de él se habla una y otra vez en la
propuesta de reforma educativa de Peña Nieto, el sistema educativo nacional.
La
propuesta de reforma educativa de Peña Nieto supone introducir cambios
importantes en el sistema educativo del gobierno, cambios importantes pero que,
no por ello, dejan de ser accidentales, en el sentido de que dejan intacta la
esencia de dicho sistema, con el gobierno yendo más allá de lo que resulta
prudente, no limitándose a subsidiar o financiar la educación, sino
manteniéndose como el educador de la gente, con todo lo que ello supone de
violación a la libertad individual, la propiedad privada y la responsabilidad
personal, violaciones que son inevitables cuando de los gobiernos ángel de la
guarda y hada madrina se trata, siendo que un sistema educativo nacional,
regenteado por el gobierno, es síntesis de esos dos gobiernos: el ángel de la
guarda y el hada madrina.
La
reforma educativa de Peña Nieto supone más de lo mismo, aunque de distinta
manera. Supone cambios accidentales para que la esencia permanezca.