Las maestras, la maestra
Gabriela
Rodríguez
Con
descomunales las desigualdades que existen hoy, a más de 100 años de que la
dirigente alemana Clara Zetkin invitara a celebrar, en la segunda Conferencia
Internacional Socialista de Copenhague, un día dedicado a los derechos de las
mujeres trabajadoras. Porque la agenda del feminismo es una agenda contra las
desigualdades todas, y resulta increíble que todavía hoy tengamos que subrayar
la manera en que la discriminación hacia el sexo femenino sigue impactado las
condiciones en que viven las mujeres.
Hay una
mayoría de mujeres docentes, no sólo porque la cultura valora la educación de
los niños como una extensión del rol materno, sino en particular porque sigue
concentrándose el trabajo doméstico en ellas, y al considerar que el horario de
las escuelas es menor al de otros empleos, resulta una opción para muchas
mujeres, aunque no sea esa su vocación. El porcentaje de docentes del sexo
femenino es amplísimo en los primeros niveles de la educación básica y va
disminuyendo conforme se avanza de grado, hasta alcanzar menos de la mitad en
los niveles más altos: en el nivel prescolar 97.9 por ciento son mujeres
educadoras, en primaria 65.9 por ciento, el porcentaje en secundaria es de
47.2, mientras que en bachillerato y normales es de 44.
Gran
cantidad de esas maestras trabajan en las áreas rurales, muchas de las cuales
he tenido oportunidad de conocer en los proyectos que trabajo. Ellas reciben un
ingreso de 4 mil 500 pesos mensuales y están conscientes de que ese ingreso es
muy bajo, lo aceptan porque el horario es corto, de cuatro a cinco horas
diarias, lo cual les permite recoger a sus hijos, llegar a hacer la comida,
ayudar a las tareas, limpiar la casa y demás. Algunas dejaron de trabajar en
las escuelas cuando se hicieron madres, así que cuando crecieron sus bebés o
cuando se separaron regresaron a solicitar trabajo, pero entraron en una
competencia desventajosa frente a las y los docentes que ya tenían años de
experiencia, lo cual algunas veces las llevó a tomar grupos escolares sin plaza
y con mínimas condiciones salariales. Hay otras docentes que también trabajan
en las zonas rurales y semiurbanas pero ganan el doble (como 8 mil pesos) y
tienen plaza, algunas de ellas me contaron que lo lograron porque decidieron
participar todo el año, incluyendo los fines de semana, en las jornadas
electorales del candidato que les asigna el supervisor de la SEP o del SNTE, y
así pudieron acceder a esa significativa recompensa.
Después
de la captura de la maestra –aquí el singular toma el significado de ex líder
del SNTE–, se habla de un desfalco de 2 mil millones de pesos. Lo más
significativo: los invirtió Elba Esther en propiedades lujosísimas, diamantes y
obras de arte; además se han pagado cursos en California sobre técnicas
electorales a secretarios de las secciones sindicales. Tan sólo en tiendas de
ropa señalan 22 pagos por más de 2 millones de dólares a su tarjeta de crédito
por compras en Neiman Marcus. Nadie como la maestra nos ha enseñado tanto sobre
marcas de ropa internacionales, un saber tan sustancial para el desarrollo de
las niñas de México: ¿tal vez puedan llegar a ser secretarias de Estado,
primeras damas o senadoras? Que son quienes usan esas marcas, además de Mónica
Arriola Gordillo, la hija de la maestra y actual secretaria de la Comisión de
Derechos Humanos e integrante de la Comisión para la Igualdad de Género.
Todas las
mujeres deberíamos exigir que confisquen los bienes de la maestra, y de tantos
otros políticos defraudadores, para que se dirigieran esos fondos a mejorar las
condiciones laborales de las mujeres. Ampliar el horario de las escuelas puede
ser un beneficio para las maestras: ellas podrían ganar más por las horas
extras, y el resto de las madres podrían acceder a trabajos de horarios más
largos y mejor pagados, mientras sus hijos atienden las clases. Todos los
candidatos, incluyendo a EPN, se comprometieron a abrir escuelas de tiempo
completo; creo que para que se cumpla, se podría atacar la corrupción en todos
los frentes, y recuperar los recursos del Estado.
Porque el
tema educativo y económico es clave para el crecimiento de las mujeres y para
el desarrollo de las sociedades. Aunque todos los candidatos se comprometieron
con una agenda de género, hasta hoy no parece ser una prioridad, ni en el
ámbito nacional ni en el local. Importante, que las mujeres de Morena decidan
organizar este 8 de marzo una manifestación en Hacienda para evitar que se
incremente el IVA a la comida y las medicinas; y que las feministas de la
ciudad de México decidimos declinar la invitación a la celebración organizada
por el Instituto de las Mujeres del DF, porque Miguel Angel Mancera no ha
respondido a múltiples llamados para acordar la agenda de género de esta
ciudad.
En el Día
Internacional de las Mujeres quiero dedicar esta colaboración a las maestras de
las escuelas de México.