jueves, 28 de marzo de 2013


Imprescindible acabar con el pago por mérito a los académicos
ADRIÁN DE GARAY

Hace unas semanas, Manuel Gil publicó un artículo donde cuestionaba el perverso sistema de pago por mérito al que nos hemos sometido miles de académicos que trabajamos de tiempo completo en las universidades públicas mexicanas desde hace más de veinte años. La propia Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación superior, la ANUIES, como ya hemos hecho referencia en una entrega anterior, en su documento “Inclusión con Responsabilidad Social”, hace hincapié en la importancia del cambio de política al respecto.

El sistema de pago por mérito opera a través de los programas institucionales de becas y estímulos, los cuales surgieron como una medida que a la vez que pretendía evitar la fuga de académicos de las universidades, dados los bajos salarios que percibían, procuraba deshomologar los ingresos en función del desempeño de los mismos, pues había quienes en el mejor de los casos sólo cumplían con sus labores docentes, sin realizar investigación o difusión de la cultura, y otros que cumplían plenamente con las funciones para las cuales fueron contratados, pero todos recibían el mismo salario.

El problema con el paso de los años, es que los ingresos económicos percibidos por lo que teóricamente se consideraba un pago adicional, extra, por el desempeño sobresaliente de los académicos de carrera, se convirtió en los hechos en parte del salario regular y ahora es parte fundamental de sus ingresos económicos, ya que más de la mitad de los recursos mensuales que devengan proviene de esos programas.

Para que un académico de carrera logre obtener esos pagos “extraordinarios”, es preciso mostrar cada año, o cada dos, tres, cuatro, o cada cinco años, que en efecto trabaja como docente dando clases en licenciatura y posgrado, así como dirigiendo tesis. Pero más importante es mostrar la publicación de artículos especializados en revistas indexadas, traducciones, reseñas, libros coeditados con empresas editoriales de prestigio, asistir a congresos, coloquios, impartir conferencias, etcétera.

Se trata de un sistema de pago al trabajo regular de los académicos que ha generado efectos no deseados, pues la dinámica de buena parte de la labor académica que se realiza en las universidades públicas tiene como lógica central publicar por publicar, sin importar la calidad e impacto de lo escrito, aunque las bodegas estén repletas de publicaciones que a nadie le interesa distribuir; incluso, se sabe de acuerdos que toman algunos académicos para publicar en colectivo aunque no todos participen de la investigación y redacción del trabajo reportado. Los llamados refritos de los trabajos publicados están del mismo modo a la orden del día. Se trata también de acudir a muchos congresos, independientemente de quien convoque, aunque se hable diez minutos y cueste miles de pesos a la institución sufragarlos para acudir a los mismos.

Es preciso, así mismo, titular a varios alumnos al año de licenciatura y posgrado con tesis de dudosa calidad y hechura. Lo importante es acumular puntos y más puntos que se establecen en los tabuladores para conseguir aspirar a percibir un ingreso económico decoroso, no importa la estrategia que se siga. Y en ese camino es importante para muchos académicos tener “contactos” con las comisiones de pares que evalúan y dictaminan lo realizado para que les “echen la mano” si es necesario.

Y aunque diversos especialistas han investigado y mostrado lo pernicioso del sistema, las autoridades federales e institucionales no parecen tener en la mira una reforma que lo modifique de fondo, ya que en buena medida consideran que sólo mediante ese sistema los académicos se responsabilizan con su trabajo regular. ¿Acaso cientos de académicos que han mostrado con creces su compromiso durante 25 años necesitan seguir probándolo cada año, aunque tengan 35 años de antigüedad y una edad de 65 años o más? Lamentablemente sí. Y peor aún, si el académico decide jubilarse se va a su casa sin percibir los ingresos económicos que le proporciona el sistema. El largo tiempo entregado en ser un profesional de la docencia y la investigación, la difusión de la cultura y la gestión administrativa queda en el olvido. No hay recompensa por lo realizado, se retiran con la paupérrima pensión del ISSSTE.

Sometidos a un trabajo a destajo, agobiante, desgastante e individualista, la planta académica de las universidades públicas envejece rápidamente sin existir hasta la fecha una iniciativa gubernamental nacional que atienda seriamente la problemática. ¿Cuánto tiempo más tendrá que transcurrir para que se modifiquen los actuales sistemas de estímulos y becas?

Es deseable que existan sistemas de pago al mérito, sin duda, pero debe ser un pago extraordinario y excepcional a lo realizado, para lo cual buena parte de los ingresos que hoy perciben los académicos debería formar parte de su salario regular. Y aquellos que no cumplan con su trabajo simplemente deberían abandonar las instituciones.

En el contexto de la consulta que el Gobierno Federal está llevando a cabo para la formulación del Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018, es imprescindible que forme parte de la agenda pública la necesidad de evaluar y reformar el conjunto de los sistemas de pago por becas y estímulos al desempeño de los académicos de carrera de las instituciones de educación superior públicas.

miércoles, 27 de marzo de 2013


TIC y educación
Por Alberto Serdán.

Se han llevado a cabo sendos eventos que hacen la delicia de quienes gustan de la tecnología, los gadgets y su uso en la vida cotidiana para construir conocimiento, apuntalar causas sociales, hacer un mejor uso del tiempo, en fin. #AldeaDigital en el Zócalo y #TechCamp en la UNAM han sido nodos de conversación sobre el presente y futuro de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC). En ambos espacios se remarcó su importancia y potencialidad para la educación. ¿Qué hizo el gobierno federal al respecto en los últimos dos sexenios?

Las tecnologías importan, el gobierno lo sabe y gasta mucho dinero en ello. Pero es tanto el dinero involucrado, que debe gastarse bien. En los sexenios de Fox y Calderón cinco programas concentraron los recursos para el fomento de las tecnologías en la educación: Enciclomedia, Habilidades Digitales para Todos, Aulas Telemáticas en Primaria, el Fondo para el Mejoramiento de las Tecnologías Educativas y el Proyecto “Apoyo de Tecnologías Educativas y de la Información para Maestros de Educación Básica”. Todos ellos sumaron 38 mil 427 millones 910 mil 182 pesos.

Enciclomedia se propuso vincular los contenidos de los libros de texto gratuito y diversos recursos multimedia para apoyar a los docentes. Buscó equipar a 125 mil aulas de 5º y 6º de primaria con pizarrones electrónicos. En sus ocho años de existencia, el programa tuvo un presupuesto de 23 mil 955 millones de pesos. Al fiscalizar la Cuenta Pública 2009, la Auditoría Superior de la Federación, órgano de fiscalización del Estado mexicano, detectó que:

La Capacitación sigue siendo la principal área de oportunidad detectada tanto por profesores como por Directores, pues en la actualidad se considera que el Programa Enciclomedia se subutiliza por la falta de conocimiento y desarrollo de habilidades técnicas.

[…] El Gobierno Federal ejerció en 2009 un importe de 4,786,029.5 miles de pesos en el Programa E001 Enciclomedia 5° y 6° Año de Primaria sin demostrar una mejora sustentable en la calidad de la educación primaria.

A las irregularidades se sumaron el robo de equipo, la falta de controles para saber si se entregó, si funciona, si requiere reparaciones. El resultado: equipos arrumbados y un desconocido impacto educativo correspondiente a los cuantiosos recursos destinados.

En 2008 se lanzó Habilidades Digitales para Todos (HDT) a fin de dotar de laptops y conexión a internet a 320 mil aulas de secundaria. Para 2011 se habían presupuestado 6 mil 495 millones de pesos en tres años y la Auditoría en sus informes de las Cuentas 2009, 2010 y 2011 señaló que debían regresarse o aclararse por malos manejos el 63% de los recursos presupuestados, es decir, 4 mil 068 millones de pesos.

El Proyecto “Apoyo de Tecnologías Educativas y de la Información para Maestros de Educación Básica” fue producto de la negociación con el Sindicato al que se destinaron mil 692 millones de pesos en estos dos sexenios  para distribuir 260 mil computadoras entre los maestros afines a los líderes del SNTE, una quinta parte de los maestros en educación básica. No existe evidencia concreta del impacto de este programa en el logro en el aprendizaje de los niños. Peor aún, en la revisión de la Cuenta Pública 2010 la Auditoría  señaló que el 95.5% de los recursos ejercidos para este proyecto debían regresarse o aclararse debido a irregularidades como la opacidad en la selección de los beneficiarios, inexistencia de evidencia de la entrega del equipo, falta de expedientes y de pago.

El Programa Aulas Telemáticas en Primaria sustituyó a Enciclomedia y recibió un presupuesto por 3 mil 175 millones de pesos en 2012. Hay que esperar hasta dentro de dos años para que la Auditoría nos ilustre sobre el uso de esos recursos aunque las cancelaciones en ese año a las licitaciones para comprar el equipo hacen suponer que tal dinero simplemente no se ejerció.

Finalmente, sobre el Fondo para el Mejoramiento de las Tecnologías Educativas que entre 2008 y 2010 recibió mil 311 millones de pesos, simplemente no hay datos sobre su uso o impacto por parte de la Auditoría.

Si las TIC son tan vitales para la educación, la calidad en el diseño, la implementación y la evaluación de los programas gubernamentales sí importan. De otro modo será una pérdida masiva de dinero. Así, a la par de la formación en competencias digitales a los profesores, se requiere de un uso mucho más eficiente y transparente de los recursos a los programas destinados al impulso de las TIC en la educación.

No basta con entregar recursos y regalar computadoras, deben mejorarse el diseño y planeación de los programas, debe fomentarse la participación de profesores y padres de familia para identificar sus necesidades y precisar el tipo de apoyo tecnológico que requieren, deben establecerse con claridad las metas y objetivos educativos que se proponen alcanzar.

Debe mejorarse la implementación, que limite los espacios de corrupción, que sea eficiente y equitativa la distribución de los recursos económicos y tecnológicos, que monitoree el avance en el cumplimiento de los objetivos educativos, que ofrezca acompañamiento efectivo a los profesores para que aprovechen al máximo el potencial de las herramientas tecnológicas.

Es indispensable que mejoren la evaluación y el control de estas políticas. El gobierno y la sociedad debemos tener la certeza de que la inversión en tecnología tiene un impacto en el aprendizaje de los niños y en el ejercicio de su derecho a aprender, fin último y centro de toda política educativa.

En sí, la inversión en tecnología debe evaluarse a la luz de otras alternativas que mejoren el aprendizaje de los niños. Por ejemplo, en las telesecundarias, la revolución se está dando en las prácticas docentes y no en las tecnologías. Con el 0.8% del presupuesto para los programas tecnológicos mencionados, en tan sólo dos años las telesecundarias que empezaron a usar la metodología de la relación tutora, como se menciona en el post “Hacer la diferencia en educación” (Animal Político, 30/I/2013), “tenían en 2009 una brecha de 5.4 puntos porcentuales en los resultados de Español en secundaria respecto del resto de las escuelas. Dos años después, revirtió el resultado y estas escuelas tienen logros por encima del resto de las secundarias. En el rubro “bueno” y “excelente” en Matemáticas, estas escuelas pasaron del último al primer lugar en tan sólo dos años”.

Las tecnologías son una herramienta. Muy importante y poderosa, pero herramienta al fin y al cabo. Si no sirven al propósito del logro de aprendizaje de los niños, no serán más que un fetiche muy caro para los contribuyentes.

Como ha identificado la investigadora Rebeca Garzón Clemente en un estudio sobre las actitudes de los profesores chiapanecos,  “los maestros valoran positivamente el uso de las TIC en sus aulas, por lo que han atendido a su capacitación en la materia. Sin embargo se observa que no se ha encontrado la manera de que estas competencias no se queden en el plano técnico de la instrumentación (saber utilizar una herramienta), sino que debe atenderse la necesidad de formación para su uso didáctico y pedagógico. Se puede afirmar que los profesores están alfabetizados digitalmente, pues existe el conocimiento, la disposición, el uso de las TIC en la vida cotidiana y profesional; sin embargo es la institución la que debe trabajar en el replanteamiento de sus propios procesos de aprendizaje, la visión de inclusión efectiva de las TIC en el currículum y una formación de su planta docente para la generación de conocimiento”.

Si queremos que los beneficios de las tecnologías impacten en las aulas y mejoren el aprendizaje de los niños, no perdamos de vista que es fundamental el correcto diseño, planeación, implementación, evaluación y control que asegure un uso eficiente, eficaz, económico, honrado y transparente de los recursos en los programas que impulsen el uso de las TIC en la educación. Por lo pronto, para que lo de Elba Esther no sea un simple “quinazo”, no estaría mal llamar a cuentas a los responsables del desastre y que devuelvan el dinero. Publicó Animal Político.

martes, 26 de marzo de 2013


El PROMEP y las Escuelas Normales
ALBERTO SEBASTIÁN BARRAGÁN

El pasado jueves 28 de febrero de 2013 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el Acuerdo 678, por el que se emiten las Reglas de Operación del Programa de Mejoramiento del Profesorado (PROMEP), un programa que se viene aplicando en Instituciones públicas de Educación Superior desde 1996.

Este programa tiene como objetivo general “Contribuir a elevar la calidad de la educación mediante el desarrollo de profesionistas competentes a través de un profesorado de tiempo completo que eleva permanentemente su nivel de habilitación con base en los perfiles adecuados para cada subsistema de educación superior”.

El objetivo específico del programa es “profesionalizar” a los docentes de tiempo completo con capacidades para realizar investigación-docencia, e incentivar que éstos articulen y consoliden Cuerpos Académicos (CA), y/o en redes temáticas de investigación.

Para lograr tales objetivos, el PROMEP ofrece cuatro tipos de apoyos: A. Becas a Profesores de Tiempo Completo (PTC) para incrementar su grado académico; B. Dotar de implementos básicos a los PTC reconocidos con perfil deseable; C. Apoyar al fortalecimiento de los Cuerpos Académicos (CA) a la integración de redes temáticas, publicaciones, patentes y becas post-doctorales, y D. Apoyar la contratación de nuevos PTC con maestría o doctorado (preferentemente).

En términos generales, el PROMEP ha sido un esfuerzo de profesionalización que ha tenido beneficios en la habilitación de los profesores de educación superior. En los programas de licenciatura, los docentes deben contar con grado de maestría (mínimo) o de doctorado (preferentemente). En términos cuantitativos, después de 16 años de su aplicación, se han tejido modificaciones sustanciales y se percibe un incremento en las instituciones de su población objetivo, y el aumento de los profesores beneficiados.

Justo en las Reglas de operación para el ejercicio 2013 se mencionan cifras a manera de balance, sobre los resultados del Programa. Desde su creación en 1996 hasta septiembre de 2012, se han otorgado 8,129 becas (5,600 nacionales y 2,529 para el extranjero) a profesores de carrera en educación superior, para estudiar posgrados de alta calidad. En otro dato, del total de exbecarios que han alcanzado el grado de doctor, el 31.37% se encuentra ya en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI).

También se han otorgado “becas de permanencia”, apoyos para contratación de nuevos Profesores de Tiempo Completo y apoyo a exbecarios. Los recursos del programa han permitido incrementar el número de docentes de tiempo completo en las instituciones de educación superior y ha aumentado el número de profesores con grado de doctorado, maestría, o especialización.

PROMEP en Escuelas Normales

Desde 1984 las Escuelas Normales imparten programas de Licenciatura, tal y como otras Instituciones de Educación Superior, pero habían permanecido adscritas a la Subsecretaría de Educación Básica y Normal, hasta que en el 2005 hubo una reforma dentro de la SEP, desde la cual se crearon unidades administrativas y órganos desconcentrados para apoyar al secretario del despacho en las diversas tareas del sector educativo.

Desde el 2005 hasta la actualidad, la Dirección General de Educación Superior para Profesionales de la Educación (DGESPE) se ha encargado de administrar y gestionar las políticas y programas destinados a la formación de profesores. Su campo está conformado por las escuelas normales. Y como éstas ya estaban expidiendo títulos de licenciatura como las demás Instituciones de Educación Superior, entonces también se les incluyó en la operación del PROMEP, pero eso ocurrió hasta el 30 de diciembre de 2008.

Cuatro años después de la creación de la DGESPE, se amplió la población objetivo del PROMEP en 264 instituciones, que representan al subsistema de educación normal. Cabe señalar que la cobertura del PROMEP se ha ido incrementando paulatinamente, incorporando a las diversas instituciones de educación superior. Entonces, las escuelas normales fueron contempladas para obtener los apoyos del PROMEP, para el ejercicio fiscal de 2009.

Actualmente el programa atiende un registro de 58,040 PTC, de los cuales 4,617 pertenecen a las escuelas normales, lo que representa el 7.95%. En cuanto al número de instituciones, la población objetivo para 2013 es de 646, de las cuales, 264 son escuelas normales, es decir el 40.8% del total de IES atendidas por el PROMEP.

De primera impresión, no se percibe proporcional el número de PTC de normales, con el número de instituciones de educación normal. Sin embargo, esto puede tener una explicación muy simple: a las escuelas normales se les acaba de incorporar al PROMEP apenas para el 2009. De acuerdo. Pero cabe también señalar, que las Normales expiden títulos de Licenciatura desde aproximadamente 1990. Y que son instituciones de educación superior. Y algunas ofrecen también programas de posgrado.

Las instituciones que se han consolidado en el programa, tienen una trayectoria de muchos años. Por ejemplo, las universidades públicas habían participado en un programa similar denominado SUPERA, y sus profesores investigadores ya participaban en una lógica de estímulos y promociones para el SNI. En el caso de las escuelas normales no era así.

El PROMEP tiene dos vertientes, la individual (que mencionamos líneas arriba) y la colectiva, que es la conformación y consolidación de Cuerpos Académicos (CA). Para septiembre de 2012, ya se contaba con 3,905 Cuerpos Académicos registrados, de los cuales 28.9% se encuentran en vías de consolidación y 16.98% ya están consolidados. Del total de PTC registrados en el PROMEP, 31.97% se encuentra adscrito a un CA.

Para el caso de la vertiente individual, los profesores de normales deben estar contratados por tiempo completo, como requisito del programa para que puedan participar. Entonces, hay pocos tiempos completos. Luego, de los PTC en normales, hay pocos que se encuentran habilitados con grado de maestría, para incorporarse al PROMEP. Después, de los PTC que tienen perfil PROMEP, no todos quieren participar y, como consecuencia lógica, repercute en los Cuerpos Académicos.

Entonces, para la vertiente colectiva se reflejan las dificultades individuales. Además, el trabajo de un Cuerpo Académico, formado por docentes de tiempo completo de Escuelas Normales, demanda, imprescindiblemente un trabajo colegiado, en el que se compartan intereses afines a una línea de generación o aplicación innovadora del conocimiento en el ámbito educativo.

Entonces, cualquiera diría que se le está pidiendo a las escuelas normales “algo” que no hacían previamente: la investigación. Pero es de dominio común, que en las escuelas normales hay muchas plazas de investigadores (claro, son tiempo completo), y que son ellos la población objetivo de programas de estímulos como el PROMEP.

Muchos factores se suman en la configuración de las escuelas normales. El PROMEP 2013, sigue la línea trazada desde hace 16 años. Existen diversas dificultades y particularidades de cada tipo Institución de Educación Superior que explican su participación en estos programas. El PROMEP se alinea con otros instrumentos como los CIEES y COPAES, que también pertenecen a la lógica neoliberal.

Las escuelas normales se incorporan al conjunto de políticas de educación superior, lo que pone en evidencia sus características institucionales; sin embargo, hay que tener en cuenta el objetivo central del PROMEP: Contribuir a elevar la calidad de la educación (superior). Entonces, si los alumnos de las escuelas normales, son los futuros profesores de educación básica, es necesario redoblar el esfuerzo desde todos los espacios de las normales.


Aprendizaje por competencias
José Blanco

El primer párrafo de la página web del Ministerio de Educación y Ciencia de Finlandia, dice lo siguiente: Las inversiones en competencias, educación, capacitación y cultura son la mejor política de futuro. La educación siempre ha sido para Finlandia un factor de éxito, y en el mundo global las competencias adquieren una importancia aún mayor. La cultura, el conocimiento, la capacidad de innovación y la creatividad son elementos decisivos.

En un documento ya citado en este espacio (ED/BIE/CONFINTED 47/4), formulado conjuntamente por el Ministerio de Educación e Investigación de Noruega y la Unesco, se hace la siguiente referencia en su primer párrafo: Los resultados del último Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes (PISA) de la OCDE convirtieron a Finlandia en la Meca de los peregrinos de la educación, determinados a descubrir el secreto del éxito del sistema educativo finlandés.

El documento aludido hace referencia a una incursión en las prácticas escolares de escuelas secundarias en Hel­sinki y Mäntsälä y, como era de es­perar, se encontró un método de instrucción sólido y creado desde los jóvenes. Un método que en lo estrictamente escolar se apoya en el desarrollo de las psychosocial skills (que se ha traducido al castellano como competencias o habilidades para la vida) y que se refieren a la necesidad de fomentar el desarrollo personal de los alumnos; ayudarlos a desarrollar su potencial y a disfrutar de una vida privada y social exitosa, y en el respectivo desarrollo de las life skills, cuyo sentido se ha ampliado: traducido simplemente como capacidades o competencias, éstas conllevan saberes, habilidades/aptitudes/ know-how, valores, actitudes, comportamientos, para enfrentar exitosamente contextos y problemas de la vida real privada, social y profesional, así como situaciones excepcionales.

Probablemente Phillippe Perrenoud, sociólogo y antropólogo, profesor de la Universidad de Ginebra, ha hecho uno de los mejores esclarecimientos frente a los críticos del aprendizaje por competencias. Aquí, dice Perrenoud, parece haber un malentendido que consiste en creer que al desarrollar competencias, se renuncia a transmitir conocimientos.

Casi todas las acciones humanas exigen conocimientos, dice Perrenoud, a veces reducidos, a veces muy amplios, ya sea que éstos sean obtenidos a partir de la experiencia personal, del sentido común, de la cultura compartida en el seno de un círculo de practicantes o de la investigación tecnológica o científica. Mientras más complejas, abstractas, mediatizadas por ciertas tecnologías y fundadas según modelos sistemáticos de la realidad son las acciones proyectadas, más exigen conocimientos amplios, avanzados, organizados y confiables.

La noción de competencia tiene muchos significados. La noción del profesor ginebrino dice así: una competencia es la capacidad para actuar de manera eficaz en un tipo definido de situación, capacidad que se apoya en conocimientos, pero no se reduce a ellos. Para enfrentar una situación de la mejor manera posible, generalmente debemos hacer uso y asociar varios recursos cognitivos complementarios, entre los cuales se encuentran los conocimientos.

Los conocimientos son representaciones de la realidad que hemos construido y acumulado de acuerdo con la experiencia y con la formación de cada quien. Casi toda acción pone en movimiento ciertos conocimientos, a veces elementales y diseminados, a veces complejos y organizados en redes. Es así como, por ejemplo, se necesitan conocimientos lo suficientemente amplios para: a) analizar un texto y reconstituir las intenciones del autor; b) traducir de una lengua a otra; c) crear argumentos con el fin de convencer a un escéptico o a un adversario; d) crear una hipótesis y verificarla; e) identificar, formular y resolver un problema científico; f) detectar una falla en el razonamiento de un interlocutor; g) negociar y conducir un proyecto colectivo. Pero las competencias que ponen de manifiesto estas acciones no son conocimientos en sí; éstas utilizan, integran, movilizan conocimientos.

Un buen médico llega a identificar y a movilizar los saberes científicos pertinentes, en el momento adecuado, en una situación concreta que, evidentemente, no se presenta en general como un caso teórico para el cual bastaría encontrar la página adecuada de un gran libro y aplicar la solución recomendada. El que el médico disponga de amplios saberes (en física, biología, anatomía, fisiología, patología, farmacología, radiología, tecnología, etcétera) es sólo una condición necesaria de su competencia. Si ésta se redujera a una simple aplicación de co­nocimientos memorizados en casos concretos, le bastaría, a partir de algunos síntomas típicos, identificar una patología detallada, después de encontrar, en su memoria, o en un tratado, o en una base de datos, las indicaciones terapéuticas. Las competencias clínicas de un médico van mucho más allá de una memorización segura y de recordar oportunamente las teorías pertinentes, al menos cada vez que la situación sa­le de la rutina y exige relacionar, in­terpretar, interpolar, inferir, inventar, en suma, realizar operaciones mentales complejas cuya organización sólo puede construirse en la realidad, de acuerdo con saberes y esquemas del experto, así como según su visión de la situación.

Una competencia nunca es el puro y simple empleo racional de conocimientos, de modelos de acción, de procedimientos. Formar a través de competencias no lleva a dar la espalda a la asimilación de conocimientos. Sin embargo, la apropiación de varios conocimientos no permite su movilización ipso facto en situaciones de acción. Por eso el aprendizaje por competencias puede expresarse sintéticamente como saber y saber hacer, (en un gran número de niveles y complejidades).

lunes, 25 de marzo de 2013


Poligrafías
Por Luis Gerardo Martínez García

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Comisionados en la Sección 32 del SNTE; Elba Esther comanda movilizaciones de la CNTE; IVAI pide cuentas a APAFEV; nace asociación de pensionistas de Veracruz; prohibidas las cuotas en escuelas; por la salud del profesor Ariel Ortiz y compañeros de RTV.

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COMISIONADOS DE LA SECCIÓN 32 DEL SNTE. Escandalosa resultó la noticia de que más de 600 trabajadores de la educación  con plaza de la SEV estén comisionados en la Sección 32 del SNTE; que destaque la pensión de cuatro ex secretarios generales, un ex diputado y un ex candidato al Senado; todos de esa misma organización sindical. Se aludió en esa nota que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó en la auditoría realizada a la SEV, en el punto 14 de la revisión que hiciera a la dependencia apuntaba: “…se constató que no se cumplieron con las disposiciones establecidas en el acuerdo 482, entre las que se encuentran: apoyo a secciones sindicales, pagos de nómina sin contar con el registro de asistencia, pagos de licencia con goce de sueldo para atender cargos de elección popular o asuntos personales, recursos devengados al 31 de diciembre y pagados hasta el mes de agosto de 2012; evaluaciones anuales no realizadas de los resultados del FAEB e informes trimestrales no enviados…” Más allá de que la noticia se prestara para comentarios en pro y en contra, indudablemente que ambas partes tenían la responsabilidad moral de aclarar los puntos controversiales para evitar rumores y malos entendidos. Cercanos a los aludidos en la lista refieren que hubo mala intención de quien publicó la nota, no como una filtración, sino como información oficial. Quienes seguimos el caso, nunca vimos aclaración alguna y, como dice la sabiduría popular: el que calla otorga.
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ELBA ESTHER COMANDA MOVILIZACIONES DE LA CNTE. La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) no es un sindicato diferente, es el mismo SNTE. Por muchos años ha tenido representatividad en por varios estados de la república, vale mencionar a Oaxaca, Michoacán, Guerrero y el Distrito Federal, entre otros. Se entiende que este sector del SNTE es la fracción opositora que vive bajo las siglas de la CNTE. Mucho se dijo que Elba Esther Gordillo Morales impulsó este grupo, como grupo de presión ante gobiernos estatales y federales, cuidando siempre la imagen de separación entre ella y la coordinadora. Ahora se dice que está buscando presionar al gobierno de EPN pero desde la CNTE, de ahí que sea el único sector de su sindicato que se manifiesta abiertamente en contra de la reforma educativa. Tan sólo en la ciudad de Oaxaca, la CNTE inició el sábado una jornada, manifestando abiertamente su inconformidad por la reforma educativa, bloqueando vías federales de comunicación. Por su parte, las secciones 9 y 18 también de la coordinadora señalaron que no detendrán las movilizaciones, pese a las amenazas de los gobiernos federal y estatales, aunque en Guerrero los disidentes acordaron verbalmente con autoridades locales.
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 IVAI PIDE CUENTAS A ASOCIACIÓN DE PADRES DE FAMILIA DEL ESTADO DE VERACRUZ. La APAFEV siempre ha sido una asociación civil controversial. Hace tres administraciones, el que fuera presidente estuvo más de veinte años al frente, comisionado con su plaza de profesor de bachillerato; fue destituido por Herrera Beltrán y asumió la presidencia una profesora que venía de la BENV, quien al ser invitada para incursionar en otros ámbitos de la política dejó la asociación en manos de su más cercana colaboradora, quien también es profesora y está comisionada a la APAFEV. Ésta asociación tiene la obligación de inscribirse en el Padrón de Sujetos Obligados y rendir cuentas cada vez que se lo requiera algún integrante de la sociedad, dio a conocer el abogado Rafael Zorrilla Nacoud, representante de un particular que interpuso recurso de revisión ante esta asociación. Sobre el particular, el Instituto Veracruzano de Acceso a la Información dio a conocer un boletín en el que asienta que los días 16 y 25 de octubre de 2012, un particular requirió a Rita María Guerra Nogueira, información para que diera a conocer, entre otras cosas, 1.- A qué renglones destina la APAFEV los recursos públicos que recibe de la Secretaría de Educación de Veracruz. Esta situación ha puesto en cuestión por lo menos dos puntos: la situación legal y el estado financiero de otras asociaciones civiles en Veracruz que tendrán que cuidar más su razón de ser.

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NACE AGRUPACIÓN DE PENSIONISTAS En Veracruz. El Gobierno Federal, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores reconoció la denominación "Coalición de Pensionistas del Instituto de Pensiones del Estado de Veracruz", condición fundamental para constituirse legalmente en asociación civil: "El correspondiente registro nos otorgará la personalidad jurídica necesaria para continuar en condiciones más ventajosas la batalla que desde diciembre de 2010 emprendimos para preservar al IPE, exigiendo al Gobierno del Estado una auténtica rendición de cuentas y luchando porque la anunciada reforma a nuestro Instituto garantice a largo plazo las prestaciones que  actualmente otorga", señalaron recientemente sus fundadores. Y es que al parecer los integrantes de esta asociaciones vieron rebasada ya la figura del Consejo directivo del IPE, integrado por secretarios generales de organizaciones sindicales, presuntos garantes de las pensiones de los trabajadores del Estado. Ante una situación de incredulidad,decidieron integrar una asociación independiente, con facultad e integridad moral para defender el dinero de los compañeros trabajadores, activos y pensionados.
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PROHIBIDAS LAS CUOTAS EN ESCUELAS. Ante "rumores ignorantes y maliciosos", el secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet garantizó en su última participación, ante la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados: “por ley quedarán prohibidas las cuotas en las escuelas... Vamos a impedir que las cuotas sirvan para condicionar inscripción, igualdad en la recepción del servicio, documentación y exámenes. Nadie puede hacer eso’’. Señaló que dicha disposición legal se incluirá en la ley secundaria, y abundó, "quien no acate la prohibición de las cuotas escolares será consignado ante las autoridades judiciales". Estas son declaraciones ya muy dichas, quedan en dichos ya muy dichos. Y todo porque la responsabilidad se les adjudica siempre a los padres de familia de las escuelas, por lo tanto la escuela ( entiéndase institución) queda exenta de delito alguno. Los padres son los responsables del mantenimiento y condicionamiento de la escuela de sus hijos (pintura, baños, rampas, juegos, cercado, cañón, pizarrón electrónico, canchas, etc.), por lo tanto, las cuotas voluntarias las aportan los padres de familia a los padres de familia. Esto es, las escuelas nunca piden cuotas escolares, quienes las piden son los padres porque son quienes las mantienen en el mejor estado posible.

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P.D. El profesor Ariel Ortiz se accidentó en día viernes junto con otros trabajadores de Radiotelevisión de Veracruz. Por fortuna no pasó a mayores. Supongo que Juan Octavio Pavón y Manuel Izza pondrán mayor atención a la seguridad de sus trabajadores.  ciudadmexico@hotmail.com

viernes, 22 de marzo de 2013


La confusa rectoría del Estado
Tatiana Coll*

La llamada rectoría del Estado parece haberse convertido en los nuevos tiempos priístas en la palabra clave que permite explicar, justificar, alabar y llevar a cabo un conjunto de políticas reformadoras. Se recupera la rectoría del Estado en educación al encarcelar a la señora Gordillo a pesar de que los charros sigan controlando el sindicato; sin embargo, no se pierde la rectoría del Estado al abrir el petróleo a la inversión privada nacional y extranjera cuando sólo se podrán cobrar menguados impuestos, y se consolida la rectoría del Estado en telecomunicaciones al aceptar el ingreso del monopolio Slim en televisión y viceversa del monopolio Azcárraga en telefonía. Una rectoría del Estado cuyos principios se acomodan a los intereses dominantes.

No son pocos los analistas, diputados, senadores, partidos y merolicos de la televisión que repiten todos los días estas falacias para confundir. La pregunta evidente sería: ¿qué entienden por Estado y por rectoría del Estado, cuando se utiliza para caracterizar procesos tan aparentemente disímiles? Seguramente el meollo radica en que la injerencia dañina del SNTE vulnera al Estado, mientras la benéfica injerencia del capital privado lo fortalece. En realidad me parece que es exactamente al revés: en el caso de la educación nunca se perdió la famosa rectoría, es un pretexto para controlar a los maestros; con el petróleo el Estado está muy dispuesto a cederla y, aunque se privatice, seguirá siendo de la nación.

La mayoría de las definiciones señalan que el Estado, una unidad de dominación que hace uso legítimo de la violencia (Weber), es una forma específica de organización política, económica y social formada por instituciones que sostienen el poder de regulación nacional, es el espacio simbólico de toma de decisiones integrado por instancias que representan poderes políticos, económicos y sociales. El gobierno no es el Estado, y solamente la confluencia de poderes de estos diversos actores puede constituir una política de estado. En el caso de la educación, esto es precisamente lo que ha venido sucediendo.

Desde la formulación del Acuerdo Nacional para la Modernización Educativa, suscrito en 1992 entre Salinas de Gortari y la señora Gordillo, que implicó las lesivas reformas al artículo tercero constitucional y la concreción de la descentralización educativa, hasta la Alianza por la Calidad de la Educación, suscrita por Calderón y la misma vitalicia dirigente, hay una perfecta sincronización y continuidad en las políticas educativas. El objetivo de esta educación neoliberal ha sido desmantelar tenazmente el secular proyecto de diversas generaciones para edificar una educación universal, pública, gratuita, laica, democrática, incluyente y bajo principios de equidad, lo que, en los hechos, significa la abolición de uno de los derechos fundamentales por el cual el pueblo mexicano ha luchado a lo largo de su historia.

La rectoría del Estado no ha sido vulnerada, puesto que comparten plenamente los gobiernos priístas y panistas con el SNTE, con los empresarios y con la Unión de Padres de Familia, la visión de una nueva educación, eficientista, empresarial, privatizadora, que ha establecido mecanismos perversos de control y mercantilización a través de las evaluaciones y estímulos, que ha trastocado las currículas empobreciéndolas con estándares y competencias, instrumentalizándolas con la prueba Enlace. Hoy la educación ni es pública, ni gratuita, ni laica. Y además, como gran triunfo de la supuesta recuperación de la rectoría del Estado, se anulan unilateralmente los derechos laborales de los maestros.

Esta complicidad plena entre gobiernos y líderes sindicales es conocida; el corporativismo sindical ha sido siempre definido como la subsunción de los sindicatos a los intereses del Estado, práctica añeja en nuestro país desde los tiempos en que Morones fue designado secretario del Trabajo y que solamente tuvo un paréntesis de independencia en la época cetemista de Lombardo. Desde el famoso charro Díaz de León, el charrismo ha sido el aliado estratégico del Estado mexicano para desplegar todas sus políticas. Pero criar cuervos resulta a veces peligroso y hay que disciplinarlos; la ambición desmedida de la lideresa finalmente le costó caro, pero eso no es más que un ajuste de cuentas interno.

El contenido esencial de la supuesta reforma educativa ya había sido planteado desde 2008: desde que se estableció en la ACE la evaluación universal estaba perfilado que dicha evaluación sería el mecanismo de promoción y permanencia del magisterio; también los concursos se iniciaron como procedimiento para el ingreso. La vitalicia Gordillo simplemente estaba tratando de vender lo más caro posible los últimos derechos del magisterio. Ni los empresarios ni el gobierno estaban ya dispuestos a pagarle.

La pregunta importante ahora es: ¿hasta cuándo se permitirá la verdadera rectoría de los maestros sobre su sindicato?

* Profesora de la UPN. Autora de El INEE y su dilema: evaluar para cuantificar y clasificar o para valorar y formar


Educación, IP y gobierno, ¿dónde quedaron?
 por Marielena Vega

Uno de los grandes retos que adquirió el gobierno federal es la alianza que, se dijo en el sexenio pasado, estaban por hacer la Secretaría de Educación, la del Trabajo y el gobierno federal, hoy al mando de Emilio Chuayffet, Alfonso Navarrete y Enrique Peña Nieto, respectivamente.

¿Qué ha pasado?, ¿es un tema al que se le dará seguimiento en pro de mejorar las condiciones laborales y la competitividad del país?

Por lo pronto, los tipos de profesionistas que hay en el mercado laboral no ayudan a la productividad del país, porque a pesar de sus estudios no todos pueden insertarse en el campo de trabajo.

La razón es simple: en el momento en que la economía no crece de manera importante, el valor agregado de la misma tampoco lo hace, con lo cual el mercado reclama menos gente especializada y con mayores estudios.

Las oportunidades laborales para las personas con estudios y alta capacitación se traducen en muy pocos espacios en el país y, en segunda instancia, eso significa menores percepciones salariales.

De ahí la propuesta de ligar los programas de estudio y las carreras a las necesidades del país, pero sobre todo a la demanda del sector empresarial.

Se tienen que llevar a cabo acciones como las que han hecho otros países, para encaminar a los jóvenes hacia carreras del futuro.

De ahí la necesidad de generar un nuevo perfil productivo que esté más vinculado con el desarrollo tecnológico y la innovación.

Es muy claro que la limitante que tenemos es que el país en la parte industrial es altamente maquilador, no genera industria de innovación, estamos hablando de áreas electrónicas, microelectrónicas; más que maquilar, el desarrollo debe ser en la innovación.

El reto es que en los siguientes años, lo que se tiene que hacer es plantear los diferenciales económicos y productivos, porque a raíz de eso se puede generar un programa de desarrollo educativo y uno empresarial que fomente la creación de empresas.

En México, en los últimos años los pagos para las personas que ganan más de tres salarios mínimos han disminuido, lo cual implica que las personas de mayores estudios no tengan posibilidades de ganar mejor.

Contrario a ello, la gente que gana de uno a dos salarios al mes ya representa una cuarta parte de la población trabajadora en el país, según cifras del Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática, al mando de Eduardo Sojo.

En fin, habrá que ver si en este sexenio sí salen adelante los programas o el programa necesario que detone las profesiones que el mercado empresarial está demandando, de la mano de nuevos mecanismos que se reflejen en mejores condiciones, salarios y profesionalismo que resulte en productividad, de lo contrario seguiremos dando pasos lentos e incluso para atrás. No habrá que perder de vista los movimientos en torno a este tema, pues en el sexenio pasado se quedaron en buenos deseos.

jueves, 21 de marzo de 2013


La historia que debió conocer Elba Esther
Ricardo Alemán

La siguiente es una historia real. Los detalles los contaron sus protagonistas. La trama revela los motivos que habrían detonado la captura y encarcelamiento —el 10 de enero de 1989—, de Joaquín Hernández Galicia (La Quina), poderoso líder petrolero.
Queda claro que si la profesora Elba Esther Gordillo hubiese conocido esa historia, es probable que no estaría en la cárcel femenil de Tepepan.
También se confirma que sea durante el poco democrático régimen de Salinas —de partido casi único, nula pluralidad y naciente alternancia—; o sea en el peñismo del Pacto por México —de la alternancia y la pluralidad impensables— lo cierto es que el poder del Estado mexicano es implacable, no sólo contra los suyos, sino contra aquellos que lo confrontan.
La narración se ubica en el arranque de 1988, cuando se vivía el inicio de una inédita elección presidencial que enfrentó al candidato oficial, Carlos Salinas, al poderoso aspirante de las nacientes izquierdas, Cuauhtémoc Cárdenas, y al sorprendente abanderado de la derecha, Manuel J. Clouthier
En ese 1988 soplaban vientos de cambio. Por eso, un puñado de sindicalistas de la entonces marginada izquierda mexicana —con Valentín Campa como cabeza—, intentaban reeditar las glorias que dieron origen a la CTM y al lombardismo; unificar al sindicalismo.
En la búsqueda de aliados, los jóvenes que seguían al viejo Campa expusieron la conveniencia de contactar a los poderosos sindicatos “charros” del PRI. Luego de deliberaciones, Campa y sus muchachos decidieron que el primer contacto sería el jefe moral petrolero, Joaquín Hernández Galicia.
Por semanas se hicieron contactos, se estableció una agenda, se pactaron fecha y lugar y, al final, frente a La Quina —en una modesta casa de Ciudad Madero—, el grupo de Valentín Campa explicó a “don Joaquín” que, a pesar de sus diferencias, las distintas corrientes del sindicalismo debían caminar tras un solo objetivo; el bienestar de la clase trabajadora.
El líder petrolero los escuchó por largo tiempo, con pausas en las que asentía con la cabeza. Al final sólo dijo: “¡Tienen razón!”.
De inmediato le pidió a uno de sus ayudantes que lo comunicara con el líder formal del sindicato petrolero. “¡Pásame con Chava!”, instruyó.
Por el viejo teléfono —impensables los celulares—, le dijo al mítico Salvador Barragán que estaba con unos amigos “¡con dirigentes sindicales de verdad! a los que quiero que ayudes con todo lo que necesiten”.
El paso siguiente era la organización de un frente de sindicatos de todo el país —que reuniría a independientes y “charros”—, para caminar sobre objetivos comunes.
Semanas después —con la ayuda del siempre eficiente Salvador Barragán—, Joaquín Hernández Galicia presentó ante una asamblea de miles de petroleros a Valentín Campa, en el llamado “quinódromo”; foro donde La Quina vivió sus glorias como “jefe de jefes” del sindicalismo oficial.
Allí, “don Joaquín” enardeció a la multitud al presentar “a sindicalistas de verdad, no a Charros como nosotros”, para luego explicar las razones del apoyo de los petroleros a esas causas de la izquierda; incluido el apoyo electoral a Cárdenas.
Al final, sabedor de los intríngulis del poder, La Quina dijo al oído de Valentín Campa que había hablado con don Fidel”; el mítico líder de la CTM.
“¡Vaya a ver a don Fidel, Valentín… si lo convence, haremos gordo este asunto”, susurró.
Valentín Campa se preocupó. “¡don Joaquín, tenga cuidado!”. Advirtió.
“¡No se preocupe don Valentín..!”. Dijo socarrón Hernández Galicia.
“¿Sabe en la que se está metiendo, don Joaquín..? ¡El Estado es el Estado; y encabronado no perdona..!”, atajó el viejo Campa, curtido en las lideres ferrocarrileras.
“¡No, don Valentín, no se preocupe..! ¡Los tiempos en los que el gobierno perseguía a sindicatos, como el ferrocarrilero, ya pasaron..! ¡Hoy somos sindicatos fuertes y ay de ellos si se meten con nosotros!”
“Piénselo bien..!”, replicó con sabiduría de viejo Valentín Campa.
“¡Ándele, busque a don Fidel para que lo convenza!”, concluyó el líder petrolero.
La mañana del 10 de enero de 1989, Campa y sus muchachos hacían antesala en el búnker de Fidel Velázquez, que prometió recibirlos.
Repentinamente la tranquilidad del lugar se alteró. Valentín y los suyos no atinaban a entender el alboroto. Apareció por una puerta la corpulencia de Salvador Barragán…
“¡Ya nos llevó la chingada!”, casi gritó, con el rostro descompuesto
“¡Detuvieron a Joaquín, yo me escapé porque estaba en el dentista, también se metieron a mi casa..!”, explicó.
El resto es historia. La Quina pasó años en prisión. Y sí, el Estado “es cabrón”, y no perdona. Hoy lo sabe la señora Gordillo. ¿Lo vivirá otro líder petrolero? Al tiempo. Publicado en el Universal. 


TIC: Tiempo de ruptura
PEDRO FLORES CRESPO

Al promover el uso y dominio de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en la educación, poco se reflexionó en las nuevas desigualdades que aparecerían. Para hacer frente a esta realidad, los gobiernos se dedicaron a dotar a los estudiantes de computadoras y de aulas de tecnología mientras que a los maestros se les ofrecieron un sinnúmero de cursos de capacitación para el uso de las TIC.

Este “asistencialismo tecnológico” tuvo diversos efectos. En primer lugar, la cobertura de servicios y recursos tecnológicos fue desigual y en segundo, poco se pensó en qué recursos adicionales eran necesarios para convertirse en un usuario de TIC. Una especie de “mala educación tecnológica” apareció en el escenario escolar y contribuyó a generar nuevas problemáticas.

Quizás la más riesgosa, tomando en cuenta la cantidad de mexicanos que aún viven en la llamada Brecha Digital (30 por ciento de los jóvenes de 10 a 24 años, y más de 50 por ciento en personas de 25 a 75 años según datos de la SEP en 2011), es la resistencia de muchos profesores de integrarse al mundo digital. De acuerdo con esta institución, 52 por ciento de los profesores de educación básica en México casi nunca o nunca usan la computadora al presentar su clase; la razón de esto derivaría de que a 42 por ciento de los docentes en este nivel, “no les agrada” utilizar ni las computadoras ni el internet como auxiliar pedagógico.

A este aparente desinterés deviene una fascinación por las TIC en ciertos sectores que no ha variado desde hace un par de décadas. Durante su gira por Uruguay en enero pasado, el presidente Enrique Peña Nieto conoció el proyecto Ceibal, el cual “promueve la inclusión digital de los niños y adolescentes” de ese país. Peña Nieto no dejó dudas. A pesar de que muchos no nos explicamos qué ocurrió con el programa Enciclomedia y después con el mal logrado Habilidades Digitales para Todos (HDT), ahora se promete impulsar en México un “modelo propio con el fin de dotar de computadoras a los niños de 5º y 6º años de primaria”. Esto, se asume, será para elevar la calidad de la educación (www.presidencia.gob.mx 29/03/13).

Asumiendo que las TIC son un apoyo para el aprendizaje y el logro escolar, queremos proponer una ruptura (entendida como un cambio paradigmático) en la forma en la que se ha abordado su uso en la educación de México. Esta propuesta se sustenta en tres puntos clave.

En primer lugar, es preciso quitar al objeto tecnológico del centro del proceso educativo. El uso de las computadoras y el internet no pueden ser protagonistas de un proceso que, por esencia, debe tener a los estudiantes y a los profesores en el centro. Las TIC, por más innovadoras que sean, son sólo un medio que posibilita la mejora en los procesos de enseñanza y aprendizaje. No es el fin educativo.

En segundo término, es necesario volver al sujeto. Repensar la labor educativa desde la perspectiva de los distintos actores educativos. Esta sugerencia apunta la noción de pertinencia que tanto se ha discutido en las definiciones de calidad y que el Senado de la República agregó en el caso de la reforma. Mientras la literatura sobre uso de la TIC se centra en los nativos y migrantes digitales, nuestra propuesta es que no se deje de considerar a los marginados digitales (Sosa, 2012), los cuales pueden ir desde un niño en alguna población apartada hasta una persona de la tercera edad que paso con sus nietos —probablemente nativos digitales — largos espacios de tiempo.

En tercero y último lugar, opinamos que habrá que reflexionar, desde los espacios de decisión política, en el desarrollo de nuevo lenguaje que aquí podemos nombrar como lenguaje tecnológico. El lenguaje tecnológico (LT) es una condición clave antes de inundar a las escuelas de cables, computadoras y cursos de TIC, pues se trata de un sistema comunicativo surgido de la adquisición, la apropiación y el uso de la tecnología digital por parte de las personas; una dimensión de nuestro lenguaje que se ha desarrollado en nuestra realidad tecnológica actual.

Estamos en un tiempo en que el debate sobre la tecnología y la virtualidad son cada vez más necesarios. Las fronteras entre aquello que es real y lo que no, impulsa el desarrollo de nuevos aprendizajes. En este sentido, el LT — como cualquier otro lenguaje— quizás nos conduzca a desarrollar nuevas capacidades de pensamiento y razonamiento. “El hombre no habla porque piensa sino que piensa porque habla”, diría Octavio Paz.

 Pedro Flores Crespo es Doctor en Política por la Universidad de York, investigador y académico del  Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Educación (UIA): pedro.flores@uia.mx. Síguelo en Twitter: @flores_crespo.
Luis Gregorio Sosa Grajales es Maestro en Investigación Educativa (Universidad Iberoamericana Ciudad de México) y colaborador del INIDE desde 2009: luis.sosa@uia.mx
Publicado en Campus Milenio

martes, 19 de marzo de 2013


Para el debate educativo
José Blanco

El debate económico, político, político-económico o social, es hoy una inmensa confusión. La polisemia en cientos de palabras o conceptos a veces abruma. La evidente falta de sindéresis entre quienes intentan ser interlocutores; la emisión de argumentos de autoridad, las creencias cuya validez se atribuye no al contenido de un concepto o argumento, sino al autor que las expresó abunda: no hay mérito ni valor en una tesis por lo que afirma ella misma. Y esto ocurre así en el campo de la izquierda, como en el de la derecha y para los de en medio. Por supuesto, hay afortunadamente quienes, al margen de su propia posición frente a lo que ocurre en el mundo, pugnan por extraer el contenido valioso de una tesis, con independencia de su emisor.

También se extrapola una noción adoptada como negativa en algún asunto, hacia otros discursos que reprobamos; no es extraño, así, que con frecuencia nos topemos con algún non sequitur evidente.

Véase, por ejemplo, el adjetivo neoliberal. Cualquier acto, o tesis económica, social, o política que disguste, pronto propiciará quien lo etiquete de neoliberal.

El neoliberalismo es un pensamiento que hace referencia a la política económica, de enfoque macroeconómico, que busca reducir al mínimo la intervención estatal tanto en materia económica como social, defendiendo el libre mercado capitalista como el mejor garante del equilibrio institucional y del crecimiento económico de un país. Se busca con ello conjuntar ideologías y teorías económicas que promueven el fortalecimiento de la economía y su entrada exitosa a la globalización, a través de incentivos empresariales.

He procurado dar seguimiento a la crisis de la Unión Europea, mediante contribuciones frecuentes en este espacio, desde los inicios de 2008. No es extraño que haya debido usar el término neoliberal, docenas de veces. No sólo me son evidentes sus equivocaciones teóricas, también lo han sido las vilezas, las trampas, y sobre todo, ese paquete de propuestas de austeridad contraproducentes que no cesan, porque hay un propósito mayor: jibarizar al Estado, acabar con el estado de bienestar y echar abajo cualesquiera políticas sociales, con una perversidad alucinante.

Hoy un paradigma educativo, para algunos, puede ser neoliberal; ¿por qué?, porque busca alinear las competencias que se pretende que construya el estudiante, con el mercado. ¡Anda!: genial! Un individuo, al egresar de cualquier nivel educativo, ¿adónde va?..., pues al mercado laboral. A una de sus tres grandes parcelas: la pública, la privada o la social. Puede llegar como empleado o como empleador. Esas parcelas están subdivididas en una inmensa cantidad de segmentos. A alguno de ellos llegará por decisión propia o porque no halló otra puerta más satisfactoria. ¿Qué sabe hacer? La pregunta se responde con otra pregunta: ¿cuáles son sus competencias?

¿Cómo será su vida?; depende cuán competente sea y cuánto logre desarrollarse. ¿Requiere de competencias un médico?, ¿un ingeniero?, ¿un bailarín?. ¿un pianista?, ¿un físico?, ¿un escritor?, ¿un abogado?, ¿un profesor?, ¿un periodista?...; puede que sí.

Está en México Irina Bokova, invitada por el Senado. La doctora Bokova ha sido dos veces diputada por el Partido Socialista de Bulgaria, responsable de áreas internacionales y educativas y es hoy la primera mujer directora de la Unesco. Entre los rebuznos del presidente Calderón estuvo el de ordenar retirar a nuestro embajador en la Unesco, alegando problemas de presupuesto. Bokova aplaudió la decisión mexicana de volver a nombrar un representante en ese importante organismo. México, dijo Bokova, es de los 15 o 20 países más desarrollados del mundo, pero al mismo tiempo es un país que tiene dificultades enormes, que tiene pobreza, que hay una población marginada donde la pobreza se reproduce. Romper con esta situación, con este círculo de pobreza, y dar posibilidades de desarrollo a la población, sólo se puede lograr con una educación de calidad, dijo.

México debe hacer una reforma educativa profunda, y no debe hacerla a las carreras, sino contando con una información profunda de lo que ha hecho el mundo en los últimos cuarenta años; con seguridad tenemos gente enterada de qué decisiones se tomaron en Jomtien, en Dakar, en Oslo, sobre la Educación para Todos (EPT). Para cumplir con el fuerte compromiso con la EPT es indispensable lograr el más importante objetivo, la educación primaria universal, con un fuerte acento en la calidad. Jomtien, Dakar, Oslo produjeron acuerdos útiles para nuestra tarea.

Hay discursos diversos sobre la enseñanza por competencias. En este espacio hablaremos del abanico diverso de las mismas; destaco una, compleja, que subraya que el aprendizaje de conocimientos debe dejar de ser el objetivo único de la formación y, ante el meteórico avance de los mismos, aprender a conocer se vuelve más principal que adquirir conocimientos ya constituidos. Aprender a conocer es aprender a generar conocimiento. Pero construir esta competencia lleva mucho tiempo. Puede iniciarse en la educación básica.

Además, para enfrentar el mundo real no sólo son necesarios los conocimientos, es preciso aprender a saber estar con los demás y trabajar en equipo, aprehender el sentido y valor de las cosas, en definitiva aprender a ser mejores personas, más cultas y felices, dice la Unesco.

Hemos de repensar el proceso enseñanza-aprendizaje, desde el estudiante y planear sus actividades en función de las competencias que van a poner en práctica en escenarios profesionales reales, donde las soluciones no están dadas sólo por conocimientos aprendidos en las aulas: hay que generar esas soluciones.